Fracaso en el primer encuentro de Bullrich con alumnos en la justicia

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04.10.2012. Ante la falta de avances en el diálogo de las partes, Elena Liberatori volvió a citarlas para mañana con la orden de que se presenten con «propuestas concretas». La jueza también exhortó a que levanten las tomas de las escuelas.

Frustración y bronca rumiaban ayer los estudiantes secundarios porteños que reclaman tener voz y voto en la reforma curricular que los involucra. Pese a lograr que la jueza Elena Liberatori forzara la reunión que mantuvieron con el ministro de Educación Esteban Bullrich, los jóvenes persisten en considerar que no tienen respuesta, ni aun con el trámite concretado en la víspera y que entendían como una instancia superadora a las protestas que lanzaron hace seis meses con movilizaciones, petitorios, reuniones con legisladores y, desde el 17 de septiembre, la ocupación de los colegios que ayer se mantenían entre 50 y 60.

Liberatori citó a las partes para mañana a las 11 por entender que no se ponían de acuerdo ni encontraban un nivel de conversación. En la próxima audiencia, estudiantes y funcionarios deberán llevar propuestas para encauzar un diálogo, es decir que ni siquiera se habló de la cuestión de fondo.

La audiencia realizada ayer arrancó minutos después de la hora prevista (las 12), y aunque algunos la interpretaron pública, la prensa se quedó afuera. «Un médico necesita operar con un quirófano sin intrusos», fue la metáfora elegida por Liberatori para justificar la orden y también para adaptar todo el inmueble del juzgado de manera de que entraran las cerca de 60 personas que acudieron.

Bullrich, quién llegó minutos antes de la hora establecida para la audiencia, eligió estar con parte de su segunda línea: la subsecretaria de Gestión Educativa y Coordinación Pedagógica, Ana María Ravaglia; el de Gestión Económica, Financiera y Administrativa de Recursos, Carlos Regazzoni; el de Políticas Educativas y Carrera Docente, Alejandro Finocchiaro; y la de Equidad Educativa, María Soledad Acuña. También estaban los directores de Educación de Gestión Estatal Maximiliano Gulmanelli y el de Comunicaciones y Relaciones Institucionales, Hugo Martini.

Los estudiantes aportaron un representante por colegio tomado, pero no estaban todas las escuelas en pugna e incluso participaron algunos de otras que no están ocupadas. También se sentaron a la mesa entre tres y cuatro padres; Mario Kestelboim y Roberto Gallardo, de la Defensoría General de la Ciudad que, junto al diputado con mandato vencido Gonzalo Ruanova, impulsaron esta causa que generó la audiencia; los diputados porteños Francisco Nenna, Laura García Tuñón y María José Lubertino; el secretario general de UTE-CTERA, Eduardo López, y representantes de la Procuración General de la Ciudad, la Asesoría Tutelar y del Consejo de los Derechos de los Niños/Niñas y Adolescentes.

Una vez que expusieron cada uno de los presentes, en un clima de falsa cordialidad, el clima comenzó a tensarse y a prevalecer la chicana y el cruce de palabras entre Bullrich y parte de los jóvenes. «Con escuelas tomadas no dialogo», repitió el ministro. «Venimos pidiendo dialogar desde hace meses y las tomas empezaron hace 15 días», le replicaron. «Este gobierno no tiene listas negras», insistió el funcionario. «Vinieron de la comisaría a nuestra escuela», le retrucaron. «No vamos a cerrar el turno noche», reiteró Bullrich. «En mi escuela los chicos de ese turno entran a las cuatro y media y muchos se fueron», contestaron los estudiantes. Entonces Liberatori ordenó pasar a un cuarto intermedio para charlar con los adultos y luego de lo cual se decidió hacerlo definitivo hasta mañana. En el acta, la magistrada pidió que a esta segunda audiencia las partes (ministerio y estudiantes) acudan con «propuestas por escrito para la mejora del diálogo y el ejercicio del derecho a ser oídos en tiempo y previamente a la toma de decisiones respectivas». También exhortó a los alumnos «al levantamiento de las tomas respectivas a fin de que las propuestas a traer en la fecha mencionada sean elaboradas en un clima de normalidad y deseable armonía institucional».

Gallardo aclaró que el pedido de Liberatori no es vinculante y destacó que fue «excelente el desempeño de los estudiantes en cuanto al conocimiento de lo que planteaban». En tanto, López aseguró que «Bullrich aceptó que fracasó el diálogo y el plan piloto» y Nenna evaluó que «están dadas las condiciones para que este conflicto se encarrile en la audiencia del viernes».

El ministro de Educación eligió irse como había entrado: raudo, en silencio y con paso firme en un Renault Fluence oficial que junto a otro Megane lo esperó en doble fila las casi tres horas que duró este encuentro convertido, al final y al cabo, en un mero trámite.

Los estudiantes, en tanto, aseguraron ante cualquiera que aceptara escucharlos que se iban «con las manos vacías» y «respuestas vagas» y que analizarían los pasos a seguir, pero convencidos de mantener las tomas hasta lograr el objetivo de un diálogo con voz y voto. Con esa bandera volverán a movilizarse hoy desde las 15 entre el Ministerio de Educación de la Nación y el de la Ciudad. «

 

 

Cortes de calles

Además del grupo que concurrió a la audiencia con el ministro Esteban Bullrich en el juzgado de Elena Liberatori y los que quedaron en los 53 colegios ocupados «para aguantar» la toma; otro puñado de estudiantes secundarios porteños realizó ayer cortes de calles para darle visibilidad a la protesta que realizan desde abril contra la reforma curricular. 

Las protestas fueron desde las 13 en las esquinas de Cabildo y Juramento (en el barrio porteño de Belgrano); en el cruce de las avenidas Francisco Beiró y Lope de Vega (Villa Devoto), Acoyte y Rivadvia (Caballito) y San Juan y Jujuy (San Cristóbal) y en Lacarra y Rivadavia (Floresta), entre otras.