Después de la histórica “2da Marcha de los Profesorados” en la que participamos miles, ayer el Ministerio de Educación tomó dos decisiones: 1) Levantar unilateralmente la reunión con los sindicatos para tratar el tema de la UNICABA y 2) utilizar los medios de comunicación para respaldar su proyecto. De esta manera, nuevamente vuelve al monólogo y evita el diálogo que tanto pregona.
En una entrevista la Ministra Soledad Acuña, y como parte de su estrategia monologuista, ingresó en el ámbito de la enseñanza de la matemática. Afirmó que no importa que sean, 29, 15 o 1… “lo importante es cómo se enseña a enseñar…”. Escuchamos con atención su crítica hacia esta enseñanza en nuestros queridos profesorados y nos vimos sorprendidos por su “hallazgo” de un “novedoso enfoque” que ya está escrito en el Diseño Curricular de la CABA hace más de una década. Es más, el “problema como desafío a resolver” es materia de trabajos académicos de larga data y viene trabajándose, investigando y enseñándose en los profesorados y en la formación permanente de la Escuela de Maestros a su cargo. ¿Lo sabían las autoridades? Quienes trabajamos en los distintos niveles y modalidades lo aprendimos en las escuelas normales y en los institutos.
Si su deseo es discutir cómo se forman lxs docentxs, creemos que es necesario convocarnos a todxs a debatir (cuestión ya planteada desde los rectorados de los IFD con más de una nota). Es más, quienes desempeñamos este trabajo vivimos reflexionando sobre nuestra tarea para luego modificar, repensar, lo planificado. Nuestra tarea implica movimiento por lo que el cambio es parte de nuestro cotidiano.
Luego, buscando una defensa a ultranza de su proyecto de ley que tiene el rechazo pleno de las comunidades educativas, de sus claustros, de universidades (privadas y nacionales) y de organizaciones sindicales de la ciudad y nacionales aseguró que los puestos de trabajo estarán garantizados. Una parte del articulado establece la transferencia del personal docente y no docente. Ello implica, lisa y llanamente, dejar sin marco normativo regulatorio a los docentxs. Este proyecto parte de un diagnóstico equivocado, ya que muchas de las iniciativas que propone la UniCABA se realizan actualmente en los institutos (estudiantes volantes, acciones de investigación y extensión, vínculo con otros centros de estudios, etc.) A esto se suma que el proyecto no precisa detalles respecto de la estabilidad laboral, cuestiones previsionales, ni ninguna de las demandas planteadas en las presentaciones efectuadas por las distintas comunidades.
Si no hay rectores no hay quien firme un título, si se desintegran los IFD de la CABA, tampoco. Un eventual rector o rectora de la UniCABA no puede firmar un título que no expidió la casa de estudios que dirige. Habría potencialmente en la puerta unas veintiocho mil demandas de parte de los estudiantes que ingresaron a un IFD y a los que livianamente le dicen que todo está garantizado.
Lo único claro es que el espíritu de la ley habla de “transferencia” es decir que se enmarca en las políticas públicas que lleva adelante el Gobierno de Larreta, en el que se desfinancia el presupuesto educativo (pasando del 30% al 18%) y presentan soluciones mágicas a problemas que generó el propio gobierno. Otra cuestión que sí está aclarada en el artículo 12 es que se crearía una comisión de seguimiento para garantizar la participación de una mayoría de representantes del oficialismo. De esta manera, la voz de estudiantes, graduados y docentes será negada.
Hablan de escuchar propuestas pero, cuando desde la UTE, propusimos la creación de un boleto educativo que incluía a los estudiantes de los profesorados, Macri y Larreta no tomaron nota de la demanda. Hablan de jerarquizar pero proponen una universidad “de segunda” que no respeta ni siquiera las mínimas condiciones democráticas de elección de autoridades ni de autonomía.
Llamamos a la reflexión a las autoridades ya que intentar desprestigiar a los docentes en los medios no da la idea de querer jerarquizarlos, es más, darles un aumento por debajo de la inflación tampoco jerarquiza.
Como ya lo señalamos, el gobierno de Rodríguez Larreta oye pero no escucha, ya que todos los actores involucrados se han manifestado en contra del Proyecto y el único apoyo que tiene es de los funcionarios que lo impulsaron.