Por Matías Zalduendo, secretario de DDHH UTE
Desde la suspensión de clases, a partir del lunes 16 de marzo, lxs docentes de todas las modalidades y niveles buscamos estrategias para mantener los lazos pedagógicos con lxs estudiantes. La imposibilidad de salir de las casas trasladó las aulas a los hogares, transformando las maneras de enseñar y aprender. Aparecen así nuevos desafíos y también se reflejan con más claridad las problemáticas preexistentes a la pandemia del COVID-19.
La desigualdad en el acceso a los bienes materiales se expresa en el hecho que una gran cantidad de estudiantes no tiene en sus hogares ni computadoras, ni celulares ni el acceso a Internet necesario para mantener el contacto con sus docentes. En ocasiones hay una sola PC por grupo familiar, teniendo que turnarse para usarla. También sucede que deben utilizar el celular de lxs adultxs responsables, algo que no pueden hacer en cualquier momento del día. La falta de acceso a datos (GB) para poder descargar las tareas o navegar las páginas web es otro de los problemas que se manifiestan en estos días.
En tiempos de aislamiento social obligatorio, la utilización de los dispositivos tecnológicos resulta central para continuar con la vida cotidiana. Consideramos importante que nuestrxs alumnxs puedan acceder al software libre que democratice la información y les permita expresarse libremente y que puedan hacer uso de las herramientas tecnológicas más allá del lugar en donde vivan.
Lxs trabajadorxs de la educación estamos implementando todos los mecanismos posibles para sostener la escolaridad de cada grado y curso. Lo hacemos desarrollando estrategias innovadoras y creativas con el fin de llegar a cada casa y cada familia. Donde hay un o una estudiante y una maestra, un maestro, un profesor o profesora está la Escuela y dónde está la Escuela está la Patria.
Desde la Unión de Trabajadorxs de la Educación consideramos que es urgente reducir la brecha digital existente en la ciudad de Buenos Aires, facilitando el acceso a las plataformas digitales implementadas para encuentros virtuales.
Hoy es imprescindible asegurar el derecho al acceso gratuito a Internet de niños, niñas,adolescentes y jóvenes en edad escolar para poder garantizar el Derecho Social a la Educación.
Frente a la monopolización de las comunicaciones, es fundamental que la Ciudad garantice los artículos 18 y 23 de la Constitución asegurando la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso, permanencia, reinserción y egreso del sistema educativo. También resulta central que se promuevan todas las políticas públicas para el desarrollo
humano y económico de cada ciudadano y ciudadana.