17.12.2013. El gremio UTE irá a la justicia con 18 casos de chicos a los que todavía no se les garantizó una vacante en alguna de las escuelas porteñas. El ministro Esteban Bullrich volvió a prometer soluciones, pero no fueron aportadas.
Por: Florencia Halfon-Laksman
Paula Galigniana es docente de primaria de la Escuela 21 de Soldati. Su hija menor, Victoria, no consiguió vacante para la sala de un año del nivel inicial, a pesar de que Paula ingresó siete opciones en el sistema de inscripción online. Su caso está entre los primeros 18 que el gremio Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) presentará esta mañana distribuidos en cuatro recursos de amparo ante el Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad. Ayer por la tarde, maestros, padres y alumnos protestaron frente a la jefatura del gobierno porteño.
Es el primer año que se realiza este método de inscripción, que estaba destinado a los chicos que cambiaban de nivel –de jardín a primaria, de séptimo grado a secundaria, o de quinto a terciaria– y también los que llegaban a la Capital desde otra jurisdicción o pasaban de un privado a un estatal. El sistema ofrecía cinco opciones y se podían agregar tres más.
Una parte importante de los reclamos tiene que ver con el incumplimiento del reglamento escolar, que establece las prioridades para la adjudicación directa de vacantes. Allí se contemplan los «niños con domicilio en el área de la escuela que ingresan en primer grado y que fueron alumnos de la sala de cinco años del establecimiento; hermanos de alumnos del establecimiento; e hijos del personal del establecimiento».
También es prioritario que los chicos vayan a una escuela que quede en un radio menor a las diez cuadras de su casa. Tal es el caso de Paula, la docente, y su hija Victoria, que viven en Boedo. «En los colegios donde yo trabajo no hay jardines maternales y en mi barrio tampoco. Por eso, la anoté en los siete jardines más cercanos. El más próximo queda a 14 cuadras y el más lejano, a 25, pero me informaron que se quedó sin vacante», contó Galigniana a Tiempo Argentino. A través de un mail, personal del Ministerio de Educación de la Ciudad le sugirió a Paula que eligiera en la página una vacante de las sobrantes. «Busqué escuela por escuela y no había vacante en ninguna salita de uno», detalló la docente.
El ministro de Educación Esteban Bullrich dijo ayer en Radio Continental: «Estamos viendo de manera personal cada caso y se va a respetar el reglamento escolar a rajatabla.» El funcionario reconoció la falta de vacantes en los primeros años del nivel inicial, pero aseguró que no habrá inconvenientes en el resto de los cursos y desde su cartera aseguraron que los 3500 reclamos que recibieron «estarán resueltos antes del miércoles» (ver aparte).
Silvina Reusmann, quien debió reinscribir a su hija por los errores del sistema, le dijo al sitio Infojus Noticias que el problema ahora es la «superpoblación» en primer grado. «Estamos inscriptos en grados colmados», resaltó, lo cual es también resultado de las decenas de grados que el gobierno porteño cerró el año pasado en escuelas públicas.
Autoridades de UTE adelantaron que, después de los cuatro amparos que van a presentar hoy, «hay casi cien que se van a presentar en el transcurso de la semana». Desde el sindicato aclararon que cada caso que recibieron fue enviado con copia a la cartera educativa porteña. Además, hay 67 reclamos presentados en la Oficina de Orientación de la Defensoría General de la Ciudad, la mayoría de los cuales podría derivar en causas judiciales, según explicaron desde ese organismo. Desde el gremio Ademys, que también participó de la manifestación de ayer, solicitaron «que se vuelva a la inscripción tradicional».