«El gobierno bloquea la posibilidad de conexión de los chicos para obligar a volver a clases», dijo Angélica Graciano, de UTE
«Es una arbitrariedad y una actitud persecutoria, mi único objetivo era garantizar el derecho a la educación de los chicos», aseguró a Página 12 Carlos di Franco, supervisor del Distrito Escolar N° 19 de la Ciudad de Buenos Aires, luego de ser sumariado por el gobierno porteño tras autorizar el reparto de tarjetas de conectividad del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) a los alumnos que no tienen acceso a internet. A pesar de haber recibido las tarjetas de parte de autoridades comunales, a Di Franco se le inició un sumario administrativo por no dar aviso al Ministerio de Educación de la Ciudad. «Lo vemos como un acto de disciplinamiento a los equipos directivos. Bloquean la posibilidad de conexión de los chicos para obligar a volver a clases«, sostuvo por su parte Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Este lunes, Di Franco fue citado al Ministerio y allí se le inició un sumario por no haber dado aviso a la cartera educativa de su autorización para la entrega de tarjetas. Sin embargo, la resolución del Enacom establece que son los «Centros de Gestión y Participación Comunales correspondientes a los barrios» quienes deben intervenir en la implementación del programa, mientras que el Ministerio no aparece mencionado en ningún punto.
«Todos los supervisores trabajamos permanentemente con las comunas, por distintos motivos, sea cuando necesitamos recursos o para diagramar calendarios de vacunación, nuestro contacto es con ellos», indicó el supervisor, y agregó que «estas tarjetas se repartieron en un montón de escuelas y solamente me sancionaron a mí». En este sentido, Di Franco consideró que se trata de un acto «arbitrario y persecutorio, yo soy una persona con ideas muy claras y muy firmes, a lo mejor eso molesta, tengo bien claro las cosas con las que no estoy de acuerdo y las planteo».
En la misma línea se expresó la secretaria general de UTE, quien indicó que «esto entra en la línea de la persecución y el disciplinamiento que sufren los equipos directivos de forma permanente. Cuando una directora consigue computadoras, la llaman y le preguntan por qué, cómo, para qué, obturan cualquier capacidad de gestión«. Además, Graciano señaló a este diario que el hecho se inscribe en el marco del intento del gobierno porteño de regresar a las clases presenciales: «Están bloqueando toda posibilidad de hacer puente con los chicos para obligar a la comunidad a esto que llaman vuelta a clases, que ni siquiera es una vuelta a clases, es un capricho de Larreta«, aseguró.