13.12.2013. El ministro de Educación aceptó en los hechos los problemas del nuevo sistema para anotarse en los colegios públicos porteños. Ayer, padres indignados cortaron Paseo Colón. Habrá protestas en los barrios y el lunes, marcha a la Jefatura de Gobierno.
Padres, docentes y chicos se movilizaron ayer al Ministerio de Educación de la Ciudad, donde reclamaron vacantes para sus hijos que no figuran en el sistema, están en lista de espera o fueron asignados a escuelas que no les corresponden. Sin una respuesta certera por parte de las autoridades, convocaron a protestas en los distintos barrios y a una nueva manifestación el lunes frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. El ministro del área, Esteban Bullrich, dijo que ponía su número de celular a disposición de los padres para los reclamos, aunque luego se limitó a dejarlo en la producción del programa radial donde fue entrevistado. Al mismo tiempo, admitió que las denuncias ya llegan a tres mil y reconoció que “no todos van a tener la escuela que quisieron”.
“Esto es una mezcla de ineptitud y perversión”, aseguró Marcelo Pascal, uno de los papás presentes en el corte de ayer en Paseo Colón al 200, frente al ministerio, donde se reunieron docentes con el guardapolvo blanco y sus hijos en brazos, mamás con sus nenes con los pintorcitos cuadrillé del preescolar y carteles que decían “vacantes para todos”. Muchos de los chicos que egresaron esta semana de ese nivel o séptimo grado ahora no tienen un destino cierto por las fallas del sistema online de inscripción, que ya habían sido advertidas al ponerse en marcha el mes pasado. Una mamá que se llama Claudia lo definió como “un capricho caro”.
“Hoy (por ayer) fue el cierre de ciclo del preescolar de mi hijo Facundo y los pibes armaron una obra de teatro relinda, pero el cierre fue triste porque de los 17, 18 que son, cinco no teníamos vacantes para el primario –en la escuela 19 del distrito 11, Flores– y todos los padres lo sabíamos. Así que la verdad es muy triste, sumado a que mi hijo me preguntó: ‘Papá, ¿por qué no me quieren en mi escuela?’”, contó Pascal ante la multitud.
Como él muchas personas fueron dando su testimonio, todos preocupantes, algunos más graves que otros. Padres con hijos con discapacidad o nenes adoptados que estaban haciendo su adaptación y comunidades educativas destrozadas, como la Escuela 4 del Distrito 11, en Flores, en la cual de los sesenta alumnos del preescolar, sólo tres consiguieron la vacante para seguir en la primaria del mismo colegio.
“Fueron al establecimiento a anotar a los chicos y entregamos toda la documentación, pero cuando llegó el 9 de diciembre tratamos de entrar al sistema o llamar al 147 y resultó ser que ninguno de nuestros hijos aparecía en el sistema. De los sesenta chicos ingresaron a primer grado tres. Nadie se hace responsable. A la de 5 recién ayer (por el miércoles) la pude reinscribir por Internet, pero no tiene vacante y estamos todas las madres igual. La primera inscripción desapareció”, relató Ana Paula Pereira, madre de Milagros Pereira.
En este sentido, la mujer denunció que el ministerio negó que haya enviado facilitadores a ese colegio. “Vine al ministerio y me dijeron que no habían enviado a ninguna persona a inscribirlos al colegio. ¿Y las tres personas que estaban en el colegio quiénes eran entonces? No nos dieron ningún papel. Ahora pusieron un letrero en una de las aulas que dice que van a sortear las vacantes con los últimos tres dígitos del documento y el número de orden. O sea que la educación de nuestros hijos está librada al azar.”
En el reclamo también se hizo presente el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, que señaló que lo que se pide es insólito para un país que sancionó la ley 1420 en 1884. “Lo que se está pidiendo es algo insólito: por cada inscripción, una vacante. Por eso seguiremos manifestándonos en las calles y en la Justicia para que se cumpla con el artículo 24 de la Constitución de la Ciudad.”
Por otro lado, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, intentó llevar “tranquilidad” a las familias aunque adelantó: “Hay escuelas puntuales, muy demandadas, que han cubierto sus vacantes, entonces esto no quiere decir que todos tengan la escuela que quisieron. Pero esto ya pasaba antes de la inscripción online”.
Además, admitió que los reclamos ascendieron a tres mil y dejó su número de celular a la producción del programa radial de Víctor Hugo Morales para que los padres con dificultades lo llamen. “Esto es ridículo y berreta. Nosotros le habíamos advertido que lo del sistema era una decisión apresurada y no difundida y ahora todo es un caos. Esto pasa cuando se ejecutan políticas con liviandad. Es una política mal implementada desde el vamos”, indicó al respecto la consejera por los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Claudia Fernández.
Por su parte, el jefe del Area de Derechos de la Educación de la Defensoría porteña, Gustavo Lesbegueris, aseguró que “el sistema de inscripción online fracasó porque no se garantizó la tan declamada ‘transparencia’ en la asignación de vacantes, al no respetarse las prioridades de otorgamiento establecidas en el Reglamento Escolar Vigente ni los recaudos necesarios para preservar los datos personales obrantes en la documentación que las familias aportaron a los ‘facilitadores’ y que ahora se reconoce pudieron haberse ‘extraviado’”.
Informe: María Julieta Rumi.