A la toma del Pellegrini, ayer se sumó la del Buenos Aires

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12.07.2012. Piden que el bar deje de estar en manos privadas y que lo maneje la comunidad educativa.

A dos días del inicio de las vacaciones de invierno y en plena época de exámenes, a la toma del Pellegrini se sumó la del Nacional de Buenos Aires. Los alumnos no quieren que los buffets estén en manos de privados. Pero además, en el Pellegrini buscan que la fotocopiadora sea manejada por la institución y en el Nacional, que solucionen el problema administrativo de un portero de 78 años que, dicen, no puede acceder a su jubilación.

El Nacional cuenta con tres kioscos y un buffet, que desde hace nueve años están concesionados. Camila Simiani, presidenta del centro de estudiantes, explica: “Los precios aumentan de un mes a otro y no podemos salir del colegio para comprar en otro lado. Además, no queremos que dentro de un colegio que depende la UBA funcione un servicio de alimentos privado”. ¿Pero cuánto le cuesta a un alumno del Nacional comer en la escuela? Un café con leche y dos medialunas, sale $7,50. El combo sandwich y gaseosa, $10; y una milanesa de ternera con puré, $12.

La otra razón de la toma es la de Don Guido, un portero histórico del turno vespertino. Se jubiló en Chile y decidió mudarse al país. Consiguió trabajo en el Nacional en la gestión de Horacio Sanguinetti. Los estudiantes dicen que el colegio lo echó sin jubilación. Lo cierto es que la legislación no admite que a su edad siga trabajando y le dieron la baja automática en junio.

Clarín se comunicó con él, pero no quiso hacer declaraciones.

En el Pellegrini no hay buffet desde diciembre. Los alumnos quieren que se cree uno financiado con fondos de la UBA, pero regenteado por ellos. Y respecto a la fotocopiadora, el rector Marcelo Roitbarg adelantó que en agosto estaría funcionado, aunque está en duda que sean los alumnos los que la manejen. A la toma se suma un paro de los docentes del colegio afiliados a UTE, que no están de acuerdo con la asignación “a dedo” de interinos y suplentes: ellos quieren participar de la decisión.

El contexto: la semana pasada, la Coordinadora Unica de Escuelas Secundarias llamó a una reunión para plantearle a los centros de estudiantes que era necesario poner en marcha una serie de “acciones” para “demostrar la fortaleza de los reclamos”. El Nacional y el Pellegrini levantaron el guante y usaron el servicio de comida como argumento. Hay quien dice que por el buffet también se alimenta la “caja chica” de las organizaciones políticas universitarias.