Proyecto: “Mujeres de la Patria”

XXII Congreso Pedagógico Soberanía Pedagógica. 

Memoria, identidades, comunidades, territorios.

VI Encuentro de Educación Inicial

U.T.E/CTERA/CTA

 

En los jardines donde me desempeño como maestra, les planteé a mis compañeras la importancia y la urgencia de revisar algunxs sujetxs de la historia colectiva, que estaban vedadxs, ocultxs y esto naturalizado. La idea era visibilizar a las mujeres que protagonizaron la lucha a lo largo del Período Independentista. No me convencía la idea de que se las viera como un ornamento o “acompañando” a “los personajes de nuestra historia”. Por eso al principio la investigación acerca de estas mujeres, se dio de una manera un tanto apurada. Yo había estado leyendo el libro de Felipe Pigna, “Mujeres tenían que ser” y fue en gran parte nuestra fuente de información. Fue así como elegimos destacar para cada efeméride, una mujer, e investigar junto a los grupos, acerca de su lucha y su participación en los diferentes momentos que caracterizaron, principalmente nuestra gesta independentista. Posteriormente se sumaron otras fuentes de información, “Mujeres en la sociedad argentina” de Dora Barrancos, ¡Viva el Bajo pueblo! De Gabriel Di Meglio y “Mujeres insolentes” también de Felipe Pigna. 

Considerando que la perspectiva de género  como eje transversal, también sufrió y sufre la resistencia dentro de las escuelas, producto de la autocensura  a veces inconsciente de muchas de nosotras y especialmente ante la avanzada de sectores sociales y políticos sobre la aplicación de la ESI, es fundamental el tratamiento de la historia y memoria colectiva desde esta perspectiva, como cualquier contenido. Hoy el contexto  social, nos pone en situación de comprometernos con la visibilización y jerarquización de la mujer, como actora social, (me gusta más que actriz social). Tan importante, o más, debido a todo lo que tuvieron que enfrentar por su condición de mujeres. No es que en la actualidad se nos haga muy fácil, pero aquellas mujeres, fueron invisibilizadas cuando se escribió la historia. Gracias al Revisionismo y compromiso de historiadorxs y divulgadorxs  podemos reescribir esos hechos con las actoras que faltan.     

Elegí mujeres de distintos sectores sociales,  y diversidad cultural. Mariquita Sánchez y su rol en el proceso de la Revolución de mayo; María Remedios del Valle, una morena liberta que se alistó en el Ejército del Norte y Belgrano la nombró la madre de la Patria; Juana Azurduy, su lucha durante distintos momentos de la gesta a la par de su marido;   Pascuala Meneses, muchacha mendocina y Josefa Tenorio, esclava de una dama de Mendoza, que se vistieron de varón para poder alistarse en el Ejército de los Andes y Juana Manso, contemporánea de Sarmiento, que fue desautorizada en su época, por no vestir como “una mujer”, desvalorizando sus ideas sobre educación.

Muchas mujeres quedaron afuera, la idea será incluir otras mujeres protagonistas de otras efemérides, algunas compartidas con otras naciones: Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Marina Vilte, escritoras prohibidas durante la dictadura, las obreras  de Cotton Textil recordadas el 8 de marzo, Eva Perón y el voto femenino,  Mujeres músicas, Las Hermanas Mirabal. Confío en poder seguir investigando para visibilizar más mujeres de nuestra historia teñida aún por un discurso machista, patriarcal, que nos atraviesa. Y que a medida que vayamos ampliando la mención de nuestras protagonistas, vayamos naturalizando su inclusión en el tratamiento de la historia y “erradicando prejuicios, estereotipos y discriminaciones”, (como afirman Brisa Varela y Lila Ferro en “Las ciencias sociales en el nivel inicial”).   

 

Mujeres protagonistas

 

Siempre que pensamos en abordar las efemérides, recuperamos los hechos en torno al período independentista resaltando a las figuras de los personajes históricos. Luego pensamos ejes o recortes para focalizar la investigación con los grupos, y plantear propuestas interesantes y significativas. Las efemérides son mojones en el recorrido del año, puntos de encuentro con la comunidad. Son momentos de la historia colectiva compartida, que se ponen en común, propician el encuentro, el festejo, el recuerdo, la memoria. Desde  hace algunos años, se incluyeron nuevas fechas para recordar, algunas del pasado más remoto y otras del pasado cercano.

A partir de la Ley de Educación Sexual Integral N° 2.110/06 (sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), así como la Ley de Educación Sexual Integral N° 26.150 del Nivel Nacional, y el abordaje de los Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral definidos por el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, me planteo la necesidad de visibilizar a las mujeres protagonistas de los sucesos recordados en cada efeméride. Para esto empiezo a pensar y a buscar información acerca de la actuación de las mujeres a lo largo de la historia. En algunos casos fue más fácil. En aquellas fechas del pasado más cercano fue más sencillo. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son protagonistas indiscutibles. Y a pesar de que el último tiempo se perdió el impulso primario en el trabajo con el Día de la Memoria, muchxs maestrxs mantenemos el compromiso para que siga viva.

Como decía, el proyecto de trabajar las efemérides visibilizando a una mujer, o grupo de mujeres en cada fecha se fue modificando y enriqueciendo cada año. Si bien comencé a pensar en algunas mujeres a partir del libro de Felipe Pigna “Mujeres tenían que ser”, luego fui incorporando a la lectura, a otras autores y autoras: Dora Barrancos, María Rosa Lojo. Y textos que trabajan conceptos aportados por el feminismo y la perspectiva de género.   Al principio, confeccioné una lista con mujeres que participaron de alguna manera en los sucesos acontecidos en torno a las fechas que organizarían los recortes de la historia colectiva, con los cuales investigar y acercar al grupo a los temas. En este proceso se dio en mí un doble movimiento. Por un lado desde un lugar práctico y de sistematización, la lista de mujeres tomó un formato que se correspondía con cada “fecha patria”. Paralelamente con la investigación de las mujeres de mi lista, me surgió la curiosidad de pensar en otras mujeres que no correspondían directamente a dichas fechas, pero que jugaron papeles importantes en distintos momentos de la historia colectiva. Lo que me interpeló para crear una segunda lista de mujeres para visibilizar, en el trabajo cotidiano de la sala.

 

La igualdad ilusoria

 

No voy a desarrollar un análisis sobre lo ilusorio del concepto de igualdad en las escuelas. Sabemos que muchas prácticas cotidianas que lxs docentes llevamos adelante refuerzan desigualdades, que se tornan “naturales” y “normales” de forma, muchas veces, inconsciente. Porque, a pesar de nuestra voluntad por deconstruirnos, estamos atravesadxs por el patriarcado, desde nuestra propia crianza.  Y si bien a partir de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral ponemos en cuestión nuestras propias prácticas como ejercicio, aún necesitamos profundizar la mirada crítica en diferentes aspectos. En el caso puntual de la historia de la humanidad, se pone en evidencia que fue escrita desde una mirada masculina, a pesar de que las mujeres han hecho muchas cosas que valen la pena ser contadas, y los libros de historia no dan cuenta de ello. Para hablar de las mujeres, se escriben libros especialmente para ello. Celebro que se editen estos libros, porque es parte del intento de compensar tanto tiempo de anonimato.  Creo realmente que esta ola no se detendrá. Y algún día los libros de historia hablen de todxs sus protagonistas. 

Para que esa igualdad que resulta aún utopía, y es entonces motor de lucha diaria, de búsqueda y reinvención, pensé en que era importante en cada efeméride construir una “heroína” que cobrara protagonismo para cada suceso. Y esta “construcción” no es ficticia, porque son mujeres que existieron y que cumplieron roles de gran importancia para cada momento histórico. La construcción implicó visibilizar, hacer foco, sacar del olvido, a algunas mujeres para la construcción de un concepto más importante para mí: que las mujeres también fueron parte importante de la historia y su lucha tan legítima como la de los “próceres homenajeados” Y que esos hechos que formaron parte de procesos históricos que llevaron a cambios sociopolíticos fundamentales para nuestro pueblo, no podrían haber sido posibles sin la participación de las mujeres.  

 

Cada una

 

Ya comenté como las Madres y Abuelas de Plaza de mayo aparecen como protagonistas indiscutibles. Si bien existen los padres y abuelos, que acompañaron esta lucha, fueron realmente esas valientes mujeres, las que paradójicamente, pensando que estaban protegidas por su condición de ser el “sexo débil”, fueron a la vanguardia en la búsqueda de sus hijos desaparecidos y de sus nietos.  

Si vamos a contar la historia de esos hombres y mujeres a los que les arrebataron su vida por soñar un mundo mejor, el colectivo de Madres y Abuelas es el que narra esta historia. Contarle al grupo que estas mujeres buscaron y siguen buscando a sus hijos y nietos. Que ahora son acompañadas por los nietos y nietas que no les arrebataron y aquellos y aquellas que recobraron su identidad como resultado de su búsqueda incansable. Como decimos, “son nuestras heroínas en este lío”. Las pequeñas grandes historias de sus infinitas búsquedas, sin otro motor que el de lograr justicia, sin ánimo de venganza. La dignidad hecha mujeres.    

Por eso al trabajar el Día de la Memoria, acercamos siempre a los grupos cuentos que fueron prohibidos durante la dictadura. Y al contextualizar esa etapa, Las Madres y abuelas son las portadoras de la Memoria. Conversando con nuestrxs alumnxs acercamos videos de sus protagonistas, cortos donde cuentan su historia nietas y nietos recuperados, contamos la historia del Pañuelo que llevan las Madres. Cada año proponemos para ese día algún taller para compartir con las familias y mantener viva la Memoria. La  mención de Madres y Abuelas no es una formalidad, pretende mostrar a estas mujeres que a través de su lucha incansable, y coincidiendo con un contexto donde la Memoria, Verdad y Justicia fue tomada como Política de Estado, comparte con la sociedad el compromiso de seguir exigiendo Justicia y  buscando a sus familiares.  

 

Mariquita Sánchez es la mujer que elegí para visibilizar en torno al 25 de mayo. Investigamos con el grupo con una biografía de María Saenz Quesada, que tiene cartas de ella y de sus hijos, además de fuentes de Felipe Pigna. Trabajamos con la idea de Mariquita letrada, una mujer que sabía leer y escribir, muy raro para las mujeres de su época. Incluso las pertenecientes a las clases sociales acomodadas como ella. Nos dio pie para hablar de la educación de las mujeres. Y especialmente su participación en la vida política limitada a los espacios privados como reuniones y tertulias. Sumamos el capítulo romántico, aunque no menos importante en la cuestión de los derechos de la mujer; donde conversamos sobre el derecho de las mujeres a elegir con quién casarse. En este punto volvemos a la importancia de que Mariquita usara como herramienta de “liberación” sus saberes en Primeras Letras, ya que a pesar de ser recluida en un convento, logra enviar una carta al Virrey para pedir su permiso, o mejor dicho el acompañamiento del estado, en  su decisión de elegir con quien unirse en matrimonio y compartir su vida. Se dan discusiones muy interesantes con los grupos, acerca de lo que podían decidir los varones y las mujeres antes y ahora. Y de pensar a las mujeres de esa etapa no limitadas a bordar o tocar el piano únicamente.

Mariquita Sánchez es el nombre que se votó para el jardín. Esto había sucedido años antes a comenzar a trabajar con este proyecto. Y en ese momento se investigó a Mariquita y se recuperó también sus ideas sobre la importancia de la educación tanto de  los varones como de las mujeres y una incipiente mirada sobre la educación infantil.

 

La mujer que elegí para visibilizar junto a la conmemoración de Manuel Belgrano y la creación de nuestra Bandera es a María Remedios del Valle. Esa liberta que se alistó con su compañero y sus hijos en el Ejército del Norte. No sólo fue enfermera en la línea de fuego, Manuel Belgrano la nombró Madre de la Patria y le obsequió su sable por su valor. Además de resaltar su espíritu valiente y su actitud solidaria con los demás, en María remedios resaltamos la idea de las mujeres cumpliendo roles para los cuales no se las tenía en cuenta. Por su doble condición de vulnerabilidad, ser mujer y esclavizada liberta, la Madre de la Patria es capturada en combate y castigada en una plaza pública por los realistas como “castigo ejemplificador”. Una mujer y afrodescendiente empuñando las armas por una causa revolucionaria no es la idea que se desea se multiplique. Y veremos que para muchos esta foto no formará parte del imaginario. De otra forma, estas mujeres no hubieran sido invisibilizadas por tanto tiempo.

Con los grupos nos gusta imaginar cómo se veía María Remedios con uniforme del ejército de  Patricios. Hasta se animaron a hacer esculturas, ya que nos enteramos investigando, que se presentó un proyecto de Ley para que se erigiera aquí en la ciudad de Buenos Aires, una estatua para homenajearla, pero esto aún no se concretó. También que por ella el 8 de noviembre es el Día de lxs afroargentinxs y de la cultura Afro.

La idea de castigo corporal puede parecer cruel, de hecho lo es, pero sin caer en golpes bajos, lxs niñxs pensaron acerca de los Derechos y como estas medidas los contradicen, como los derechos se van conquistando y no siempre fueron considerados o respetados.

 

Para la fecha que nos lleva al festejo de nuestro Día de la Independencia, el 9 de julio, investigamos a Juana Azurduy. Digo investigamos y debería decir profundizamos el abordaje sobre su vida y su participación en la Gesta de la Independencia que comienza con la Revolución de Mayo. Ya que los grupos muestran tener información acerca de la “Flor del Alto Perú” especialmente por los videos de Zamba, el personaje de animación, creado por el Ministerio de Educación en 2010 y proyectado por el Canal Pakapaka.  

Como con María Remedios, buscamos diferentes fuentes de información, imágenes, reseñas de páginas virtuales, como “El Historiador”, fragmentos de videos de canal Encuentro, fragmentos de películas. Lxs chicxs la ven como una “soldada”, una luchadora. Juana es una mujer que no dejó que le dijeran lo que podía y no podía hacer. Y que luchó por una Patria para liberar al pueblo, y lo hizo al lado del Pueblo. Ahora quienes así lo desean, también juegan a ser Juana, al proponer situaciones de juego dramático recreando la vida durante esos tiempos en forma aproximada. Conversamos sobre todos los roles que jugó Juana. Y que ser madre no fue el único. Y además que lo que logró lo pensó en colectivo, en grupo, la idea de la lucha en soledad se puso en cuestión. ¡Hubiera podido Juana hacerlo sola?

 

Juana también es una de las heroínas favoritas.  

 

Al llegar Agosto nos aproximamos a la participación de José de San Martín en el proceso que nos lleva a la Independencia y a la idea de una América Libre. Nos encontramos con mujeres que colaboran con la causa un poco desde afuera, pero no nos limitamos a mostrar a las Mujeres mendocinas con Remedios de Escalada a la cabeza, que bordaron la Bandera y donaron las joyas porque el gobierno de Buenos Aires no financiaba al Ejército de los Andes. Quise incluir a dos mujeres que se animaron a alistarse en el Ejército para cruzar a Chile y tuvieron que hacerlo vestidas de hombre. Sí. Tuvieron que cambiar sus polleras por pantalones y esconder sus cabellos   bajo sombreros o recortes. Una muchacha cuyana Pascuala Meneses, que fue descubierta por Las Heras, y la envió de vuelta a su casa, no sin antes entregarle su propia capa para que “se confeccionara una pollera y volviera a su casa”. Otra mujer, Josefa Tenorio, logró su cometido y hasta le fue confiada la bandera “para llevarla y defenderla con honor” como ella misma escribió posteriormente. Josefa a través de una carta a San Martín, solicitó su libertad, ya que era la esclava de Doña Gregoria Aguilar. El general aceptó su solicitud.

Como antes mencioné, este proyecto, se transformó con el tiempo en la forma de abordar los contenidos de la Historia Colectiva, con los grupos que cada año conozco. El año pasado preparamos un corto, junto a otro grupo de sala de cinco años para mostrar en el Acto. Si bien el corto se refería a la batalla de San Lorenzo, decidimos con mi compañera, y luego de conversar acerca de la participación de las mujeres en las luchas por la independencia, que las chicas decidieran si querían ser granaderas o soldadas realistas. Sabíamos que en esa época no había mujeres granaderas y que en la actualidad sí. Hasta hace poco una custodiaba el sable de San Martín en el Museo Histórico Nacional. Pero para el corto nos tomamos esa licencia porque además estábamos jugando y fue parte de un acuerdo.

 

Al llegar al Día del Maestro y conversando sobre la elección de la fecha en homenaje a Sarmiento, investigamos a Juana Manso. Otra Juana. También buscamos información en libros y páginas de historiadores. Llevo  para leerles fragmentos de algunos discursos o frases de una página de Facebook que divulga información sobre la amiga de Sarmiento. Conversamos sobre su condición de Mujer Escritora, Profesora que se preocupó por la educación y que fue de las primeras que propuso las escuelas mixtas. Les resultaba raro, una escuela sólo de nenas o sólo de nenes. Vimos imágenes y también leímos que hablaban mal de ella por su forma de vestir. Por usar pantalones y corbata de moño. Yo recordé que en el libro “Mi planta de naranja-lima” de José Mauro de Vasconcelos, Zezé, el niño protagonista, quiere ser escritor y usar corbata de moño. Y que hubo un tiempo, ese tiempo, el de Juana, el de Eduarda Mansilla, en que era impensado que las mujeres fueran escritoras, y que muchas escribieron bajo seudónimos masculinos para ser publicadas. Juana usaba ropa reservada para hombres, para escritores. Se animó a escribir, a tener ideas acerca sobre educación y expresarlas. Quisieron ridiculizarla y descalificarla por su forma de vestir. Pensamos con lxs chicxs si la forma de vestir nos hace mejores o más o menos valiosos e importantes. Y sobre la libertad de vestirnos como nos gusta, como elegimos. Jugamos con un juego de tarjetas que permite combinar vestimentas con cabezas y extremidades y no condiciona de forma rígida dicha combinación según sexo o género. 

Pudimos pensar si hoy hay cosas que se diga que las mujeres no pueden hacer. Hablamos de los juegos. En la sala varias chicas quieren jugar al fútbol y muchos varones se pronuncian en contra. Aún, cuando hemos conversado sobre ello. Vimos videos de equipos de futbol femenino y partidos mixtos. Dibujamos a Juana con su traje y su corbata de moño.      

 

Epílogo o de alguna manera mi conclusión

 

No es una conclusión porque este proyecto se sigue escribiendo en mi práctica. O es una conclusión provisoria.

Este proyecto que comenzó siendo mío. Que lo llevo adelante cada año en los dos jardines donde me desempeño como maestra de sección. Que a veces es acompañado por algunas compañeras. Es la forma que elegí para encarar el abordaje de las efemérides. 

Si el hecho de visibilizar es tomado como simple proyecto o eje, pasa como ya me dijeron una vez, ¿Otra vez? ¿No trabajaste el año pasado el eje de las mujeres? Y no. No es para trabajar cada tanto el rol que las mujeres juegan en la historia y en la vida misma. La perspectiva de género nos acompaña, nos atraviesa, deber ser transversal. Y las mujeres deben ser visibilizadas en los múltiples roles que juegan, que actúan, siempre.

Visibilizar a las mujeres, permite poner el foco una situación naturalizada que es la “asimetría en la participación política y social”.   El hecho de que por mucho tiempo se decidió por sobre las mujeres, por  sobre nosotras en muchos aspectos. Pero que hubo espacios contrahegemónicos donde se opuso a la naturalización de esa dependencia. Desde la historia contada por la mirada masculina se describió a las mujeres como seres débiles que necesitábamos consultar o  que teníamos roles vedados. Hoy el revisionismo, el avance de la perspectiva de género para analizarnos y leernos, y la ESI, como herramienta que tenemos que defender y echar mano para nuestra sostener nuestra práctica, y deconstruir aquellos aspectos que van en contra de lxs derechxs de nuestrxs alumnxs.

Intento ser parte de aquellxs que queremos leer la historia con todxs sus protagonistas y seguir escribiéndola de forma más democrática, libre.

Y en ese seguir escribiendo sumar más mujeres que merecen ser visibilizadas.

Me quedo temporariamente con una idea que me gusta del libro “Feminismos populares. Pedagogías y Políticas”: “Hemos aprendido a sospechar de lo que  nos ha parecido toda la vida tan natural y normal. (…) hemos logrado incomodar sacudir e interrogar prácticas que históricamente han sido legítimas como el machismo y la opresión.”  Nos falta mucho, es un proceso en movimiento, pero seguimos escribiendo y reescribiéndonos.

 

Bibliografía

 

  • Documento Educación Sexual Integral. Ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Educación. Dirección de Currícula y Enseñanza. 2009.
  • Barrancos, Dora. “Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos”. Editorial Sudamericana. Buenos aires. 2007.
  • Colectiva Feminista La Revuelta. “Espacios escolares y relaciones de género. Visibilizando el sexismo y el androcentrismo cultural. En Feminismos populares. Pedagogías y políticas”. Claudia Korol compiladora. Ediciones. América Libre. 2016
  • Di Meglio, Gabriel. ¡Viva el bajo pueblo! La plebe urbana de Buenos Aires y la política entre la Revolución de Mayo y el rosismo. Prometeo.  C.A.B.A. 2013
  • Pigna, Felipe. “Mujeres tenían que ser”. Editorial Planeta. C.A.B.A. 2011
  • Pigna, Felipe. “Mujeres insolentes de la Historia”. EMECE- Editorial Planeta. 2018
  • Saenz Quesada, María. “Mariquita Sánchez. Vida política y sentimental. Sudamericana.  1998.
  • Segato, Rita. “La crítica de la colonialidad en ocho ensayos. Prometeo. C.A.B.A. 2013