Hoy se realizó el cuarto encuentro de Formación Sindical 2017 de la Unión de Trabajadores de la Educación. Dieron la bienvenida la Secretaria de Educación y Estadísticas, Angélica Graciano, y el Secretario General, Eduardo López.
Luego se desarrolló un panel con la participación de Darío Sztajnszrajber sobre Pensamiento crítico y educación. Al término del debate y en el marco del encuentro se procedió a la firma de un convenio con el Credicoop con el objetivo de facilitar a los afiliados de UTE el acceso a los beneficios del Banco (ver nota).
Durante el panel de la tarde se habló de los procesos de mercantilización de la educación con la presencia de la pedagoga Adriana Puiggrós.
El día sábado 21 de octubre en la sede de UTE y en el horario de las 9 horas, se continuará con el taller de oratoria a cargo del Profesor Sergio Vázquez.
Resumen del encuentro:
En el primer panel Darío Sztajnszrajber inició su intervención planteando que: “la filosofía no genera placer, no da tranquilidad. No resuelve problemas. Es improductiva. Una pérdida de tiempo.” A partir de allí señaló la dualidad entre la crítica y la normalización. Una contradicción, según él, esencial a la escolarización. Hacerse cargo de esta contradicción para correrse de lo establecido como lugar de partida, para salirse de aquello que no cuestionamos.
Al ubicar a la filosofía como anormalidad y la amistad como relación de poder propuso la pregunta acerca de si toda relación es un encubrimiento de la relación de poder.
En relación al poder, propuso pensar que la problematización de la educación nos fue expropiada por los medios hegemónicos.
Luego analizó las dos lecturas de la frase de Michel Foucault: “Dónde hay poder hay resistencia”. El poder implica la resistencia como oposición y como complemento funcional. No se resiste solo contra el poder sino también contra la resistencia construida por el poder. Es decir, asigna a la resistencia un lugar preestablecido y hasta cómodo. El poder no es sólo represivo, prohibición y permiso, externo al sujeto. El poder también normaliza. Es interno al sujeto. Lo sujeta.
Por eso, para este pensador, el neoliberalismo concibe al conocimiento como mercancía, reduce la educación a su intercambiabilidad, a su valor de cambio. Elimina su valor de uso, que es la libertad. La escuela es la institución por la que vienen, porque pone de manifiesto la relación saber/poder.
Sztajnszrajber recordó, citando al jefe de Gabinete de Ministros Marcos Peña que el macrismo enfrenta el pensamiento crítico al “entusiasmo”, que etimológicamente significa “con-dios-adentro”. Así, creatividad, solidaridad y alegría son conceptos que se le niega al pensamiento crítico. Sin embargo, contradijo el profesor, “no hay nada más creativo que autocuestionarse. Destituir el sentido común hegemónico es creativo”.
Otra operación que advierte el autor de “Para qué sirve la filosofía” es la desproletarización del docente, al enfrentar “vocación” contra “profesión”: Para la vocación es casi indigno preocuparse por lo material.
Para Darío Sztajnszrajber: “el Pro, fuerza ´política gobernante, es quién mejor leyó la crisis de la política tradicional, sobre todo, crisis de representación”. Y construyó una alternativa: la antipolítica. Porque si se retira la política queda el mercado. La economía como lo natural. Frente a eso propone reinventarse con la “repolitización de la vida cotidiana”.
Por último, al abordar el tema de la Secundaria del futuro, Sztajnszrajber provocó con el argumento de que la escuela media, antes que formar para el mercado de trabajo, debe ser conmoción, transferencia e incorporar aspectos de la educación no formal.
Por último, lejos de una de las posibles etimologías de la palabra “alumno” que es “sin-luz” y al docente como el que ilumina, propuso la tarea educativa como de visualización de las sombras, lo que requiere un ejercicio de crítica y emancipación.
FORMACIÓN SINDICAL – Darío Sztajnszrajber
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Adriana Puiggrós
Durante el panel de la tarde se habló de los procesos de mercantilización de la educación con la presencia de Adriana Puiggrós, quien comenzó su intervención mencionando a los pedagogos “importados” de la teoría de la administración, que intentan prescribir protocolos de lo que debe ser un docente. Puiggros afirmó, contra esta idea que “más allá de las concepciones que tenga cada docente, en el aula se produce un vínculo humano entre docentes y alumnos. Que no puede reemplazarse como pretende la desescolarización neoliberal”. Y señaló que “la Secundaria del Futuro rompe ese vínculo ya que propone un alumno, una computadora, un software, y créditos que se otorgan de acuerdo al pasaje de los distintos peldaños preformateados de aprendizaje”. Consideró ese esquema parte de una concepción autoritaria.
En términos de la batalla cultural, la autora de “Adiós Sarmiento” ubicó a la surgida a partir del caso de Santiago Maldonado como “la madre de todas las batallas”. “Esteban Bullrich había anunciado una Campaña al desierto, por eso tenemos que buscar en nuestra historia”. Ese es el sentido de su último libro, preguntarse quién era Sarmiento.
“Criticamos a Sarmiento pero tenemos mucho de sarmientinos. Él, además de ser racista, construyó el sistema de educación común”, aseguró.
Luego se refirió al daño que produce a la escuela pública el ingreso de las corporaciones. En 2013, puso como ejemplo, que la facturación en Estados Unidos del negocio de la educación, superó a la del Fútbol Americano. Pese a lo que calificó como “epidemia de evaluación”, advirtió que los países o ciudades con mejores resultados en Pisa se están retirando de las pruebas ya que consideran que no ayudan a sus sistemas educativos. Y ejemplificó con los casos de Shangai, Finlandia y Taiwán.
Puiggros definió a la denominada Secundaria del futuro como “una reforma hecha con gran improvisación y desconocimiento, y además una provocación a los adolescentes”. Remarcó que está pensada “sólo para escuelas públicas, el lugar donde, según el gobierno de Macri, se cae. Entonces, quienes caen allí no vale la pena que tengan 5to año. Por eso, la idea no es aprender a trabajar sino disciplinarse”. A esto se agrega, de acuerdo a la pedagoga, el emprendedurismo, que pone la responsabilidad de la falta de empleo en lo individual.
Cerró su intervención señalando que “la discusión hoy no es una escuela privada más o menos sino el desembarco de las corporaciones y la desescolarización que busca terminar con el trabajo de los maestros”.
Entre las preguntas volvió a aparecer la preocupación por dejar el discurso del cambio y la transformación en manos de la derecha. Tanto Adriana Puiggros como la secretaria de Educación de UTE, Angélica Graciano, señalaron en este sentido la importancia de los encuentros pedagógicos para debatir y proponer las transformaciones necesarias para construir la escuela que queremos. Por ejemplo, el que se realizará el 8 de noviembre en la sede sindical con la participación de universidades, docentes, estudiantes y familias.
Además, Graciano enfatizó que “la escuela produce humanidad y aún la actual, con todas sus falencias, molesta a las corporaciones porque tiene debate, construye pensamiento crítico, promueve la integración cultural y educa en Derechos Humanos. Por eso molestaron los cuadernillos de la CTERA sobre la desaparición forzada de Santiago Maldonado”.
En el cierre, Eduardo López respondió al eje discursivo del neoliberalismo que sirve para justificar la época más desigual en la historia de la humanidad: “Dicen que quieren menos Estado pero es mentira, quieren un Estado fuertemente armado que garantice la transferencia de riquezas de los sectores populares a unas pocas empresas o familias. Por eso les hace ruido la escuela, porque hace del conocimiento un derecho y ellos necesitan que sea una mercancía. Eso es la “Campaña del desierto educativa”: apoderase de las tierras y el conocimiento. El centro de la Secundaria del Futuro es sacar el 5to año, desescolarizar. La lucha de la comunidad educativa logró que no se elimine 5to año. Y los pibes que lideran esa lucha nos tuvieron como docentes en el jardín y la primaria a estos docentes de la escuela pública. No estamos siendo derrotados porque seguimos educando y luchando” concluyó.