Ayer, la Ministra de educación Soledad Acuña, manifestó en la televisión en referencia al caso M. que le indignaba la hipocresía de quienes no se preocuparon porque les niñxs quedaran fuera de la escuela expuestos a lo que pudiera pasar durante el ASPO y que ahora se hacían eco del caso M. La niña nunca fue a la escuela, y si hubiese intentado hacerlo no hubiera podido, ya que en la CABA no hay vacantes, ni se construyen nuevas escuelas.
Durante toda su gestión, la Ministra no hizo más que perseguir a la escuela Isauro Arancibia donde concurren niñxs, jóvenes y adultxs que, como M. viven en situación de calle. Algunxs de lxs más de 7000 que se contabilizaron en la ciudad más rica del país. Una escuela donde lxs estudiantes se sienten amparadxs y cuidadxs.
¿Cuáles fueron las políticas de Acuña hacia la escuela a la que asiste población en situación de calle?
Querer demolerla para que pase el Metrobús,
Sacarnos el jardín maternal en el 2019.
Mandar un “interventor”
Las amenazas sobre nuestra escuela son permanentes.
El desprecio hacia la educación pública es evidente: Nos encontramos a diario con el abandono edilicio de las escuelas, con el intento de cerrar escuelas nocturnas y jardines como el del Hospital Ramos Mejía, entre tantos ataques cotidianos a los que resistimos colectivamente.
La Ministra Soledad Acuña se sube al oportunismo de la escuela del marketing a la que nos tiene acostumbradas Larreta y lleva adelante políticas que aseguran la pedagogía de la crueldad.
Susana Reyes
Directora (Jub) y fundadora del Isauro Arancibia
Angelica Graciano
Sec. Gral. de UTE