Hay 49 escuelas que siguen ocupadas y se sumaron dos terciarios. Hoy, Bullrich y los chicos se vuelven a juntar.
Por Diego Geddes Gabriel Bermúdez
05.10.2012. Los estudiantes secundarios de la Ciudad mostraron ayer que su reclamo toma cada vez más fuerza: no sólo duplicaron la convocatoria respecto de la movilización del jueves pasado, sino que la cantidad de escuelas ocupadas y sin clases sigue en aumento. Ayer ya eran 49, tres más que el miércoles.
La discusión por las responsabilidades en la reforma curricular de la educación técnica se divide cada vez más: ya no cargan las tintas únicamente contra el ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich –con el que hoy tendrán una segunda audiencia de negociación–, sino que ahora le apuntan también al ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni.
Al igual que el jueves pasado, la marcha arrancó desde la Plaza Pizzurno, frente a la sede del Ministerio de Educación de la Nación. Allí volvieron a quedar expuestas las divisiones entre los alumnos, los alineados con el kirchnerismo y los de la izquierda más dura. Un grupo, que se había colocado cerca de la valla que bloqueaba un acceso al Ministerio de Educación nacional y entonaba cánticos contra Macri, amagó con dejar el lugar e iniciar la marcha cuando se anunció la difusión de un comunicado “para denunciar al gobierno nacional” por la reforma educativa y la entrega de un petitorio al ministro Sileoni. Esa columna era encabezada por los estudiantes del Otto Krause y del Ingeniero Huergo, entre otros. Después de algunos minutos de discusiones, la multitud se frenó en Paraguay y Rodríguez Peña, para escuchar la lectura del texto. Entonces, ahora con la mira apuntada hacia la cartera educativa nacional, se reiteraron los reclamos de suspensión del cambio curricular en las escuelas técnicas y la convocatoria a jornadas “democráticas, vinculantes, resolutivas y abiertas a toda la comunidad educativa”. A esos planteos se sumó fijar pisos de horas y orientaciones.
Tras cuestionar al gobierno de la Ciudad por la falta de diálogo, los alumnos plantearon que por encima de su responsabilidad está la del Consejo Federal de Educación, organismo al que calificaron como “un espacio de rosca política y económica donde se definen los marcos normativos que venimos enfrentando y que está presidido por el ministro Alberto Sileoni, responsable de definir las políticas para dar cumplimiento a la Ley de Educación Nacional y la Ley de Educación Técnico Profesional”.
Otra novedad de ayer: a las tomas se sumaron en solidaridad al menos dos terciarios nacionales: el Joaquín V. González y el Manuel Belgrano. Y el comunicado estudiantil remarcó la necesidad de que tanto la Ciudad como la Nación “se hagan cargo del problema”.
Sin banderas políticas, pero con la compañía de los gremios UTE y Ademys, unos 6.000 alumnos –un cuarto del total de afectados, que rondan los 24.000– marcharon hasta la sede del Ministerio de Educación porteño, en Paseo Colón al 200. Las posiciones encontradas tuvieron allí otro momento de tensión, porque un grupo quiso tomar el ministerio porteño, algo que fue rechazado por la mayoría. De todas maneras, padres de alumnos formaron un cordón en la puerta del edificio por si había un intento de toma. “Tomar el ministerio sería romper esta victoria que logramos hoy”, dijo una alumna.
Hoy a las 11 los estudiantes y el ministro Bullrich volverán a reunirse en el juzgado de Elena Liberatori, donde cada uno deberá presentar sus propuestas de diálogo por escrito. La jueza había exhortado el miércoles a los chicos para que levantaran las tomas, una alternativa que volvería a analizarse entre los estudiantes luego del encuentro pautado.