«Nuestra definición política es revalorizar el rol de la maestra y el maestro»

monona en el grito del sur

«Monona» Gutiérrez cumplió recientemente 365 días al frente del sindicato UTE-CTERA. En su primer año de gestión, la nueva conducción del principal gremio docente porteño se centró en incrementar los beneficios sociales para sus afiliados/as y mejorar los niveles de participación, en un contexto difícil producto de la embestida del gobierno nacional contra el conjunto de los trabajadores.

En una extensa entrevista con El Grito del Sur, la secretaria general hizo un balance de la actualidad de UTE y también proyectó a futuro. «Mi primer discurso en la asunción fue conseguir un predio porque soy peronista y creo que nos merecemos el disfrute, el goce y la alegría. Nos merecemos un predio propio para que las maestras y los maestros puedan tener su lugar», señaló.

¿Cuáles fueron sus principales logros en este primer año de gestión al frente de UTE?

Fue un año de devolverle a las compañeras y los compañeros muchos reclamos históricos que tienen que ver con la acción social. Tampoco puedo dejar de pensar que volvimos a jugar en política, dejamos de ser los enojados de la política para sentarnos en las mesas y empezar a hablar con cualquier persona que hace política partidaria. Por ello ingresamos al PJ Ciudad, lo cual también era un pedido histórico en la agrupación celeste del sindicato. La lista se armó en unidad con todos los sectores del peronismo, nos dieron el sexto lugar teniendo así a cargo la Secretaría de Educación. Por otro lado, empezamos a tener un sindicato abierto para todos, todas y todes, buscamos que el aporte del docente le vuelva de una u otra manera a sus afiliados y afiliadas y yo creo que hoy estamos en condiciones de decir que lo logramos. La frutillita del postre fue la primera gran fiesta del Día del Maestro, donde metimos más de 2000 personas y colmamos la capacidad del lugar. Asimismo, nos propusimos que no podía haber ningún maestro y ninguna maestra sin un pan dulce y una sidra en su mesa y el sindicato lo hizo posible. Fue la primera vez que como docentes recibimos una caja de Navidad: las maestras jubiladas venían con su changuito y nos abrazaban llorando porque decían que nunca habían tenido un reconocimiento.

¿Cómo gestionaron todo esto?

Se hizo un esfuerzo, se apostó a eso y entregamos 7000 cajas de Navidad a fin de año. Nos propusimos también como un hecho histórico entregar los guardapolvos totalmente gratuitos para cada maestro y maestra y a quienes tienen hijos la cantidad de guardapolvos por los hijos que tenían, así como un kit escolar con un montón de cosas. Por otro lado, estamos duplicando la cantidad de gente en las columnas de las marchas que convocamos con la presencia de muchos jóvenes y muchos históricos. Fundamentalmente vemos un recambio generacional, maestros y maestras que se acercan por primera vez al sindicato para participar desde otro lado.

¿A qué atribuyen estos cambios?

Nosotros venimos de 16 años de macrismo donde nos golpeaban y nos sacaban comisiones de servicio. Entonces me parece que hay que poner un poco en contexto todo lo que se vive, todo el ajuste perverso de un gobierno nacional que no para de ir contra los trabajadores a vulnerar sus derechos o a dejarlos sin laburo. Nosotros conseguimos titularizar a 1800 compañeros del nivel superior. Esto sucedió también porque no es lo mismo este Ministerio de Educación porteño que el que estaba antes. Estábamos acostumbrados a una ministra que nos decía «zurdos y fracasados», al menos ahora se escucha al sindicato. Después queda claro que estamos en distintas veredas. Lo cierto es que existe un diálogo que antes no teníamos. Estamos yendo a las mesas a debatir los diferentes temas.

Quería también que nos cuentes más respecto a la importancia de la formación político-sindical. ¿Por qué vienen impulsando este tipo de iniciativas?

Nosotros no teníamos más la formación político-sindical en servicio y volvimos a firmar un convenio con el Ministerio para poder garantizar que las maestras, los maestros y los profesores puedan salir de la escuela y venir a capacitarse al sindicato. Hoy son más de 600 delegados que salen de las escuelas para capacitarse con nosotros. Se trata de una capacitación de todo el día, donde se le pone un contenido pedagógico y político muy importante del cual estamos recontra orgullosos. Yo me crié con esas formaciones y ahora volvimos a ponerlas en valor.

No puedo dejar de hablar de algunas situaciones que golpean a la escuela, como lo que tiene que ver con el vandalismo y el ataque a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. ¿Qué reflexiones te merecen los distintos actos movilizados por el odio?

A mí me parece que las maestras y los maestros estamos acostumbrados a estos discursos de odio, más los de Capital. Llevamos más de 16 años de una gestión con la cual no acordamos en lo político. Ellos nos quieren solos, tristes y amargados. Por eso hay que organizarse, sindicalizarse y estar en la calle. La alegría es nuestra porque los pibes nos escuchan y esa es la línea correcta. Milei es un loco desquiciado que está destruyendo todo.

Vienen acompañando constantemente la lucha de los jubilados. ¿Por qué es importante acompañar sus reclamos?

Nosotros creemos que es importante acompañar porque son reclamos históricos. Como docentes no tenemos una jubilación de privilegio como algunos creen, sino que es una jubilación especial porque se aporta más. Los jubilados son nuestra historia, ¿cómo no vamos a acompañar y cuidar a nuestros viejos? Si bien estamos replanteando la manera de movilizarnos y cómo avanzamos hacia esas marchas, no nos vamos a detener y vamos a seguir cuidando a nuestros jubilados.

Estamos a pocos días de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo ves el panorama en general?

En la lista de «Es Ahora a Buenos Aires» tenemos a Gustavo Cañete, un compañero de la Comisión Directiva que es maestro en el Distrito 20. Yo creo que tenemos posibilidades, la gente de Capital se cansó del mismo color político. Creo que es ahora y hay que votar la lista que encabeza Leandro Santoro.

¿Cómo ves en la actualidad la lucha docente?

Estamos medio complicados porque venimos de grandes luchas como la Carpa Blanca, si bien yo soy más contemporánea de la Escuela Itinerante. Hoy perdimos la paritaria a nivel nacional, no es lo mismo tenerlas que no tenerlas. Tenemos que volver a tener las paritarias nacionales porque eso no nos fija un piso para todas las provincias porque sino cada uno empieza a pelear su salario y se pierde el rol de la central que nos unifica, que es CTERA. Este gobierno viene claramente a avasallar los derechos de los trabajadores, de nuestros pibes y pibas. Por eso estamos tratando junto a CTERA de dar una lucha y un contenido a todos nuestros reclamos históricos: el FONID, las paritarias y la jubilación docente. No nos van a faltar ideas y de hecho estamos terminando de cerrar una que no puedo decir, pero que va a salir durante el mes de septiembre a nivel nacional junto a todas las provincias. No podemos bajarnos de la lucha, por memoria a los que estuvieron en la Carpa Blanca.

Recién mencionabas la falta de paritaria. Siendo que la Ciudad de Buenos Aires tiene mayores recursos económicos que otros distritos, ¿en qué situación se encuentra hoy en día el poder adquisitivo de los maestros?

Acá en la Ciudad tenemos mesa salarial. Nosotros tendríamos que hablar con Hacienda, que es quien paga los salarios docentes. Nos ofrecieron un 9% trimestral, 4,5% a fin de mes. En el mes del medio se repite el 4,5% y el último mes 4,5 más, según la cantidad de antigüedad. Antes estábamos muy abajo en la escala salarial, pero ahora hemos ido escalando porque logramos un desachatamiento de la escala salarial dentro de CABA y hoy estamos terceros en todo el país. No alcanza y falta un montón, pero no estamos como en el momento de la Carpa Blanca, cuando los docentes se colgaban el recibo de sueldo en el guardapolvo. Obviamente nunca nos va a parecer que estamos bien y más acá en la Capital, el lugar que tiene más recursos. Estamos en esa disyuntiva, pero son nuestros maestros y nuestras maestras quienes determinan si lo que se ofreció está bien o está mal, si se hace paro. Nosotros siempre firmamos a referéndum del cuerpo delegado y lo debatimos en asambleas y plenarios.

Ahora que ya están en el segundo año, ¿cuáles serían los principales desafíos para poder seguir con el avance de la gestión?

Yo quiero un predio (risas). Mi primer discurso en la asunción fue conseguir un predio porque soy peronista y creo que nos merecemos el disfrute, el goce y la alegría. Nos merecemos un predio propio para que las maestras y los maestros puedan tener su lugar y se sientan parte y se sientan dueños de ese espacio para la distracción, que puedan conocerse allí. No sé si va a ser este año, no creo, pero es algo que sí está pendiente y que anhelamos. También hay una clara definición política que es estar en los territorios y revalorizar el rol de la maestra y del maestro, que fue tan desprestigiado durante mucho tiempo. El otro día estuvimos en la Feria del Libro y yo les decía a tres compañeras: «Hagamos lío». El hacer lío es estar en los barrios, estar con la cabeza en el territorio y los pies en el barro. Eso es lo que tratamos de hacer: estar en las escuelas, de ver los conflictos, de solucionar, acompañar y reivindicar el laburo docente, que es un montón. Estamos cansados que la gente de atrás de un escritorio nos diga lo que tenemos que hacer o las pedagogías hermosas que inventan. Los que hacemos pedagogía somos los que estamos todos los días en la escuela con nuestros pibes y nuestras pibas. Yo creo que toda reivindicación que le vuelva al maestro y a la maestra es una meta a cumplir durante todo este año, tal como lo hicimos exponiendo en la Feria del Libro. En fin, queremos poner en valor el laburo docente de todos los días.

Fuente :El grito del sur