Luego de la viralización en las redes sociales de un video donde se ve a la ministra de Educación de la Ciudad atacando a docentes e incentivando a las familias a denunciar una supuesta “bajada de línea” en las aulas, se produjo un masivo repudio a sus declaraciones y, además, se exigió su renuncia al cargo.
Con el hashtag #OrgullosamenteDocente y #RenunciáAcuña, miles de personas le contestaron a la ministra, hasta convertirlo en trending topic de Twitter. “#OrgullosamenteDocente, vengo de familia pobre y estudié en la universidad pública. Le di clase a los pobres y a los ricos porque somos DOCENTES con la cabeza y el corazón, no con la billetera”, tuiteó Marta Payero Núñez.
Acuña había señalado, durante una videoconferencia organizada por el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias, que el “perfil de los estudiantes cada vez va teniendo un sesgo más claro. Son personas cada vez más grandes de edad que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras”.
El Normal 2 Mariano Acosta, uno de los más prestigiosos de la Ciudad, difundió su respuesta con rapidez fulminante:
Para la Ministra Soledad Acuña somos
LA RAÍZ DE TODOS LOS MALES.
Lxs estudiantes de lxs profesorados son gente grande, de poco capital cultural, que han fracasado en otras carreras, cuando llegan a los Institutos se encuentran con docentes que no saben enseñar a enseñar. Solo nos interesa la militancia partidaria. Bajamos linea política todo el tiempo. Las familias deberían denunciarnos. Somos violentos y sólo nos opusimos a la Unicaba para sostener el status quo. Fuimos pocos pero que gritamos fuerte. Y siguen los insultos, las mentiras, los datos falsos de alguien que desprecia profundamente la Educación Pública. Sigamos siendo la raíz de todos los males. Somos raíz. Ya quisieron enterrarnos y se olvidaron que éramos semilla.
“Fue un ataque brutal. Es muy grave lo que dice en contra las maestras. Dice que las que estudiamos el magisterio somos grandes y unas fracasadas porque no elegimos otras carreras. Dice que no tenemos capital cultural porque pertenecemos a clases bajas, es muy grave”, respondió Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE).
“La ministra habla de la importancia de enseñar a pensar, mientras estigmatiza a los docentes que trabajan y luchan por mejorar sus condiciones para formarse como actores partícipes de la educación y no como tecnócratas fuera de su historia. Instala la desconfianza sobre la tarea docente en las familias, como si padres y madres debieran cumplir una tarea de vigilancia sobre quienes han estudiado para enseñar, deslegitimando su labor. Incluso insta a la denuncia como en las peores épocas de nuestra historia”, indicaron en una carta diversos organismos de Derechos Humanos, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
La CTA de Los Trabajadores de la Ciudad también criticó los dichos de la ministra y marcó: “No es el único maltrato de la gestión de Larreta y sus funcionarios. Maltratan a los 6.500 estudiantes a quienes les negaron conectividad y las notebooks a los pibes, a quienes sientan en patios bajo una sombrilla ‘a pasar el rato’ y a los enfermeros a quienes les desconocen su carrera profesional y como si fuera poco, hacen apalear por la Policía de la Ciudad”.
En Twitter, una de las respuestas que mayor repercusión tuvo fue la de Mariel Analía Gómez, quien señaló: “Soy docente y soy macrista. Soledad Acuña tiene que poner a disposición su renuncia hoy mismo. Su desempeño en el cargo es aún más patético que sus dichos de hoy.”
El diputado nacional y ex titular de CTERA, Hugo Yasky, también fue otro que apuntó duramente contra la funcionaria del gobierno porteño: “Soledad Acuña rompió un récord incluso para el macrismo. No hay antecedentes, en toda la historia argentina, de una autoridad educativa que insulte de esta manera a la carrera docente y a la educación pública. El repudio a estos agravios debe ser total.”
En tanto, la politóloga María Esperanza Casullo evaluó: