Miradas al Sur: Sociedad
Año 5. Edición número 203. Domingo 8 de abril de 2012
Por:
Foro por la Educación Pública de la Ciudad
En reiteradas declaraciones, el Ejecutivo de la Ciudad afirmó su compromiso por la educación pública, como ocurrió en la apertura de las sesiones legislativas de 2012, donde señaló que va a “seguir trabajando (…) para tener una mejor educación pública”. Veremos que la política de gobierno macrista expresa una notable contradicción entre sus dichos y sus hechos en relación con la política educativa.
Dejamos constancia de tres notas generales del macrismo: su concepción autoritaria de la gestión del conflicto; su orientación explícita a convertir al Estado en una Junta de Negocios de sectores empresariales y, tercero, una profunda reconfiguración del campo de lo público. Así tiende a la delimitación de quienes –bajo el clarificador término de “vecino”– tienen la potestad de utilizar un espacio que no es ni de todos ni para todos: los habitantes de la pobreza y especialmente los jóvenes constituyen un contingente que debe ser corrido de la vista de la “gente bien”. Esta posición abre paso a la legitimación de procesos de segregación, estigmatización, guetización y control implacable del Estado.
Se trata de «darle su lugar a cada quien» en un orden social jerárquico donde unos están «condenados al éxito» y otros a sobrevivir estigmatizados como menesterosos, indeseables y sujetos tutelados que, despojados de su calidad de ciudadanos portadores de derechos, pasan a convertirse en objeto sospechoso que debe ser sometido al control punitivo de un Estado esencialmente represivo.
En este marco se inscriben definiciones acerca del Programa de Puentes Escolares, nacido en 2001 como respuesta estatal para escolarizar a chicos y chicas en situación de calle. Bullrich informó el cierre de tres de esos centros educativos con el argumento sorprendente de que hay necesidades en otros lugares y procederá a su clausura.
El dramático pronunciamiento da cuenta del significado de esta definición política. Como dicen los docentes y profesionales de Puentes: «A contramano de aumentar la inversión en materia socioeducativa que los niños puedan imaginarse en otro lugar que no sea la calle, les quitan la comida y sus educadores, sin reparar en que lo único que ellos verdaderamente poseen son ¡TODOS LOS DERECHOS VULNERADOS! Los trabajadores de Puentes Escolares rechazamos enfáticamente la idea de abandonar a nuestros alumnos y alumnas pidiendo al Ministerio de Educación de la Ciudad disponga de más maestros y profesionales para la apertura de nuevos centros del Programa».
Como Foro por la Educación Pública de la Ciudad nos negamos a aceptar el modelo de sociedad clasista y excluyente que expresa la actual política neoliberal-conservadora en la Ciudad de Buenos Aires. Exigimos al Gobierno de la Ciudad la revisión de estas políticas autoritarias, tecnocráticas, excluyentes y profundamente injustas.
La democracia protagónica y participativa que nos debemos nos encontrará en las instituciones y en las calles, en las aulas, en los medios de comunicación, en los barrios y las iglesias, sindicatos y cooperativas resistiendo, construyendo, soñando, anticipando un futuro de dignidad y justicia sin exclusivismos ni exclusiones.