Escuelas containers: infraestructura educativa marca PRO

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04.11.2015. Este año se inauguran dos escuelas modulares, en La Boca y en Parque Patricios. No hay anunciada la construcción de ninguna de material.

Por Franco Spinetta

El gobierno porteño parece haber decidido que las nuevas escuelas que construye en la Ciudad sean modulares: containers pintados de colores pastel y ventanas de aluminio. desplazando a las sólidas construcciones de material que rigieron durante un siglo y medio. No está anunciada la construcción de ninguna escuela de material.

A principios de 2014 el Ministerio de Educación ganó una puja con la comunidad educativa e impuso las aulas modulares como un paliativo para absorber la demanda insatisfecha de vacantes de primer nivel y primaria que blanqueó la inscripción online. Se dijo entonces que sería una medida transitoria. La resistencia fue cediendo y así el Gobierno logró instalar 43 aulas en distintos barrios de las comunas 8 y 4.

Cuando en diciembre del año pasado, la cartera educativa licitó la construcción de una base de hormigón para el predio de Almirante Brown 373, en La Boca, las sospechas arreciaron. Todas las aulas instaladas previamente funcionan como anexos para escuelas ya constituidas. Pero esta base de material se construyó en un terreno donde no había ningún establecimiento educativo. Sobre ella se edificó –es un decir- la primera escuela íntegramente modular: un jardín de infantes de 370 m2 al que asistirán 264 alumnos. Está en licitación otra escuela modular, en Pepirí 185, Parque Patricios.

Buenos Aires es una ciudad con grandes edificios escolares. El Colegio Nacional, el Mariano Acosta, el Bernasconi, entre muchos otros. Construcciones imponentes, que expresan el lugar político que ocupa la educación pública. Cambiar la matriz de las construcciones también representa un reto pedagógico. Para Eduardo López, secretario general de UTE, las escuelas container “destruyen el peso simbólico del edificio escolar, que en ningún caso debe ser precario”.

Para el gobierno estas construcciones representan un modelo viable. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, las defendió con el argumento de que se utilizan en diversas partes del mundo.

Cabe preguntarse si Buenos Aires no está en condiciones de brindar mejores instalaciones para la educación pública. El Jardín de Infantes 14 del Distrito Escolar 21 está ubicado sobre Bermejo 6675, en la villa “María Auxiliadora”. Para llegar al establecimiento hay que atravesar una callecita intransitable los días de lluvia.

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El arquitecto Luis Rey, ex director de Infraestructura Escolar, recorrió el jardín y enumeró sus fallas: “Las salas no incluyen baños; el comedor es poco más que una sala común e incluye en su interior una pseudo-cocina (la comida consiste en viandas que se calientan allí); carece de SUM o espacio cubierto (patio cubierto) para los días de lluvia; la galería de conexión está mal planificada y comprimida entre una especie de medianera, por lo cual las salas no ventilan ni iluminan naturalmente, es decir, no cumple con el Código de Edificación”.

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En la fotografía puede apreciarse que las ventanas del aula están apenas separadas, por menos de un metro, de las medianeras de las construcciones linderas. Según el Código, el espacio mínimo debería ser de cuatro metros. Rey enfatiza que “una escuela o jardín es mucho más que una sumatoria de aulas. Acá todo eso está improvisado: las cisternas se alimentan de una conexión de un vecino y el tendido eléctrico es más que precario”, agrega.

¿Los números cierran?
El gobierno ha manifestado que las escuelas modulares son mucho más baratas y de construcción más fácil y rápida que las de material. Este último punto es indiscutible: la construcción en seco es muy rápida. Pero es discutible que sean más baratas.

Según el pliego de licitación, el costo del m2 de la escuela modular que se construirá en Parque Patricios es de $23.316 pesos. Según datos oficiales, el presupuesto del Ministerio de Educación de la Nación, para una escuela de construcción tradicional oscila entre $12.000 y $12.500 el m2. No se adjudican obras por encima de los $14.500 el m2.

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Fuente Redacción Z