Clarín – Nota – Sociedad – Pag. 34 / 31.12.2015. Son la directora y la maestra de la sala a la que concurría el chico asesinado a golpes por su padrastro en su casa.
Las docentes Elsa Vincová y Alejandra Bellini, separadas de sus cargos luego de la muerte de un alumno de la escuela en un brutal ataque a golpes que le propinó su padrastro en su casa, podrán volver a sus cargos por una medida cautelar a la que hizo lugar la Justicia. Así quedó sin efecto la disposición tomada, en junio pasado, por el Ministerio de Educación porteño, todavía a cargo de Esteban Bullrich.
El 7 de junio pasado Agustín Marrero, un niño que concurría al Jardín de Infantes N°2 del Distrito 12°, de Flores, fue asesinado a golpes por su padrastro, Leandro Sarli, en el barrio de Flores; hecho por el que el Ministerio de Educación Porteño desafectó de sus cargos a Vincová, directora del establecimiento, y Bellini, que estaba a cargo de la sala, imputando negligencia de ambas en el cuidado del menor. Desde la cartera educativa cuestionaron el accionar de las docentes por no haber advertido heridas previas con las que el niño de 5 años había concurrido al jardín de infantes. Y no haber dado intervención al Equipo de Orientación Escolar.
Tras hacer lugar a las presentaciones hechas por distintos sindicatos docentes de la Ciudad, familias del jardín y las propias docentes afectadas, la jueza María Soledad Larrea, a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario 21 de la Ciudad de Buenos Aires dictó una cautelar ordenando la restitución de Vincová y Bellini.
El fallo, que ordena la restitución a partir del primer día del ciclo lectivo 2016 y que estará vigente hasta que se resuelva la cuestión de fondo, utiliza los argumentos de las familias que reclamaban la reincorporación de las docentes para resguardar el derecho de los niños. También se consignan entre los fundamentos que la opinión mayoritaria de la Junta de Disciplina Docente recomendó que no se instruyera el sumario por el que fueron separadas y que las docentes permanezcan en sus cargos.
Desde un primer momento las familias de la escuela habían solicitado que no se proceda con la medida por entender que las maestras no tenían responsabilidad en el caso y por el daño que provocaba a los niños el hecho de separarlos de quienes le estaban brindando contención tras el trágico episodio.
En una conferencia de prensa realizada en la sede de Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Vincová y Bellini agradecieron el apoyo de sus familias y de la comunidad educativa. Bellini sostuvo que “al principio cuando nos separaron del jardín yo era pesimista sobre lo que pasaría con nosotras; tenía el sueño de estar con los chicos en el egreso que fue hace poquitos días y no pudo ser, pero estoy feliz de que ellos completaron esta etapa de sus vidas y de que el año que viene vamos a volver al jardín”. Y añadió: “La muerte de Agustín y todo lo que nos pasó después tienen que servir para repensar las políticas educativas y las de cuidado de la infancia”.
Por su parte, Vincová señaló: “Recibimos la solidaridad de muchísimos docentes que admitían que lo que nos pasó en el jardín podía haber pasado en cualquier otra escuela de la ciudad; y en ese sentido nosotras también planteamos lo que pasó siempre desde la verdad y sin ocultar nada, por eso la justicia nos da la razón en esta cautelar”.
El secretario general de UTE, Eduardo López, enfatizó que “la justicia escuchó el pedido de la comunidad y esto es un logro de la solidaridad educativa que se expresó en la multitudinaria movilización al jardín del mes de julio”.
“Seguimos exigiendo justicia por Agustín y políticas públicas que garanticen plenamente los derechos de niños, niñas y adolescentes”, agregó. w
Cronología
Agustín Marrero fue asesinado a golpes por su padrastro,
Leandro Sarli. Fue vital el testimonio de la hermana de la víctima, que reveló en Cámara Gesell los detalles de la golpiza .
El padrastro está con prisión preventiva imputado por “homicidio agravado por haber sido cometido por alevosía y ensa- ñamiento”. La madre de Agustín, Bárbara González Bonorino, fue imputada por el mismo delito, pero en carácter de omisión.
El Ministerio de Educación porteño ordenó separar del cargo a la directora y a la maestra de la sala. En los concursos que se abrieron no se presentaron docentes para reemplazarlas.