La Internacional de la Educación repudió las declaraciones de Acuña

Reclamó que rectificara sus dichos y pidiera disculpas a los docentes

El secretario de la organización que reúne a 32 millones de docentes nucleados en sindicatos de todo el planeta advirtió que «ni la educación de la Ciudad de Buenos Aires, ni la comunidad educativa merecen el tratamiento» que les prodigó la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña.

El secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards, envió una carta a la ministra de Educación, Soledad Acuña, en la que expresó su consternación y desaprobación por las declaraciones que realizó contra les docentes y aseguró: «no sólo insultó a los y las docentes sino a todos las y los que trabajamos en esta noble tarea en todo el mundo».

«Ni la educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ni la comunidad educativa merecen este tipo de tratamiento», aseguró Edwards, quien representa a 32 millones de docentes nucleados en sindicatos de todo el planeta.

En la carta dirigida a Acuña, Edwards condena las palabras de la ministra porteña, le recuerda que «los y las docentes eligen esta profesión pese al menosprecio de muchos que se burlan por no haber optado por un trabajo más lucrativo» y que «a lo largo de la historia, dictaduras y sistemas totalitarios y opresivos persiguieron y continúan persiguiendo a los y las docentes que enseñan a sus alumnos a pensar críticamente y cuestionar estos sistemas brutales».

«Me siento obligado a hacerle llegar mi consternación y desaprobación por sus recientes declaraciones sobre la profesión docente y quienes la ejercen», lamentó el secretario general y lamenta: «En este año de pandemia, donde fueron las y los docentes con su compromiso y entrega quienes estuvieron sosteniendo la educación de millones de niñas, niños y jóvenes, además de su trabajo solidario con las familias de los y las estudiantes».

Acuña tildó a les docentes como personas «fracasadas» que elegían la profesión como segunda opción y convocó a las familias a realizar denuncias contra aquellos que consideraran que utilizaban la profesión para adoctrinar políticamente. Edwards le señaló a la ministra que, a través del trabajo y las historias de los 32 millones de docentes que representa, tiene la certeza de que «lo que les motiva en su profesión es un ferviente deseo de empoderar a niños, niñas y jóvenes con conocimiento y herramientas para que alcancen su máximo potencial».

«He viso en ellos humildad y persistencia para luchar por recursos adecuados, especialmente para atender a los alumnos en las condiciones más vulnerables y de pobreza, probablemente motivados porque algunos de ellos vienen de contextos similares y encontraron en la educación una herramienta de superación para salir adelante», revaloró la entrega docente ante las palabras de desprestigio pronunciadas por la ministra porteña.

«Está en sus manos la capacidad de rectificar sus dichos y pedir disculpas a las y los docentes», advierte por último el secretario general de la Internacional de la Educación.

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