Sospechas sobre una licitación

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18.01.2014. El auditor Eduardo Epszteyn atribuyó la compra de aulas móviles a la falta de inversión en infraestructura escolar y advirtió sobre irregularidades en la licitación. Bullrich aseguró que las aulas “no serán containers”.

El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, admitió ayer que se comprarán aulas modulares prefabricadas para resolver el problema de la falta de vacantes en la ciudad. “Se trata de escuelas y no de aulas nuevas –aclaró–. No es un container ni nada que se le parezca.” Desde la Auditoría, Eduardo Epszteyn salió al cruce de esa afirmación al sostener que las aulas modulares son consecuencia de la “caída de la inversión en infraestructura para educación y de la subejecución presupuestaria”. Y sembró sospechas sobre la licitación “convocada de apuro”.

“En 2012, se presupuestaron 275 millones de pesos para infraestructura mientras que para 2014 están previstos sólo 185 millones. Eso sin contar la subejecución”, afirmó Epszteyn. El auditor consideró que por esa razón el Gobierno de la Ciudad salió a licitar “de apuro” la compra de aulas móviles para suplir el déficit edilicio. “Llaman a licitación el 10 de enero para comprar 42 módulos, las ofertas hay que presentarlas el 16 y la entrega debe ser en veinte días”, argumentó.

Además, echó un manto de sospecha sobre ese llamado a licitación, ya que detectó que una de las empresas “pidió las especificaciones técnicas antes de que se publicaran en el Boletín oficial”. En efecto, “el 9 de enero el gobierno porteño firmó la resolución para el llamado a licitación y el día 10, antes que se publique en el Boletín Oficial, la empresa SCG SRL pidió aclaraciones técnicas; esto nos parece muy sospechoso teniendo en cuenta cómo se dio todo este proceso”, dijo Epszteyn. La licitación fue publicada en Internet el mismo 10 de enero, pero apareció en el Boletín Oficial el 13.

El llamado a licitación para comprar aulas móviles surge como consecuencia de la falta de vacantes para el presente ciclo lectivo, tal cual lo reconoció el gobierno porteño, que aplicó a fines del año pasado un controvertido sistema de inscripción por Internet que generó que unos 15 mil chicos aún no tengan su lugar garantizado para el comienzo de clases, de acuerdo con las últimas cifras divulgadas por el propio Ministerio de Educación.

El sistema generó múltiples reclamos de padres a quienes no les asignaron la vacante para su hijo o de otros a los que no se les respetó las prioridades que establece el Reglamento Escolar. La Justicia emplazó al gobierno porteño –que admitió los errores– a resolver esta cuestión antes del 2 de febrero próximo.

Epszteyn dijo que se pondrá a disposición de la Legislatura para investigar este tema y que presentará el caso en los primeros días de febrero en el Colegio de Auditores de la Ciudad de Buenos Aires. Precisó que el problema de la falta de vacantes en el nivel inicial “no es nuevo, pero si se reduce el presupuesto para construir escuelas, no se puede salir de urgencia ahora a contratar aulas móviles”.

El auditor de la Ciudad destacó, además, que “el 14 de enero las empresas fueron a visitar los lugares donde se irán a emplazar las aulas modulares, y recién en 20 días deben entregar la obra terminada, por lo que es por lo menos sospechoso que una empresa se haya presentado a pedir aclaraciones técnicas antes de que se publique en el Boletín Oficial”.

El pliego licitatorio es por 26.650.000 pesos y abarca 42 módulos, de los cuales 32 son aulas, 30 de las cuales serán instaladas en distritos escolares del sur de la ciudad y dos en la zona norte. Las otras son baños, dependencias administrativas y cocina-comedor.

El titular del área Derecho a la Educación de la Defensoría del Pueblo porteña, Gustavo Lesbegueris, presentó un pedido de informes para que el Gobierno de la Ciudad aclare las especificaciones técnicas que tendrán esas aulas modulares. “Esto nos recuerda a las aulas container que se instalaron en la ciudad en los años 2000 y 2005, pero a diferencia de aquéllas, que eran alquiladas y por la cual hubo varias denuncias, en este caso el Gobierno de la Ciudad las compra, por lo que suponemos que llegaron para quedarse”, precisó Lesbegueris.

Indicó además que “junto a los 15 millones de pesos que costó el sistema informático, y los 600 mil destinados a contratar una consultoría para enfrentar situaciones sociales complejas y los 26 millones de esta licitación, el Ejecutivo porteño ya lleva gastados 42.250.000 pesos” en el controvertido sistema de inscripción por Internet.

Por otra parte, los profesores de Media y Superior de la Ciudad nucleados en Ademys calificaron de “parche absolutamente inhumano” la compra de aulas móviles.

Bullrich dijo que el equipamiento licitado esta semana para las aulas móviles, que se destinarán en su mayoría a cubrir vacantes del nivel inicial, consiste en “un método de construcción seco, más rápido” y aclaró que “no es un container ni nada que se le parezca; tiene aire y calefacción, es una construcción que merecen los niños y niñas de la Ciudad de Buenos Aires”.

Entre mañana y el domingo se realizará una recolección de firmas en reclamo de vacantes en nueve parques de la Ciudad organizada por la Multisectorial Por Vacantes y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). También se realizarán tareas descentralizadas en distintas esquinas de la ciudad de Buenos aires para que el gobierno porteño garantice las 17 mil vacantes que faltan. Además, el martes, a las 11.30, las familias sin vacantes, junto con UTE, se reunirán en la puerta del Ministerio de Educación de la Ciudad para intentar ser recibidos por el ministro del área, Esteban Bullrich.