Las conducciones sindicales UTE, Sadop y Ademys afirmaron que hubo un alto número de acatamiento al paro y confirmaron una reunión para determinar los «pasos a seguir» luego de respaldar la medida del gobierno de suspender las clases presenciales por el aumento de casos de coronavirus.
Los gremios docentes UTE, Sadop y Ademys afirmaron este lunes que se cumplió con alto nivel de acatamiento el paro de 24 horas en las escuelas de la ciudad de Buenos Aires en rechazo del fallo de la justicia porteña que autorizó la presencialidad en los establecimientos educativos y de la decisión del Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de acatar esa resolución.
Las conducciones sindicales debatían esta tarde por separado -y en algunos casos convocaron para luego de las 19 a asambleas virtuales- «los pasos gremiales a seguir» a partir de mañana, luego de la decisión de la justicia porteña y de Rodríguez Larreta de abrir las escuelas a pesar del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional.
Los trabajadores de la educación de esos sindicatos cumplieron hoy la medida de fuerza convocada anoche por los dirigentes tras el fallo de la Justicia porteña que ordenó continuar con las clases presenciales en el distrito, pese al decreto del Ejecutivo Nacional que dispuso la suspensión de esa modalidad por 15 días en el AMBA para mitigar el avance de la segunda ola de coronavirus.
Los sindicatos rechazan de plano el regreso a la presencialidad en las aulas ante «el descontrolado aumento de los casos por la Covid-19», en el distrito y respaldaron el decreto presidencial vigente por dos semanas y «el cumplimiento de todas las medidas sanitarias» dispuestas.
Los gremios debatían esta tarde varias alternativas para seguir a partir de mañana, pero los voceros consultados por Télam aseguraron que «la presión de las bases es muy fuerte», por lo que decidirían prolongar las protestas en rechazo de la presencialidad y el fallo de la Sala IV de la Cámara en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad.
El decreto del presidente Alberto Fernández 421/21 dispuso desde las 20 del viernes último nuevas restricciones en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), ante la estampida de los contagios para enfrentar a la segunda ola de la grave pandemia.
Además de la Unión Trabajadores de la Educación (UTE), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Ademys), también paralizaron hoy durante toda la jornada las tareas la filial porteña de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju), en repudio del fallo judicial y su acatamiento por el Gobierno metropolitano.
La conducción de la Ademys convocó para las 20 de hoy a «una asamblea virtual abierta» para determinar «los pasos gremiales a seguir» desde mañana, en tanto el Sadop y la UTE deliberaban por separado para decidir nuevas protestas, aunque las fuentes sindicales aclararon a esta agencia que habría «unidad de concepción y de acción en el reclamo».
Los gremios aseguraron que la huelga tuvo un elevado acatamiento, en tanto las escuelas evidenciaron hoy un dispar panorama según cada zona de la ciudad de Buenos Aires.
Los secretarios general, Gremial y de Comunicación y Prensa del Sadop nacional, Jorge Kalinger, Marina Jaureguiberry y Gerardo Alzamora, respectivamente, respaldaron esta tarde en un documento el paro de la filial porteña del sindicato porque «no es posible tolerar que se arriesgue la salud y la vida de las personas».
«El DNU firmado por el presidente tiene fuerza de ley, por lo que se suspendió la asistencia a las aulas y se dispuso el regreso a la virtualidad en el AMBA, en el contexto de la emergencia sanitaria por la segunda ola del virus», sostuvo el gremio.
«El DNU firmado por el presidente tiene fuerza de ley, por lo que se suspendió la asistencia a las aulas y se dispuso el regreso a la virtualidad en el AMBA, en el contexto de la emergencia sanitaria por la segunda ola del virus»
El Sadop también aclaró que el fallo judicial de anoche en la ciudad de Buenos Aires «es inconstitucional porque fue dictado por un tribunal incompetente», y enfatizó que el incumplimiento del DNU vigente es «especialmente grave ante la pandemia».
Angelica Graciano, titular de la UTE, había señalado hoy su «marcada preocupación» ante «la situación institucional que generó Rodríguez Larreta», y aseguró que la huelga fue «muy bien recibida por docentes, no docentes y familias de la comunidad en general».
Guillermo Parodi, adjunto de la UTE, consideró que el fallo «es un mamarracho jurídico», y opinó que el acatamiento de la huelga fue de un 90 por ciento, a la vez que Daniel Catalano, titular de la ATE en el distrito, denunció a Rodríguez Larreta por intentar «la desestabilización del Gobierno nacional» y sostuvo que las acciones realizadas por Juntos por el Cambio (JxC) contra el decreto presidencial son «un golpe blando».
«El Jefe de Gobierno utiliza un drama como disputa política berreta. Un sector de la derecha otra vez decidió caminar sobre los derechos de la ciudadanía. Se intenta utilizar a la gente como si fueran alfiles en el tablero de sus intereses, y no importa quién queda en el camino», dijo hoy Hugo Yasky, titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
La mayoría de las escuelas de gestión pública no tuvieron hoy actividad en la ciudad como consecuencia del elevado acatamiento del paro general de los gremios docentes, en tanto las de nivel inicial, primario y secundario privadas se dividieron entre las que sostuvieron las clases en el aula, las que pospusieron hasta mañana el reinicio y las que estaban afectadas por la medida de fuerza dispuesta por la seccional porteña del Sadop.
Esta tarde, el cotitular de la CGT y secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA), Héctor Daer, calificó el fallo de la justicia porteña como «absurdo» y aseguró que el sistema de salud «está absolutamente colapsado», indicó ante la prensa.
Daer añadió que es «una irrealidad haber hecho la presentación ante la justicia de la ciudad, vinculada al expresidente Mauricio Macri. porque todos conocen su signo político».
«Que a partir de eso se maneje la política sanitaria es un absurdo total», remarcó Daer en una rueda de prensa ofrecida hoy para referirse a la decisión gubernamental de otorgar un bono de 6.500 pesos durante tres meses para el personal de la salud.