La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) reclamó ayer que el sistema de enseñanza pública sea considerado «como patrimonio público, cultural y educativo» y que se declare la «intangibilidad de los bienes», a raíz de las denuncias de la comunidad educativa ante distintos intentos de venta de terrenos donde funcionan escuelas por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde funcionan escuelas.
«Queremos que se declare por ley a la educación pública como patrimonio público, cultural y educativo, y la intangibilidad de los bienes», afirmó la secretaria general de UTE- Ctera, Angélica Graciano.
En este sentido, el sindicato acompañó ayer a la mañana una conferencia de prensa organizada por la comunidad educativa de la comuna 5, en el barrio porteño de Almagro, para exigir que se «frene la venta de los terrenos ubicados en la calle Pringles 340/344, donde funciona un Espacio de Primera Infancia».
Madres, padres, docentes, vecinas y vecinos vienen reclamando que en este espacio se construya una escuela infantil para niñas y niños desde los 45 días hasta los 5 años.
«En ese Espacio de Primera Infancia hay 40 niños y está en remate», advirtió la secretaria general de UTE-Ctera.
A este intento de venta se suman otros que la comunidad educativa viene denunciando en los últimos meses.
Por un lado, integrantes de la comunidad educativa de la escuela para sordos que funciona en el Palacio Ceci, un edificio histórico de Villa Devoto, vienen resistiendo el intento del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de convertir al edificio como sede del Distrito del Vino, con el que pretende impulsar un polo comercial de la actividad vitivinícola.
Además, la comunidad educativa de la escuela Indira Gandhi, del barrio porteño de Belgrano, se pronunció en rechazo a lo que denunciaron como «un cierre encubierto» que las autoridades pretenden hacer con el traslado del establecimiento al barrio Padre Carlos Múgica, en Retiro.
«Hay una intención de trasladar escuelas para vender valiosos terrenos y así disminuir y cercenar las condiciones de trabajo y acceso de los lugares que deben ser de enseñanza», subrayó Graciano.
Para UTE, este problema se agrava teniendo en cuenta la falta de vacantes que existe en la ciudad de Buenos Aires.
«En toda la comuna 5 el faltante de vacantes de nivel inicial es de aproximadamente 500 niños y niñas que no pueden acceder a la educación pública», sostuvieron desde UTE-Ctera, en referencia a cómo impactaría el cierre del Espacio de Primera Infancia ubicado en el barrio de Almagro.