Exigimos a Larreta que cumpla con la Ley y garantice el suministro de Agua para los vecinos de la Villa 31 y 31 bis

A un año del comienzo de la lucha de la Comunidad Educativa para evitar el cierre de las secundarias nocturnas, lxs docentes de la Unión de Trabajadores de la Educación agradecieron la lucha de los vecinos del Barrio Carlos Mugica y expresaron su apoyo a la Lucha que llevan adelante ante la falta de agua que pone en riesgo sanitario a cientos de habitantes de la 31.
En nombre de lxs trabajadorxs de la Educación, Eduardo López agradeció la movilización que frenó la decisión de Larreta de cerrar las escuelas y expreso el apoyo del sindicato docente ante la falta de agua que afecta a un sector de la 31. El Secretario General de la UTE recordó que el Barrio Mugica fue uno de los puntos donde comenzó aquella gesta que obligó a Larreta a retroceder en su decisión de cerrar escuelas.

Hoy lxs habitantes de la 31 sufren lo que consideran una venganza del Jefe de Gobierno por haberse movilizado ante cada injusticia y por el castigo que lxs vecinos del barrio le dieron al macrismo en la Ciudad en 2019. Por eso, lxs docentes expresaron su solidaridad ante el abandono estatal que hoy se traduce en la falta de agua en numerosas manzanas.
López sostuvo que el acceso al agua es un derecho básico garantizado por la Constitución Nacional que dice claramente que lxs habitantes del país tienen derecho a una vivienda digna, con acceso a los servicios básicos.
Junto a Héctor Guanco miembro de la Mesa Participativa y Rotativa de Urbanización y Walter Larrea, delegado de la Escuela de Enseñanza Media 6 del Polo Educativo Mugica, la UTE recorrió las manzanas afectadas. Allí dialogaron con la referente del barrio Graciela Duarte y con un grupo de integrantes de la Brigada de Bomberos Voluntarios del Barrio 31 R, quienes explicaron los riesgos que implica la falta de acceso al agua.
Las bomberxs expresaron su temor ante la posibilidad de que surjan enfermedades como el cólera y otras que encuentran un terreno fértil ante la falta de agua, pero también frente al riesgo de incendios en el sector en el que las canillas están siempre secas.