La UTE adhiere al comunicado del Centro Arancibia sobre la baja en la edad de imputabilidad

PRUEBA-FONDO-Y-LETRAS21

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Centro Educativo Isauro Arancibia

Paseo Colón 1318 – 1° Piso

43613985

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Los trabajadores y las trabajadoras del Centro Educativo Isauro Arancibia que, desde hace 15 años, llevamos a cabo la tarea escolar con niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en situación de calle, decimos:

Los/as estudiantes del Centro Educativo Isauro Arancibia se levantan de dormir en la vereda para asistir todos los días a la escuela, la defienden, se comprometen con ellos mismos y con los demás. Además de estudiar, para terminar su escolaridad primaria, buscan su sustento, dónde higienizarse, cuidar y atender a sus hijos/as e intentan soñar con un futuro mejor.
Son los más  vulnerables y sienten diariamente la inseguridad por tener que sobrevivir en la calle sin derechos.

Nuestras/os estudiantes son hijos de familias empobrecidas por las políticas implementadas por la dictadura cívico militar y luego por los gobiernos democráticos neoliberales. Crecieron en la calle pidiendo y cartoneando desde que nacieron. Fueron expulsados de todas las redes sociales de contención: la escuela, el acceso a la justicia, a la salud, entre otros. Viven solos,  cuidándose entre ellos, lejos de cualquier mirada amorosa,  con una realidad que genera condiciones en las que el consumo de sustancias aparece como la posibilidad de alejar el temor, el hambre, el frío  y la soledad.

En la escuela se enseña que todos y todos tenemos derecho a la salud, vivienda, educación, alimentación, recreación, a ser mirados, reconocidos y escuchados. Sin embargo todos estos derechos están vulnerados para los chicos y chicas que viven en situación de calle.

La sociedad tiene el deber de proteger y velar para que todos estos derechos se cumplan,  en vez de estar impulsando una ley que los encierre. La baja en la edad de la imputabilidad no resuelve el problema. Culparlos desde más temprano no le dará ordenamiento a una sociedad desigual, resultado de su propia historia.

Los chicos y las chicas no son ni peligrosos, ni pibes chorros, ni vagos, ni adictos, ni pibes de la calle, son  los invisibilizados de nuestros días. No los hagamos  desaparecer.

Luchemos contra la inseguridad, transformando esta realidad.


NI UN PIBE MÁS EN LA CÁRCEL NI EN LA CALLE

NI UN PIBE MENOS GOZANDO TODOS SUS DERECHOS