FRENAR LA DESESTABILIZACIÓN Y RESARCIR EL DAÑO SOCIAL

Nos encontramos ante una feroz ofensiva del poder fáctico. Los sectores financieros, sojeros y sus socios multinacionales aprovechan la coyuntura en la que ven a un gobierno con las defensas bajas por la escasez de reservas y embisten para empujarlo a ejecutar una brutal devaluación. Esto no resolverá ningún problema de la economía real. Sólo llenará los bolsillos de una ínfima minoría que acumula dólares. Como contrapartida, terminará de vaciar la mesa de millones de argentinas y argentinos que cobran sus salarios en pesos y sufren la penuria de pagar precios que aumentan al ritmo de la cotización del dólar ilegal.

La oposición, cuyo gobierno es responsable de habernos puesto de rodillas ante el FMI para financiar la fuga de capitales realizada por los amigos del macrismo, se suma a este boicot con un discurso que tiene como objetivo acorralar al gobierno sembrando incertidumbre. Como si esto fuera poco, envían voceros al FMI encargados de hacer fracasar la gestión para que este organismo flexibilice sus exigencias.

Los grandes medios de comunicación hacen su aporte con zócalos en las pantallas y titulares en las tapas para generar el pánico y el desasosiego de nuestro pueblo. En definitiva, quieren que el hilo vuelva a cortarse por lo más delgado.

En coro y a los gritos, señalan que el camino es dolarizar, ajustar, recortar a los hachazos la inversión social y arremeter con dinamita contra el Estado. Como aves de rapiña sobrevuelan encima de un pueblo que ve todos los días como se deteriora su poder adquisitivo. Un pueblo al que se lo quiere preparar, con el estallido de la economía, para que acepte atónito y pasivo la cirugía mayor que prometen los candidatos de las clases dominantes en caso de ganar las elecciones. Todo este desorden y caos les sirve además para diluir en la memoria de nuestra gente lo que provocó el gobierno de los ricos para los ricos: brutales tarifazos, caída salarial, destrucción de pequeñas empresas, parálisis de la economía y pérdida de empleos.

Ante esta realidad creemos necesario que el gobierno convoque a las organizaciones sindicales, los movimientos sociales y las representaciones empresarias comprometidas con la producción nacional y el trabajo para defender la mesa de los argentinos que es también una manera de defender la democracia. Esta convocatoria tiene que generar un acuerdo en torno a medidas de implementación inmediata para frenar la desestabilización y evitar que el daño a los sectores populares sea irreparable.

Para ello proponemos:

- Reapertura de las paritarias para el sector público y privado
- Aumento salarial de emergencia a través de suma fija
- Aumento de emergencia para jubilados y pensionados
- Adelantar a mayo la liquidación de las dos cuotas restantes del SMVM y convocar al Consejo para definir una nueva recomposición
- Evitar el desabastecimiento y la especulación aplicando las leyes de “Defensa de la Competencia”, de “Abastecimiento” y de “Defensa del Consumidor” para combatir prácticas desleales y de posición dominante
- Congelar por seis meses el precio de los alimentos
- Ampliar la cobertura de las tarifas sociales para la energía, el gas y el agua
- Declarar la emergencia cambiaria y combatir en forma enérgica maniobras ilegales de comercio exterior y fuga de capitales, utilizando las leyes Penal Tributaria y de Régimen Penal Cambiario para sancionar severamente a los especuladores
- Establecer prioridades en las importaciones para garantizar necesidades básicas sociales y para sostener la producción y el trabajo
- Prorrogar el vencimiento de pago de impuestos y suspender juicios y ejecución fiscal a Pymes cuya actividad se centra en el mercado interno.
- Promover un amplio consenso social que respalde las gestiones del gobierno ante el FMI tendientes a redefinir los compromisos asumidos para evitar la eclosión económica

Por último, la CTA-T llama a todas sus organizaciones a lo largo y a lo ancho del país a seguir construyendo la unidad y movilización del campo popular, para cerrarle el paso a los profetas del hambre y la represión. Única manera de lograr que la salida de la crisis sea con más democracia, con más derechos y con más distribución de la riqueza.

Enrique Rositto – Secretario de Comunicación

Hugo Yasky – Secretario General

Fuente: CTA