El 1 de noviembre a las 16 hs en la Plaza Tupac Amarú, ubicada en avenidas Lafuente y Eva Perón, se realizó la primera edición del Reconocimiento “Enrique Samar” a experiencias educativas, disruptivas, comunitarias, decoloniales e insurgentes que se implementan principalmente en la Ciudad de Buenos Aires y que continúan con el legado del maestro y director.
El objetivo del reconocimiento es visibilizar las experiencias y generar un espacio de encuentro e intercambio que permitan fortalecernos en esos caminos.
Organizado por la Asociación Civil Biblioteca Popular lectores del pueblo y Asociación Civil Prisma Lúdico (educación desde el juego y el arte) el encuentro distinguió a los proyectos:
«La Copla va a la escuela”, «La construcción de la Memoria de José Manuel Diéguez en las aulas de la escuela primaria. Resistencia, Escuela e Identidades.”, «Hacer música, una forma de hacer escuela» (Escuela de Barracas EEM Nro. DE Nro.5 y su articulación con Conservatorio de música).También «Encuentro por la memoria de mi tierra”, «Cocina de Pueblo Originarios» (CFP24), “Memorias que enseñan: pedagogías insumisas en la formación docente” y la»Escuela Superior de Enseñanza Artística Lola Mora”.
Tanto el proyecto “Inti raymi” como el proyecto institucional de la Escuela Nro.23 del Distrito Escolar Nro.11 recordaron la huella que Samar dejó en el barrio de Flores.
Por otro lado, el reconocimiento al Bachillerato popular Mocha Celis puso en escena una jornada coincidente con la Marcha del Orgullo y la importancia del derecho a la educación para el colectivo trans y nobinario.
También hubo mención para proyectos futuros, en esta oportunidad para «Mosaico del Barrio, reflejos que nos unen».
La jornada contó con la apertura del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla con la presencia del grupo «Potenciando lo colectivo” pertenecientes a los Talleres extracurriculares del Anexo 4 que también obtuvo su reconocimiento. El cierre estuvo a cargo de “Comunidad de Sikuris Ayllu Sartañani” que, además de llevarse su distinción, aportó emoción con sus instrumentos, danza circular y canto.
Según Juan Pablo Martínez Rabal, integrante de la Asociación Civil Prisma Lúdico, “fue muy conmovedor poder encontrarnos alrededor del pensamiento y las acciones de Enrique. Pudimos sentir la fuerza y el disfrute de las producciones colectivas durante una tarde soleada en la querida plaza Tupac Amaru del barrio de Flores. El saldo es altamente positivo y superó nuestras expectativas. Nombrar a nuestro maestro y director abre puertas y reúne gente llena de capacidades y sobre todo de virtudes para mejorarnos en un todos colectivo. Fue un encuentro lleno de arte, amor, expresión que nos cobijó y nos desafió a seguir creando proyectos insumisos y para continuar reconociéndonos en los otros y otras”.
No queremos dejar de recordar las enseñanzas y reflexiones de nuestro querido maestro y director Enrique Samar: “Hay que apuntar en las escuelas a que esté presente la alegría, siempre. Hay cuestiones que no pueden faltar, el trabajo en conjunto, en equipo, escuchar a los chicos, trabajar codo a codo y no en forma individual. La necesidad de hermanarnos, con las escuelas vecinas, con las instituciones del barrio, de ser desobedientes, que no tiene que ver con hacer lo que se quiere, sin límites, sino que hay que felicitar a los chicos que preguntan por qué o qué dicen que no están de acuerdo con algo”.
Enrique Samar fue antes que nada maestro. Como director de escuela pudo desplegar sus propuestas gracias a la permanencia que sostuvo en la Escuela N 23 del distrito escolar 11 en Flores sur. Allí sus proyectos relacionados al ajedrez escolar, la importancia de las artes y especialmente los pueblos originarios encontraron impulso, resonancia y tiempo para su desarrollo. Fue un incansable defensor de la educación pública, de la interculturalidad y de los espacios otorgados a las infancias para poder decir, proponer y ser protagonistas de la vida institucional.




