“Más apps y menos escuela”

unnamedLa Unión de Trabajadores de la Educación, UTE-CTERA, rechaza la implementación de la aplicación móvil “Mi Escuela” para visualizar el boletín de los alumnos de primer grado y otras notificaciones.

Esta vez el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio de Educación de la Ciudad implementan esta herramienta digital con el pretexto de generar una vía de comunicación con las familias.

Desde la UTE creemos que esta aplicación, lejos de generar un acercamiento con la comunidad educativa, tiende a despersonalizar el vínculo escuela-familia y no focaliza el criterio pedagógico que implica el acercamiento de las mismas a las instituciones, teniendo una mera visión resultadista del proceso de aprendizaje. Entendemos el boletín como un hecho pedagógico-educativo que se realiza en conjunto con las familias.

Reemplazar el encuentro familia–escuela por una aplicación on line implica desconocer cómo se construye ese conocimiento y cómo se establecen vínculos con los padres para mejorar la educación. De esta manera se desalienta la participación de las mismas a la vez que se genera una carga  administrativa sobre los docentes que atenta contra sus funciones pedagógicas ya que deberán confeccionar los boletines en forma tradicional al mismo tiempo que en forma digital, generar altas o bajas de alumnos en las escuelas y reemplazar en una segunda etapa el actual cuaderno de comunicaciones según manifiesta el instructivo enviado a las escuelas. Queda claro que la única comunicación que interesa al ministerio es difundir la propaganda del gobierno través de  la “app escolar”.

Otra dimensión muy preocupante es el manejo de la información. Por ejemplo, el ingreso a la aplicación por parte de los padres requiere utilizar el nombre del director del establecimiento. No deja en claro si el acceso a la información será individual para cada alumno o se podrá acceder a las notas de todos los niños del grado. Se desconoce quiénes operarán la plataforma y en manos de quiénes estará toda la información sobre los niños y sus familias. O qué medidas de protección de datos operarán sobre esta app. Todo esto podría vulnerar el derecho a la intimidad según lo establece la Ley 25.326 de protección de datos personales.

A esto se agregan las dificultades para concretar la utilización de la “app”. ¿Cómo será la carga de datos? Muchas escuelas tienen actualmente y desde hace años problemas de conectividad a la hora de realizar un expediente,  cargar el SIAL o utilizar el SADE, implicando una sobrecarga laboral que ya hemos denunciado ¿Y cómo harán posible el acceso de todas las familias? ¿Acaso todas tienen acceso al soporte adecuado?  En algunas zonas de la ciudad los locutorios están cobrando a las familias alrededor de $100 para realizar la inscripción de sus hijos al sistema educativo. Imaginemos cómo sería para poder ver el boletín cada dos meses o, como pretende el gobierno para más adelante, el cuaderno de comunicaciones de uso diario.

Lejos de ayudar o facilitar a la comunidad, desde la cartera educativa siguen vulnerando el derecho de los niños y las familias a acceder a la educación pública.

Desde la UTE sostenemos que las escuelas tienen que ser de puertas abiertas para la comunidad y que debemos continuar fortaleciendo aún más los vínculos con las familias por que la educación la construimos entre todos, Escuelas, docentes, niños y familias.