Secretaría del Área Curricular contra todo intento de censura

El pasado 12 de septiembre se produjo un hecho inédito desde la última dictadura. En una escuela porteña, autoridades educativas no permitieron cantar una canción que lxs chicxs habían preparado para un acto, con el argumento de que había sido utilizada hace unos años para musicalizar el final de una campaña electoral.

Esta acción, repudiable por lo antidemocrática, también resulta profundamente antipedagógica.

¿Cómo debiéramos obrar lxs maestrxs a partir de ahora si siguiéramos ese criterio? ¿Deberíamos hacer un listado de toda la música utilizada en campañas o actos electorales y erradicarlas del repertorio? ¿Lxs profesorxs de Lengua, deberían pedirle a sus alumnxs que no utilicen las palabras “Cambio” o “Todos”? ¿En la clase de Ed. Plástica, si un chico o chica incluye un globo o un sol en un dibujo le decimos que lo borre o que lo esconda? ¿Suena ridículo, no? Porque es ridículo.

Cuando lxs docentes, en este caso de Ed. Musical, seleccionamos una canción, lo hacemos atendiendo a los criterios expuestos en el diseño curricular, a los conocimientos previos y posibilidades del grupo, a la dificultad rítmico melódica, a su riqueza poética, etc. A partir de ahí, lxs chicxs comienzan un largo proceso didáctico de audición y apreciación musical, de aprendizaje de la letra y la melodía, de aprendizaje y practica de los pasajes instrumentales, de trabajo sobre las partes difíciles, de ensayo y puesta en común… Una canción se convierte así en un hecho pedagógico, y muchos de los aprendizajes que abarca (que no son solo musicales sino que apuntan al desarrollo emocional, intrapersonal, interpersonal, etc.) se completan y culminan con la presentación en público de esa obra.

Todos esos aprendizajes quedaron truncos a partir de esa decisión.

¿Y cómo le explicamos ahora a niñxs de 7, 9, 11 años que no pueden cantar una canción que prepararon con tanto esfuerzo y entusiasmo? ¿Qué les decimos?

Es por eso que apelamos al buen criterio de las autoridades implicadas para que reconozcan que cometieron un error, que reúnan a lxs chicxs y les expliquen que lxs adultxs muchas veces nos equivocamos, pero que también podemos enmendar y aprender de nuestros errores y que, junto a toda la comunidad canten la canción (que de por sí es muy hermosa) y puedan disfrutar todxs de un grato momento artístico.

Además de un gesto democrático hacia toda la sociedad, es lo correcto pedagógicamente pensando en lxs alumnxs.

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