Directivosdel Distrito Escolar 7º contra el cierre de cursos y grados

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banderaLos abajo firmantes, directivos del D.E. 7º, expresamos nuestra profunda preocupación frente a la posibilidad de cierre de secciones de grado en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires.

 

La disposición 15 del Ministerio de Educación del GCBA, contradice el espíritu de la Ley Nacional de Educación y la Ley 114, que garantizan la inclusión, la equidad y el derecho de los niños al acceso a la educación conforme a sus necesidades.

Las condiciones de enseñanza y de aprendizaje han cambiado. En la actual coyuntura socioeconómica y cultural de la Ciudad de Buenos Aires no se puede reducir la oferta educativa estatal.

Brindar educación de calidad no es una cuestión numérica. El eje principal del debate en torno a mejorar la calidad educativa, no debería ser el número más conveniente de alumnos en cada sección, sino cómo generar las mejores condiciones para que todos los niños logren los aprendizajes fundamentales, y esta no es una cuestión cuantitativa.

Acordamos con que el aprendizaje es una construcción colectiva pero no podemos aceptar que el diálogo que se genera entre pocos sea de menor calidad y riqueza que el que se genera entre muchos. No es una cuestión de número, sino de riqueza argumentativa y nadie puede asegurar que ésta se logre porque somos más, sino porque todos tengamos la posibilidad de participar, lo cual se dificulta cuanto más numeroso sea el grupo.

El desdoblamiento de los grupos escolares numerosos en la zona sur es una necesidad imperiosa. Pero la experiencia ha demostrado las dificultades planteadas al trasladarlos a las escuelas de otra zona. Entre ellas podemos destacar el tiempo de traslado sumado al de clase, el poco contacto entre sus familias y la escuela, la imposibilidad de compartir su vida de relación en un horario extendido más allá del escolar.

Consideramos necesaria la apertura de más secciones de nivel inicial pero no en detrimento de la escolaridad primaria y secundaria, pues los distintos niveles son complementarios. Nos preguntamos cómo se resolverá la demanda que se planteará cuando estos niños lleguen a la escuela primaria. No creemos que aulas disgregadas en el interior de escuelas primarias y secundarias puedan convertirse en salas de inicial.

La solución a estas problemáticas es la construcción de más escuelas allí dónde sea necesario, no la reasignación de espacios en las ya existentes.

La escuela  Pública debe apostar a dinamizar las capacidades individuales y el deseo de aprender, logrando que cada niño/a pueda encontrar su lugar, y enriquecer sus experiencias.

Por eso para determinar la cantidad de alumnos de cada grupo escolar debe tenerse en cuenta el contexto en el que cada institución educativa desarrolla su tarea, cuál es su proyecto institucional, cuáles son las necesidades de su comunidad, cuáles las posibilidades y necesidades específicas de su alumnado, y las condiciones edilicias.

 

También hay que considerar que antes de iniciar cada ciclo lectivo se realiza la distribución de docentes de cada grado, teniendo en cuenta necesidades institucionales, características de los grupos, condiciones docentes, proyectos planificados, solicitudes de suplentes que se requieren. Al cerrar un grado primero se afecta al interino y luego a los titulares de menor puntaje. Pero al desconocer esta medida esos docentes pueden estar desempeñando funciones en otro grado y no en el que se fusiona. Por lo tanto la modificación de la POF durante el desarrollo del ciclo lectivo implica una reubicación interna muy amplia de docentes, alterando la continuidad pedagógica que nuestros alumnos merecen.

 

El espacio de la Escuela pública es el resultado del esfuerzo docente sostenido por atender los principios de la justicia curricular, en el sentido de brindar las posibilidades de definir que características debe tener un trabajo didáctico que apunte a que todos los chicos accedan a los aprendizajes fundamentales. Por lo tanto cuando se pretenden modificaciones que afectan al sistema educativo de nuestra ciudad los docentes podemos contribuir con nuestra experiencia y el conocimiento de la realidad escolar.

 

La escuela pública es inclusiva. Creemos que trabajar con grupos reducidos facilita la atención a la diversidad de necesidades de los niños y adolescentes que concurren a nuestras escuelas, con una variedad de problemáticas socioeconómicas, de aprendizaje, familiares, de convivencia. No desconocemos que esas mismas problemáticas no siempre tienen cabida en el ámbito de la educación privada.

 

Las nuevas infancias requieren de nuevas estrategias, y aunque algunas sean económicamente más costosas, la inversión en educación es una creciente apuesta al futuro de nuestra sociedad.