«En esta pandemia la escuela es la gran organizadora social»

Lo dice Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) , el sindicato docente más grande de la Capital Federal. En esta charla con LATFEM reflexiones del rol de la docencia y el sindicato en tiempos de crisis sanitaria.

Si bien las elecciones para renovar autoridades de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) fueron el pasado 3 de diciembre, recién el 25 de marzo, en pleno aislamiento por el coronavirus, Angélica Graciano asumió formalmente la conducción. El sindicato docente más grande de la Capital Federal tiene, por segunda vez en su historia, a una mujer como secretaria general. Un dato que llama la atención si se tiene en cuenta que más del 80 por ciento de sus 18 mil afiliadxs son mujeres.

Angélica Graciano tiene trayectoria como militante en la educación. Empezó en 1978 apenas se recibió de docente en una escuela del partido de La Matanza y no paró. Fue parte del germen que conformó el sindicato en 1992 pero recién ahora logró llegar al lugar más alto. Por estos días, a Angélica le toca la responsabilidad de comandar un sindicato que en esta pandemia se volvió crucial. Son lxs docentes con su formación, ingenio, voluntad, militancia y convicción quienes están haciendo malabares para seguir educando a millones de chicxs, adolescentes y adultos muchas veces en las condiciones más adversas. En una charla con LATFEM la secretaria general de UTE analiza y piensa el rol de la docencia y del sindicato en tiempos de crisis.

— ¿Qué primera evaluación hacés de este mes de cuarentena en relación a los procesos educativos a distancia?

—Por un lado creo que se está demostrando la convicción de todo el equipo, de los equipos directivos y los docentes en el que está claro que no hay que perder el vínculo con los niños, niñas y jóvenes. Pero en general, la Ciudad Buenos Aires es un territorio con mucha desigualdad y hay sectores de la población que tienen computadora y conexión, ahí no hay problema y hay sectores que no y que no llegan las computadoras del gobierno de la Ciudad tampoco, porque el plan Sarmiento se discontinuó. Entonces ahí lo que sucede es que lo que está funcionando mucho es el grupo de WhatsApp entre la docente y los xadres o les chiques. Es recontra efectivo y se van mandando las tareas por ahí y con el ingenio y la voluntad de todes se va inventando un ritmo escolar. En el caso de que ni siquiera haya celulares existe en las escuelas el material fotocopiado para que puedan ir a retirarlo. Los materiales llegan pero por la voluntad de los directivos y les docentes.

—Las escuelas siguen abiertas…

—Sí, están funcionando para entregar viandas a les chiques. En general empezaron yendo los chicxs que viven cerca de la escuela pero ahora están yendo las mamás, los papás o algún adulto responsable porque ahora la bolsa de comida es más pesada. Nosotras antes de la pandemia ya veníamos reclamando porque había un deterioro muy grande de la calidad y la cantidad de la comida. Imaginate se declara la cuarentena un viernes y el lunes empiezan a llegar las viandas y vemos los sanguchitos de supuesto jamón y queso. En fin, nuestro reclamo se escuchó. Pero lo cierto es que las escuelas siguen abiertas por la voluntad de nuestros directores y docentes; se pregunta a les compañeres que quieren colaborar y siempre hay compañeras que en general son las que viven cerca para no producir los traslados y que no estén en los grupos de riesgo, porque imagínate que al ser del 80 por ciento mujeres hay muchas que además ahora están al cuidado de padres, madres e hijxs porque los cuidados siguen cayendo sobre nosotras.

—La pandemia volvió a poner sobre la mesa el debate del rol del Estado. En ese sentido, ¿creés que esta crisis deja en claro la importancia de la educación pública y gratuita en nuestro país?

—Creo que después de la pandemia y de la cuarentena nada va a volver a su mismo lugar. Se produjo una ruptura, un quiebre en la cadena de significaciones de los argentinos y las argentinas. El sistema educativo argentino es el más extendido en toda Latinoamérica y con mayor cantidad de años de obligatoriedad. La formación docente en Argentina es muy buena porque además se debate en esos espacios ¿Cuál es el rol social de la escuela, de la educación pública? ¿Cuáles son las responsabilidades que tenemos las y los trabajadores y las trabajadoras de la educación?  Y bueno, en este momento es garantizar que no se pierda el vínculo con la escuela, el vínculo pedagógico, conocer cuáles son las necesidades, si se pueden armar redes solidarias y además hacer que la comida. En esta pandemia la escuela es la gran organizadora social, es el lugar de referencia de la comunidad, donde se pueden plantear las necesidades, donde se puede colaborar. Imaginate que ahora hay una campaña de vacunación que se hace en las escuelas.

—En ese sentido, ¿qué rol cumplió y cumple el sindicato para garantizar esa organización social a la que te referías?

— Creo que nuestra organización sindical ha defendido incansablemente la educación pública de este sistema estatal público y eso hoy va a ser revalorizadas por toda la sociedad. Y si hoy tenemos este sistema educativo que está a la altura de las circunstancias es porque los trabajadorxs de la educación nucleados en los sindicatos lo hemos defendido a lo largo de la historia, porque estamos al pie del cañón ante los avasallamientos, ante los recortes, ante los intentos de privatización. Somos los docentes de la Carpa Blanca de Menem, de la Carpa itinerante de Macri, de los paros históricos.

—El gobierno anterior los tildaba de “vagos” incluso amenazó a dirigentes sindicales 

Es que si hoy tenemos las escuelas abiertas y los y lass docentes como servidores públicos es porque siempre estuvimos en la trinchera de la resistencia. Y eso también tiene que ponerse sobre la mesa.

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