En medio de los inicios de clases en distintas provincias y con al menos doce medidas de fuerza, les docentes discuten y cierran sus acuerdos salariales. Con una paritaria nacional docente -que sirve como referencia a las jurisdicciones- que elevó el salario por jornada simple a $130 mil, en la Ciudad de Buenos Aires la ministra de Educación, Soledad Acuña, se apuró a decir que ya se cerró la mesa salarial docente y que el distrito será el que más días de clase tenga. Sin embargo, desde los sindicatos docentes señalaron que la discusión aún no está cerrada.
“Nosotros hablamos en la reunión y ahora están hablando los delegados en todas las escuelas y asambleas. Y vamos a hacer llegar cuál es la postura de nuestro sindicato”, dijo a El Grito del Sur Alejandro Brecciaroli, pro secretario gremial de UTE en la Ciudad de Buenos Aires. “Hay puntos a favor y otros en contra que son graves, como la propuesta anualizada que no es compatible con la coyuntura inflacionaria que vivimos”.
La propuesta salarial del Gobierno porteño -el distrito no tiene sancionada una ley de paritarias- consiste en una recomposición del 60% en seis cuotas: una suba del 14% en febrero, del 6% en abril, del 10% en junio, del 10% en agosto, del 10% en octubre y de otro 10% en diciembre.
“Ese es el punto más negativo, que es una mesa larga y no sabemos qué va a suceder en dos o tres meses. Vemos que en los plenarios ese punto se está rechazando”, explicó el representante gremial y, a su vez, destacó que lograron incluir en el acta una cláusula de revisión, en especial teniendo en cuenta que Capital Federal “fue una de las ciudades más caras para vivir en el país” según arrojó el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires de enero (7,4%). “Hubo un aumento en los medios de transporte. Nosotros queremos discutir un boleto educativo para docentes y estudiantes. Hay cosas que no están plasmadas en esa mesa”, apuntó.
Para la UTE es importante garantizar una mesa salarial corta ya que en 2022 “la propuesta fue de 44% para todo el año y mediante la lucha logramos un 107,72% en la Ciudad, 14 puntos arriba de la inflación”.
Por otra parte, Brecciaroli subrayó que “en esta discusión salarial se pudo conseguir que los trabajadores de la educación cobremos el sueldo desde febrero”. “Históricamente se paga desde marzo y cobramos en abril. Este año se pudo conseguir que el sueldo aumente en el primer tramo”, destacó.
En Provincia de Buenos Aires la realidad es otra
En el caso de la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof logró cerrar una paritaria con los gremios docentes. “Es una paritaria corta -celebró en diálogo con este medio María Laura Torre, secretaria general adjunta del SUTEBA-. Se mantiene por arriba de la inflación, al igual que pasó en 2022, que la inflación fue de 95% y cerramos en 107,8%”.
El acuerdo, explicó la referenta, estipula que el piso por el que se comienza a discutir es el sueldo de febrero, no el de diciembre del año pasado.
En total, la paritaria del primer semestre implica una suba acumulada del 43,5% para el cargo de maestro grado inicial. De ese total, el 40% son fondos provinciales y el resto con aportes del gobierno nacional. El incremento, además, será percibido por les docentes jubilades e incorpora una cláusula de revisión y monitoreo.
“La propuesta tiene tres tramos: marzo, mayo y julio. En febrero un docente que recién comienza en jornada simple estaba cobrando $115 mil y en marzo pasa a cobrar $140 mil y $187.500 el de mayor antigüedad. En mayo, $150 mil y $200 mil y en julio el que recién comienza $165 mil el de mayor antigüedad $221.900”, puntualizó Torre. Si le docente trabaja jornada completa, esos montos se duplican.
Y añadió: “Al mismo tiempo se ratificó un acuerdo de la CTERA a nivel nacional que es llevar los ítems que queremos que sean tenidos en cuenta a nivel nacional y no tengan el descuento de la cuarta categoría”.
Impuesto a las ganancias
En la apertura del ciclo lectivo de 2023, el presidente Alberto Fernández señaló que “hoy la preocupación de los docentes es no pagar ganancias”, pero los representantes gremiales matizaron esta afirmación y reivindicaron que “el salario no es ganancia”.
“Por eso la pelea que damos desde la CTERA es tener un salario acorde a nuestro trabajo -afirmó Torre-. La mayoría no discute la cuarta categoría, hay una pequeña parte que tiene esa preocupación”.
Por su parte, Brecciaroli aseguró que “se lograron sacar del cómputo conceptos como viáticos”. “Y en la paritaria a nivel nacional se ha sacado, por ejemplo, el concepto de ruralidad o modalidades específicas que en la Ciudad no tenemos. El trabajador no tendría que pagar ganancias o el impuesto a los ingresos no debería alcanzar a los asalariados”.
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