03.12.2013. Los maestros se oponen a la creación de un instituto externo para evaluar los colegios.
Trabajadores de la educación de la Ciudad de Buenos Aires nucleados en UTE-CTERA pidieron a los diputados porteños que no pertenecen al PRO que «no permitan la creación de un instituto externo para evaluar la calidad educativa en la Ciudad», como está previsto tratar el jueves próximo en el recinto de la Legislatura. «Les vamos a pedir que prioricen la educación por sobre un trabajo en el Estado el año que viene –dijo a Télam el secretario general de UTE, Eduardo López, antes de ingresar a la Legislatura donde mantuvo una reunión con los diputados–, queremos impedir que se dé un nuevo caso Abrevaya».
Hace dos años, el legislador de la Coalición Cívica, Sergio Abrevaya, votó a favor de un proyecto presentado por el PRO para eliminar a los docentes de la Junta de Calificaciones, que es el ámbito educativo en el que se evalúa el puntaje de los educadores, lo que luego les permite o no acceder a un puesto de trabajo. «Nosotros hace dos años denunciamos que Abrevaya estaba cambiando su voto por un puesto, y hoy los hechos hablan por sí: Sergio Abrevaya es el presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, con un salario que ronda los 30 mil pesos por mes», sostuvo López. «Hoy estamos acá para evitar que pase lo mismo que sucedió con Abrevaya. La evaluación condiciona la educación y esto lo tiene que controlar el Estado, no puede estar en manos privadas. Además, este sistema no contempla el contexto y pretende generar un ranking de escuelas para distribuir luego los fondos», detalló.
A dos años de estos hechos, el PRO enfrentará el jueves una nueva sesión en la Legislatura en la que intentará aprobar la creación de un instituto externo con formación mixta que será el encargado de evaluar la «calidad educativa»; pero para ello, necesitará de diputados de otras fuerzas porque no llega con los propios.
A modo de ejemplo, el dirigente sindical expresó: «Yo explico la Revolución de Mayo con causas y consecuencias, ahora si mañana viene un evaluador externo y le pregunta a mis alumnos la cantidad de soldados que participaron no lo sabrán.» «Mi escuela tendrá entonces menos puntaje y recibirá menos fondos –sostuvo– entonces para el año que viene yo daré contenidos más enciclopedistas, números, fechas, en lugar de explicar procesos para evitar que nos recorten dinero».
López explicó que «con esta modalidad de evaluación seguramente será mejor el resultado del Nacional Buenos Aires que el de una escuela en Lugano, y esto no implica que haya mejores profesores en uno que en otro, sino que se enseña en otro contexto.»