Una vez más el bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura porteña decidió darle la espalda a la comunidad docente y cerrar sus puertas para reducir los límites de un debate que el oficialismo pretende mantener escondido.
La Comisión de Legislación Laboral de la Legislatura de la Ciudad, a pedido de la Unión de Trabajadores de la Educación, había convocado a una reunión presencial, programada para este miércoles 22 de septiembre, con el objeto de abordar el proyecto de actualización de las Asignaciones Familiares que presentó el jefe de Gobierno de la CABA.
Sin embargo, 48 horas antes de la cita, las autoridades del cuerpo, alegando razones sanitarias, decidieron que el encuentro sólo será presencial para los presidentes de las comisiones participantes, mientras que el resto de las personas sólo podrá enviar sus consultas e inquietudes a través del correo electrónico.
De esta manera buscan cercenar la palabra a quienes se verán perjudicados por un proyecto totalmente discriminatorio, que pretende dejar sin asignaciones familiares a la mayoría de las y los docentes, a madres y padres jefas y jefes de hogar, con dos cargos, jornada completa o más de 40 horas cátedra.
Al oficialismo de la Ciudad de Buenos Aires le parece adecuado que todos los días haya grupos de cuarenta chicas y chicos en las aulas de las escuelas, en muchos caso sin ventilación. Sin embargo considera inadmisible abrir el debate democrático dentro de los amplios y ventilados salones de una Legislatura que cada día se parece más al viejo Concejo Deliberante, ese que se reunía de madrugada para votar de espaldas al pueblo y tomar decisiones vergonzantes.
Desde la UTE ratificamos la necesidad de discutir cara a cara con las y los legisladores de todos los bloques que integran esa comisión, luego de años de congelamiento un proyecto de actualización para todos los hijos de los trabajadores de la Ciudad.