08.03.2014.Tras el paro docente en la Ciudad, cientos de alumnos no pudieron empezar el ciclo lectivo por las vacantes faltantes o mal asignadas. Las dificultades se repitieron en cada escuela, aunque las del sur fueron las más afectadas. Los casos y la falta de soluciones.
Tras dos días de paro docente, comenzaron las clases en las escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires, aunque en muchos establecimientos, en particular en la zona sur, hubo chicos que no pudieron ingresar a los lugares para comenzar su año lectivo porque su nombre no figuraba en las listas. Por los errores del sistema de inscripción online, “en el Distrito Escolar 11, que es en Flores Sur, hubo alrededor de 400 padres pidiendo vacantes; en el Normal 11, de Deán Funes y Salcedo, en Parque Patricios, figuraban en la lista de la escuela, entonces no podían pasar”, contó Paula Galigniana, docente y delegada de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). En otros distritos, como el 13, “se entregaron 140 números a padres que habían ido pero a quienes no se pudo atender, para que concurran la semana que viene a ver cómo se puede resolver”, contó Esteban Sueiro, secretario de Organización de UTE. Lo que sucede, agregó el dirigente, “es todo el colapso de la inscripción online, que lo están tratando de resolver los supervisores”, porque en muchos casos las asignaciones de vacantes “ni siquiera respetan el reglamento escolar”, mientras que cada día siguen llegando diferentes listados de alumnos a los distritos escolares.
Un relevamiento realizado por docentes de toda la Ciudad indicó que en la zona sur entre el 30 y el 40 por ciento de los chicos tuvieron la vacante mal asignada, mientras que en el norte de la ciudad hubo escuelas con aulas semivacías.
En algunas escuelas, durante el acto de inicio de clases se leyó un documento propuesto por la Multisectorial “Ningún niño sin vacante”, integrada por comunidades educativas de distintas escuelas, en el que se afirmó que “el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no ha tenido la más mínima intención de subsanar los inconvenientes” surgidos de la inscripción online. Las fallas de la inscripción, señaló el comunicado, “han condenado a los niños más vulnerables a quedarse sin escolaridad y a los niños de clase media a migrar al ámbito privado”, porque es un sistema que busca “el vaciamiento de la educación pública”.
Aunque los conflictos se registraron en diversas escuelas, principalmente ubicadas en la zona sur de la Ciudad, el lugar en el que resultó más claro el desmanejo de la inscripción online fue el Distrito Escolar 11: “El 11 fue un desastre, hubo entre 300 y 400 personas que no pudieron resolver el tema de las vacantes o a las que no les pueden dar respuesta porque el distrito está colapsado”, graficó Sueiro. Los números de reclamos descienden en otras zonas, pero al menos hasta última hora de ayer estaban lejos de ser resueltos.
“En el Distrito 19 dieron números a los padres y les pidieron que volvieran la semana próxima, para ver si pueden reubicar a esos chicos. No tenemos los números exactos, pero ahí hay centenares de chicos sin vacantes. En el Distrito 13, que está en Lugano, se entregaron 140 números para que los padres de chicos sin vacantes vayan la semana que viene a ver qué pasa. A algunos distritos, recién hoy (por ayer) llegó el listado complementario del Ministerio de Educación”, explicó Sueiro. Fuentes gremiales contaron a este diario que esas situaciones se reiteraron en el Distrito 20, que abarca Mataderos, Liniers y Villa Luro.
En el 19, detalló Laura Marrone, docente y delegada de Ademys, “hay un problema estructural de falta de vacantes que viene de hace años, porque en esta zona no se previó un planeamiento urbano que incluyera escuelas”. Aunque padres y docentes de la zona reclaman hace siete años la construcción de escuelas “con notas y sugerencias de lugares, nunca se atendieron esos pedidos, incluso una escuela que empezó a construirse, la Nº 24 de Martínez Castro y Barros Pazos, tiene la obra parada desde mediados de 2012”.
Por el contrario, en escuelas de barrios de la zona norte como Palermo o Belgrano, “de 12 vacantes ya asignadas concurrieron a clase seis chicos y los padres mencionaron que habían preferido mandarlos a una escuela privada cansados de reclamar por una vacante en el sistema público”, informó Ana Ríos, de UTE. En Caballito, agregó, “un grupo de padres comenzó a reclamar ante los directivos que gente de otros barrios ingresaba a una escuela cuando los chicos de la zona no podían entrar”.
Por su parte, Sueiro explicó que siguen registrándose casos de vacantes mal asignadas, inclusive asignadas sin considerar el reglamento escolar. Hasta ayer, por caso, “hay chicos asignados a escuelas lejos, que no son de su barrio, o hermanitos anotados en escuelas distantes una de la otra. En algunas escuelas siguen cambiando los listados, y ante estas situaciones hay padres que están renunciando a las vacantes que les dieron porque les quedan lejos y no pueden llevar a los chicos”.
Los directivos escolares continúan reclamando la falta de acceso a los listados, algo que antes sí estaba a su alcance y por lo cual podían solucionar y coordinar casos de vacantes faltantes o mal asignadas. “En inicial, los supervisores escolares ni siquiera tienen acceso a lista de espera. Está todo centralizado en el Ministerio de Educación y no quieren compartir los datos. Si en primaria llega a haber 400 casos en un solo distrito, es difícil imaginar lo que puede ser la lista de espera de inicial. No sabemos qué va a pasar con esos chicos, pero es preocupante. En televisión, Mauricio Macri dijo el otro día que el sistema de inscripción online sirvió para transparentar la situación, que esto es transparente, ¿pero dónde están las listas de espera de inicial? Esta información no está clara.”