La Ministra promete diálogo mientras cierra escuelas y clausura todos los debates
En una entrevista publicada hoy en un medio nacional la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, intentó justificar la seguidilla de conflictos que su gestión generó con la comunidad educativa porteña. Como era de prever, sus aclaraciones oscurecieron aún más un panorama educativo que se pasa de castaño. Por eso desde la UTE elaboramos una pequeña guía para leer a la Ministra en contraste con la realidad de sus acciones y más allá de los discursos facturados en el “coaching”.
En primer lugar, obligada a ceder una autocrítica ante el tamaño de los enfrentamientos con la Educación Pública, Soledad Acuña se apura a reconocer: «tenemos que mejorar la comunicación con el sistema educativo”. Echarle la culpa a la “comunicación” es un lugar común poco feliz después de 11 años de gestión macrista porteña. Lo que hay que mejorar son las políticas que la comunidad educativa rechaza.
Acuña dice «las escuelas nocturnas no se cierran, nunca dijimos que se iban a cerrar». Aparentemente no leyó la Resolución 4055/2018 que ella misma firmó, en la que establece claramente el cierre de 14 comerciales nocturnos. Cuando se está a cargo de la gestión de Gobierno, las resoluciones y decisiones que se toman son más importantes que las palabras dichas ante los medios de comunicación.
Por otra parte, en esa costumbre de invocar un diálogo inexistente la responsable de la cartera educativa metropolitana afirmó que «venimos trabajando este año con mucho diálogo con los sindicatos». Sin embargo, las organizaciones sindicales nos enteramos por los directivos de las escuelas cuando no por los medios de las principales y más controvertidas medidas de su gestión. En esa línea se pueden mencionar el proyecto de creación de la UniCABA, el cierre de las escuelas nocturnas, el cierre del Lactario del Ramos Mejía, el traslado de la Escuela Media del CENARD, de la de Cerámica y del Romero Brest. Ningún tema se “dialogó” previamente con los sindicatos y todos cosecharon en rechazo unánime de la Comunidad.
En materia salarial, Acuña, dice: “nos juntamos para ir acordando los aumentos salariales para tratar de que no pierdan con respecto a la inflación». Evidentemente no aprobó matemáticas. Desde junio de 2018 venimos perdiendo entre 6 y 10 de nuestro poder adquisitivo. Las pocas reuniones fueron meramente informativas, sin posibilidad de dialogar o debatir y en todos los casos, las organizaciones rechazamos las propuestas salariales.
Pero la Ministra insiste: «nos propusimos sentarnos a discutir todas las veces que hiciera falta». Desde ya, aceptamos el convite que resulta absolutamente necesario. Desde la UTE venimos reclamando la urgente convocatoria a la Mesa Salarial que la misma Acuña había prometido en la reunión del 7 de diciembre. Ese día aseguró que convocaría apenas se conociera el Índice de Inflación de enero, pero todavía esperamos que nos convoquen para recuperar la pérdida de más del 10 % en relación a la inflación medida por el IPCBA.
En relación a ello, finalizamos esta breve guía con un contrapunto a una de las afirmaciones preferidas de los funcionarios macristas, una que, de tanto repetirse, degrada su sentido sin que sus propaladores lo noten. La frase es: “Esperamos que las discusiones se den con los chicos adentro del aula.” Nosotros no. La UTE espera que las discusiones se den antes de que comience el ciclo lectivo, mientras las y los estudiantes están de vacaciones. Por lo tanto exigimos que las y los funcionarios porteños dejen de emular al presidente Macri en sus permanentes vacaciones y convoquen durante el mes de enero a la Mesa Salarial, Laboral, Educativa.