La Evaluación en debate.
Todos los años, el PRO toma como eje de su campaña la “evaluación educativa”, enfatizando que para que haya calidad debe haber evaluación «objetiva»
El año pasado intentaron y no lograron reunir los votos necesarios para aprobar el Instituto gracias a la presión ejercida por nuestro sindicato.
A esta altura de los acontecimientos, la propuesta educativa del PRO se encuentra en condiciones de ser evaluada como la más ineficiente e ineficaz de los últimos años y como tal resulta llamativa su propuesta, y su supuesta preocupación por el desempeño y la formación docente.
Este año el Gobierno insiste con la presentación del proyecto. Desde principios de juniose trata en asesores de la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad éste y otros tres proyectos (UNEN-FPV-MST/NI Bodart).
Con los delegados de las Direcciones de investigación, estadística y evaluación concurrimos a los debates y nos reunimos con los interbloques FPV-Nuevo Encuentro y UNEN, planteando nuestras objeciones al proyecto del PRO y cuestionando, entre otras cosas, las concepciones tecnocráticas de la evaluación (externa, estandarizada y condicionada por el financiamiento privado)
Los principales ejes de discusión y sobre los que no hay acuerdo son:
¿Por qué crear un Instituto de Evaluación externo al ministerio? Ello implicaría la autarquía junto al manejo de fondos públicos y privados de forma poco auditable.
La concepción de evaluación como externa al sistema educativo, separado de los proceso de enseñanza y de las condiciones en que se desarrolla el trabajo docente.
¿Qué pasó con la Dirección Operativa de Evaluación creada hace dos años y que pretende ser reemplazada por un Instituto de Evaluación?
Además este tipo de instituto reduce y restringe los sistemas de información (estadística y cartográfica de las investigaciones educativas) a los fines exclusivos de la evaluación educativa al estilo PRO cuando históricamente su campo de acción es más amplio y diversificado.
Como Trabajadores de la Educación nos oponemos a la iniciativa neoliberal del PRO que pretende evaluar desconociendo los contextos de producción de los procesos educativos, no reconociendo nuestros saberes e imponiendo modelos importados de mejoras de escuelas, que pretende atar el salario al presentismo, capacitación y desempeño. Concepciones neoliberales que creímos superadas en nuestro país y que no hacen más que profundizar las brechas entre público y privado y consolidar circuitos educativos diferenciados.
Seguiremos trabajando para la construcción de la Educación nacional, popular, democrática y emancipadora, no permitiendo la aplicación de políticas neoliberales que nos remiten a un pasado de entrega y destrucción del patrimonio público, la educación y la cultura.
Reafirmamos nuestra postura por una evaluación que contemple el contexto, la participación, la integralidad, el aspecto formativo y que no sea una herramienta punitiva.
“El discurso globalizador de los organismos internacionales toma el mundo como unidad de análisis, desdibujando las huellas idiosincrásicas producto de los factores sociales, su historia y su cultura. El mercado mundial provee modelos identificatorios al público infantil y juvenil. Predomina el utilitarismo, el neodarwinismo social que pregona la supremacía de los mejores en la lucha por la subsistencia” Noam Chomsk.