12.07.2014. Ocurrió en una escuela primaria del barrio de Villa Crespo. El Gobierno de la Ciudad explicó que la empresa contratada para hacer la desratización había olvidado unos cebos en el comedor. Los chicos, de 1º y 2º grado, evolucionan bien.
Al menos ocho niños, alumnos de 1º y 2º grado de una escuela pública del barrio porteño de Villa Crespo, fueron atendidos ayer en el Hospital Ricardo Gutiérrez luego de haberse intoxicado con cebos de veneno para ratas que se encontraban dentro de la institución. Una empresa fumigadora los había olvidado en sus tareas durante el feriado del miércoles. Mientras el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires sostuvo que “fue una negligencia de la empresa que realizó la desinfección”, legisladores de la oposición presentaron pedidos de informes para que el Poder Ejecutivo dé explicaciones sobre lo ocurrido.
Los chicos se intoxicaron el jueves al entrar en contacto con cebos de veneno para ratas que una empresa fumigadora subcontratada había dejado olvidados en el comedor de la Escuela 16 Andrés Ferreyra, del Distrito Escolar 7, ubicada en Apolinario Figueroa 661.
Los padres aclararon que los chicos que entraron en contacto con el veneno son unos 8 o 9. Una mamá contó que su hijo se puso en la boca uno de los cebos pensando que era una pastilla y, como no le gustó, lo dejó enseguida. Al no detectarse el problema a tiempo, fueron atendidos inmediatamente por intoxicación y ahora deberán realizar un tratamiento, aunque ninguno presenta complicaciones.
Ayer, la escuela no tuvo actividades. Las clases serán retomadas recién el martes de la semana que viene. El lunes próximo, personal del Ministerio de Educación de la Ciudad y especialistas en Toxicología del Gutiérrez tendrán una charla informativa con los docentes y padres de los alumnos.
“Los chicos fueron atendidos en el Hospital de Niños y se encuentran bien”, aseguró ayer el subsecretario de Educación porteño, Carlos Regazzoni, quien visitó a los afectados y luego mantuvo una reunión con sus padres. “Estamos muy preocupados con lo ocurrido y actuaremos con todo el peso de la ley sobre los responsables”, sostuvo.
En este sentido remarcó que fue una “negligencia” de la empresa de fumigación el haber olvidado los cebos de veneno en la escuela y añadió que “acá hay una responsabilidad clara porque estos procedimientos están perfectamente pautados y esto no debería haber pasado de ninguna manera”.
Ana Ríos, secretaria de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), señaló a Página/12 que en lo ocurrido “hay responsabilidad del Gobierno de la Ciudad, que no garantiza las condiciones dignas de enseñar y aprender en todas las escuelas porteñas. En vez de hacer licitaciones, les encomienda a empresas el mantenimiento de las escuelas y éstas, a su vez, tercerizan el servicio sin ningún control”.
Con respecto a la empresa fumigadora que trabajó en la escuela de Villa Crespo, Ríos explicó que fue subcontratada por la compañía Mejoramiento Hospitalario (MH). “Mantenimiento Hospitalario es una gran gerencia contratada por el gobierno que tiene a cargo varias escuelas de la Ciudad. Esta misma empresa ya tuvo problemas en abril de 2013, cuando no garantizó las condiciones de seguridad a un operario, que murió cuando cayó del techo de la Escuela 17, muy cerca de la Andrés Ferreyra”, indicó.
En tanto, la legisladora porteña Lorena Pokoik (FpV) presentó un pedido de informes, que fue acompañado por los diputados Pablo Ferreyra y José Cruz Campagnoli, para que “el Gobierno de la Ciudad explique si hubo suspensión de las clases durante el momento de la fumigación y los motivos por los cuales la empresa dejó los cebos al alcance de los chicos”.
Pokoik sostuvo que “esta situación no sólo implica un accionar negligente por parte de la empresa fumigadora, sino que muestra una falta de responsabilidad por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad al no haber realizado eficientemente los controles que le corresponden”.
“Resulta indignante que en ocasión de efectuar fumigaciones y desratizaciones de este tipo el Ministerio de Educación no adopte las medidas de seguridad necesarias para evitar consecuencias graves para la salud de los alumnos”, afirmó Campagnoli (Nuevo Encuentro-FpV).
Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) declaró por su parte que “el gobierno porteño habilita a contratistas privadas irresponsables y no las controla. En vez de hacer el propio Estado las obras y refacciones, las terceriza, con lo cual nos cuestan más caro y además generan riesgos para los chicos, como en este caso”.
Bodart detalló que “el gobierno macrista le otorgó a Mejoramiento Hospitalario SA numerosas obras en escuelas y hospitales e incluso la concesión de la playa de estacionamiento subterránea E-03, en avenida Córdoba al 700. MH nació en 2001 como ‘empresa de limpieza’ y está denunciada por precarización laboral”.