Principio de diálogo

MS15-2-15

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Por Raúl Argemí

15.02.2015. El jueves, en las primeras horas de la tarde, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, con todo el gabinete nacional de su cartera, se reunió con los cinco gremios nacionales que agrupan a los docentes para tratar, en un primer encuentro, las aspiraciones, el piso sobre el cual negociar las paritarias de La Quiaca a Ushuaia. Minutos después de terminada, cuando se pasó a un cuarto intermedio, Miradas al Sur dialogó con Eduardo López, secretario general de UTE (Unión de Trabajadores de la Educación) e integrante de Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), que se mostró optimista porque, en esta octava paritaria, primó el diálogo y el clima de no confrontación. En ese marco, López señaló que “todos los gremios coincidimos en la propuesta, pedimos un ajuste del 38,6%, tomando como referencia el aumento a los jubilados. En otras paritarias hemos tenido diferencias, pero no en ésta, en la que todos llevamos la misma propuesta, incluso Sadop, el gremio de docentes de la educación privada”.
La recepción en positivo de la propuesta salarial no se quedó en eso, porque el dirigente de UTE  precisó que también se coincidió en el pedido de continuidad para planes nacionales como las orquestas escolares y el plan de cine, que han demostrado su eficiencia educativa, cobijando bajo el paraguas de la negociación a los docentes dependientes de Nación que se ocupan de esas áreas. Por otra parte, la propuesta de los gremios incluyó la puesta en valor del incentivo docente, la suma por cargo, que hace cuatro años que no se actualiza.
Como el área de trabajo cercana de Eduardo López es el sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires, era inevitable tocar tres temas: el perfil actual del sistema educativo de la ciudad de Buenos Aires, la inscripción en línea, que tantos problemas generó en el ciclo lectivo 2014, y las negociaciones por salarios para el año que corre.
Respecto del primer tema, López recordó que “el presupuesto educativo de la ciudad ha ido en descenso constante. En los últimos diez años se redujo en un 33%. Entonces el problema real no es que haya más pibes para ser escolarizados, no es que sobren chicos, es que no hay plazas, que no hay vacantes suficientes. Son miles de chicos sin vacantes. En los hechos eso se traduce en una migración hacia la educación privada, y es comprensible. Si los padres no tienen seguridad de que los pibes tendrán lugar en la escuela pública, aunque nos les guste la idea, si pueden, se desplazan a la privada; que al fin es la idea de este gobierno, favorecer a la educación privada. La reducción constante del presupuesto dedicado a Educación lo pone en evidencia”.
Respecto del segundo tema, la inscripción en red, reveló a Miradas al Sur cuáles son las modificaciones a los programas informáticos para que no se repitan los problemas pasados: la revisión de los resultados online por los supervisores escolares. “En esta inscripción, desde el primer momento, aceptaron la participación de los supervisores para que revisaran los resultados de las computadoras, y si dos hermanitos habían sido derivados hacia distintas escuelas, eso se pudo corregir. En ese sentido es de esperar que no haya mucho malestar”.
Pero, subrayó también Eduardo López, no todo es asunto de escuela de proximidad, porque el método utilizado crea una diferencia incómoda: “Los padres que inscriban a sus chicos en la privada pueden elegir en qué establecimiento van a cursar. Los que se anotan en la pública dependen de la decisión de las computadoras. No pueden elegir ni la orientación filosófica ni la especialización que quieren para sus hijos. Si quisieran una formación técnica, como no pueden elegir, es posible que terminen en un liceo, porque les queda más cerca geográficamente. Eso es un disparate. Yo siempre quise ser maestro, y estudié en la Mariano Acosta, que quedaba lejos de mi casa, pero me preparaba para el futuro. Con este sistema, injusto, que no tiene en cuenta la decisión de los padres, y que no dejaremos de pelear para que cambie, esa posibilidad desaparece”.
En cuanto a los salarios docentes, el reclamo del gremio es que el 10% extraordinario recibido sea integrado al aumento que se acuerde con el Gobierno de la Ciudad. Solo que no parece haber una actitud dialogante, cosa que señala Eduardo López a partir de la actitud manifestada por el ministro Esteban Bullrich, al señalar que esperaría lo resuelto por Sileoni para sentarse a negociar. “Eso es una chicana –señala el dirigente gremial–, porque varias provincias ya acordaron sin esperar a Sileoni. Neuquén arregló en 30%, Córdoba en 31,6% y Río Negro en 30%, lo que demuestra que no es necesario esperar. Nosotros, a su chicana, le contestamos con otra, usando las cifras de inflación que dio el gobierno de Macri para el 2014, de entre 36 y 37 por ciento. Le contestamos que si ellos están dispuestos a revolear cifras para que algunos medios las inflen, las usen, podemos sentarnos a negociar a partir de sus cifras hacia arriba”.
Habrá que esperar para ver qué sucede con las paritarias en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero los puntos de partida no presagian una negociación ni rápida ni fácil.