La presencia de asbesto en los talleres ferroviarios linderos a una escuela primaria y un jardín de infantes, ubicados en el barrio de Caballito, pone en vilo a cientos de familias. A la espera de resultados de las muestras, exigen al GCBA información actualizada.
Dos semanas atrás, se dio a conocer públicamente que el Taller Polvorín -ubicado en Emilio Mitre y Avenida Directorio, pleno corazón de Caballito- está contaminado de asbesto. Las alarmas se encendieron aún más porque la chimenea del horno perteneciente a este taller ferroviario (el más antiguo del subte porteño) apunta contra dos establecimientos educativos: la escuela primaria «Organización de Estados Americanos (OEA)» y el jardín «El Tranvía», donde asisten cerca de 600 alumnos y alumnas. «El Ministerio de Educación porteño tiene que dar una respuesta, ahora estamos a la espera de la información actualizada y de los resultados de las muestras denunciadas», señaló a El Grito del Sur Mariano Rodríguez Moncalvo, director de la primaria OEA.
El pasado 5 de agosto, ambas escuelas recibieron a delegados del subte y allí se notificaron de las irregularidades en los talleres linderos. Alrededor de cien piezas, tales como tableros eléctricos y máquinas, dieron positivo de asbesto, un grupo de minerales utilizados para la construcción cuyas fibras pueden alojarse y acumularse en los pulmones y causar lesiones y enfermedades como el cáncer.
Esta situación, que viene siendo alertada desde el año 2018 por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) que conduce «Beto» Pianelli, motivó hace tiempo la realización de presentaciones escritas junto a otros gremios para denunciar la presencia de este material cancerígeno. «Queremos que el Gobierno de la Ciudad empiece a alquilar galpones, en condiciones con presión negativa, para guardar exclusivamente esos trenes hasta tanto saquen el asbesto. Hoy nuestros trabajadores y trabajadoras están en una olla llena de asbesto. También queremos que compren flota nueva», planteó a este medio Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral de la AGTSyP.
Desde el colegio primario sospechan que el asbesto podría estar instalado en la caldera de esta institución. Por ello el director solicitó una inspección al Gobierno de la Ciudad, que se demoró y «no fue tan específica como esperábamos». Por su parte, una creciente cantidad de madres y padres formaron grupos de Whatsapp, se movilizaron e hicieron presentaciones ante la Defensoría del Pueblo de CABA. «Este no es un tema liviano. Más de uno ya sacó a sus hijos del jardín, otros decidieron no mandarlos en forma preventiva. Yo prefiero esperar porque nos dijeron que las condiciones de volatilidad del asbesto no son altas, aunque tampoco son cero», contó una mamá integrante de la cooperadora del colegio pero que prefirió no revelar su nombre.
El principal reclamo de las instituciones educativas se relaciona con la detención de la actividad del horno, que tiene su chimenea en el techo del taller y al lado de los patios escolares. También recibieron una serie de informes técnicos por parte del Ejecutivo porteño, que igualmente no gozan de vigencia puesto que remiten del año 2021 hacia atrás. «El escrito dice que está todo en regla y que no hay riesgo para la comunidad educativa, pero no es actual», reprochó Rodríguez Moncalvo.
El complejo escenario también es seguido con mucha atención por el gremio UTE-CTERA, que rápidamente se puso en coordinación con la comunidad educativa y les delegades del subte. «Esta problemática no solo afecta a la escuela, sino que abarca los alrededores de esos talleres. Cualquiera de los vecinos y vecinas de esa zona están en la misma situación. Ahora estamos a la espera de los resultados», explicó Paula Galigniana, secretaria de Comunicación de UTE.
El pedido de apagar preventivamente la chimenea del horno se logró, según aseguró la empresa de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE). Ahora están a la espera de los resultados de estudios de asbesto, que tienen que pasar por varios organismos antes de llegar a la escuela y podrían demorarse cerca de un mes. Mientras tanto, el miedo de las familias es cada vez mayor y temen por la salud de sus hijos. Lo peor no debería pasar, eso esperan.
Asbesto prohibido por ley
- Los asbestos se encuentran prohibidos desde el año 2000 por resolución del Ministerio de Salud (845/00 y 823/01)
- El asbesto está prohibido y regulado en Argentina desde 2001 por la Ley Nacional Nº 24.051. Su remoción debe certificarse ante las autoridades regulatorias.
- La Ley N° 25.233. RESUELVE: Artículo 1° — Prohíbese en todo el territorio del país la producción, importación, comercialización y uso de fibras de Asbesto variedad Crisotilo y productos que las contengan, a partir del 1° de enero de 2003.
- La CABA prohíbe el asbesto en su ley 1820 del 2005.
Fuente: https://elgritodelsur.com.ar/