Esta historia que quiero compartir no es “común” para muchos docentes, pero para quienes trabajamos en Escuelas de Jóvenes y Adultos, nos suena un poco más que cotidiana…
Durante abril de 2017, en la Plaza del Congreso, conocí al “mejor alumno”. Carlos Alberto Giménez, se acercó a la Escuela Pública Itinerante con curiosidad, cierto temor y muchas ganas de conocernos…. Trajo también una historia personal y familiar difíciles; su casa era la calle y hacía changas cuando se las daban… si no “cirujeaba”… como él mismo decía….
Sin embargo, esta situación no era motivo suficiente para que Carlos no pensara en que podía estudiar, superarse, apostar a un nuevo desafío…
Y es así que en junio de 2017, ingresó a 1° Ciclo en mi Escuela, la N°1 D.E 6 Adultos. Se esforzó mucho por aprender y ponerse al nivel de sus compañeros/as…. Y aprobó con notas brillantes el 1° Ciclo, sólo en un año. Impecable en su presentación personal, inmejorable comportamiento social; asistencia y puntualidad perfectas, respetuoso, comprometido, solidario, buen compañero… son a
lgunas de sus características que marcan su trayectoria escolar. Destaco también su responsabilidad y esfuerzo… paga la cuota social de Cooperadora mensualmente… lo siente como un “deber moral”… aunque junte hasta los últimos pesos para poder hacerlo…
Actualmente, trabaja como recolector urbano, vive en una pensión cerca de la escuela con su mujer y está luchando para recuperar a sus hijas, a quienes no ve hace más de un año.
Cursa 2° Ciclo y vive la Escuela como su Vida: superando obstáculos, poniéndole garra y alegría…
Pensando que, si bien al nacer, no podemos elegir la realidad que nos tocará ni la cuota de suerte que nos acompañará, es cada sujeto, sólo o con ayuda mediante, quien decide cómo va a querer vivir y llevar adelante su día a día.
Sus palabras cuando me ve son: “Dire, qué grande: ¡No paro hasta ser maestro!”
Qué le puedo decir yo… ¡Gracias, querido alumno! ¡Qué orgullo! ¡Viva la Escuela Pública!
Claudia Bonamino
Directora Esc N°1 DE 6 Adultos