El Eternauta ya entró en las escuelas

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25.08.2012. Para muchos la mayor obra de ciencia ficción de la literatura latinoamericana, escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, El Eternauta, se publicó por primera vez entre 1957 y 1959.


Eduardo López-Mariano Denegris | UTE

Cincuenta años más tarde fue repartida por el Ministerio de Educación de la Ciudad bajo el primer gobierno de Mauricio Macri como «una obra fundamental para la formación de un adolescente», según el entonces ministro Narodowski. Fue republicada en numerosas oportunidades. Una de ellas, a través de las contratapas de este diario. Otra, por medio de la Biblioteca Clarín de la Historieta. Todas las veces, su llegada a los lectores implicó, además de abrir las fantásticas puertas de la aventura literaria, un homenaje a la memoria de la Argentina democrática. El jefe de gobierno porteño pretende cerrarle la entrada a las escuelas bajo su jurisdicción. Hace unos años intentó censurar los Cuadernos del Bicentenario, materiales pedagógicos realizados por profesionales de la cartera educativa que recuperaban la visión de los sujetos oprimidos de la historia argentina. La censura se esconde bajo el argumento, imposible, de que no haya política. Su supuesta ausencia es, en sí misma, una política: la del miedo y el autoritarismo.
Lamentablemente no son las únicas medidas que Macri quiere llevar adelante perforando el piso de valores democráticos. Ese piso que, a costa de muchos muertos, entre ellos el autor de El Eternauta y sus cuatro hijas, supimos construir como sociedad.
Afortunadamente esa base es más sólida de lo que el jefe de gobierno supone y la nevada fosforescente de la indiferencia y el individualismo no nos sorprenderá indefensos. El Eternauta y su alegoría inmensa del héroe colectivo y la resistencia a la dominación ya entró a la escuela y al imaginario de nuestro país. Es más, la educación, la formación de las futuras generaciones  tienen sentido si logra que nuestra literatura y nuestra historia no se hayan escrito en vano.