Crónica de un final anunciado

En la tarde del lunes se desplomó una mampostería de la escuela Rogelio Yrurtia. El edificio de Parque Avellaneda, ubicado en la Avenida Juan Bautista Alberdi 4139, fue inaugurado días previos a que la pandemia se desatara en 2020.
Si bien el predio cuenta con dos edificios pensados para el dictado de las asignaturas propias de arte y bachiller, con el correr de estos años hemos visto el deterioro paulatino de la construcción. El 11 de mayo del año pasado desde la Unión de Trabajadores de la Educación realizamos con el equipo de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo un relevamiento técnico de las fallas del edificio. Las mismas fueron enunciadas en un informe acompañado de la documentación gráfica respaldatoria.
Queda en evidencia que en menos de cuatro años el nivel de desgaste es imposible de justificar como un proceso natural y sólo se explica a través de la utilización de materiales de dudosa calidad.
Las filtraciones, la humedad constante en algunas paredes medianeras o las inundaciones en días de lluvia son parte del paisaje habitual en la escuela. Por otra parte, muchos techos están descubiertos pudiéndose ver las cañerías a la vista.
Este panorama es apenas una postal con la que habitualmente lxs trabajadores conviven.
La escuela tiene además una segunda entrada por la calle Cajaravilla, que es donde se produjeron los desprendimientos de materiales. Afortunadamente no hubo docentes ni alumnxs lastimadxs, pero el hecho en sí pone de relieve la falta de mantenimiento de los edificios escolares tanto como la falta de inversión en el presupuesto educativo.
A esta situación de infraestructura se suma que la escuela ha sido además vandalizada y robada en varias oportunidades, lo que evidencia que ni siquiera la seguridad de la comunidad educativa está asegurada.
Denunciamos la grave situación actual de la escuela y exigimos la urgente puesta en marcha de las obras pendientes y la reparación de esta fachada para no tener que lamentar tragedias.

Galerias de fotos del edificio aquí