18.04.2013. El joven analizaba el techo de la escuela 17 de Villa Crespo cuando se desplomó al piso durante una clase de educación física de 6º grado. En el colegio ya hubo denuncias anteriores por mal manejo de las obras. El gremio responsabilizó al gobierno porteño.
La crisis edilicia de las escuelas públicas porteñas tuvo una víctima fatal el martes cuando un operario murió después de haberse caído del techo de la escuela Nº 17, ubicada en Julián Alvarez 240, en el barrio de Villa Crespo. El hombre se desplomó en el patio del colegio cuando los chicos de 6º grado estaban en clase de educación física. La escuela ya había denunciado irregularidades en las obras del edificio. UTE-Ctera responsabilizó al gobierno porteño por el hecho.
Todo ocurrió cerca de las 15 del martes, cuando dos operarios de la firma Mejoramientos Hospitalarios S.A., contratada por el gobierno porteño, fueron a hacer un relevamiento por problemas de humedad. Uno de ellos, Gerardo Rodríguez, de 20 años, les pidió a la directora y la vice que los acompañaran al techo para ver por dónde se filtraba el agua. Una vez arriba, se subió a una silla sobre la chapa y el policarbonato, tras lo cual cayó desde 20 metros de altura al patio, donde estaban los alumnos en clase de educación física.
Ambas docentes bajaron entonces a los gritos y la profesora de gimnasia juntó a los chicos y los apartó de la escena. El hombre quedó en el piso, ya desfigurado, hasta que llegó el SAME, 30 minutos después. Durante la espera, la directora corrió hacia la calle, paró a un patrullero e hizo entrar a la policía. Finalmente, cuando llegó la ambulancia, el joven fue derivado al Hospital Durand, donde murió a las 19.30.
“Esta escuela viene con complicaciones. Ya hubo denuncias formales de la directora y también del gremio y lo único que hacen es mandar a distintos personajes que vienen, sacan fotos y hacen informes. Acá hay problemas de humedad, techos rotos y una sala de artes plásticas y el gimnasio inhabilitados. Vienen, te arreglan la luz y te rompen el techo y así queda. En 2009, un pibe se quedó pegado a una pared electrificada y se salvó de milagro”, denunció la delegada gremial de UTE del distrito, Mariana Herbstein.
El subsecretario de Educación porteño, Carlos Regazzoni, se hizo presente ayer en la escuela, donde calificó el accidente como “una desgracia lamentable”. Además, envió sus condolencias a la familia de la víctima a través de la empresa contratista y dispuso la asistencia de equipos de orientación escolar, infraestructura y mitigación de riesgo.
“Regazzoni se hizo presente junto a otros funcionarios y calificó lo sucedido de accidente desafortunado y no es así porque hay una serie de irregularidades que son responsabilidad del Gobierno de la Ciudad. Al final reconoció que había cosas mal hechas y que la escuela está en pésimas condiciones. Tuvo que morir alguien para que vengan y hagan algo. Lo que más bronca me da es que la última vez que estuvo Regazzoni en la Legislatura yo llevé la carpeta con los problemas de esta escuela y él mostró un power point con las cifras que supuestamente invierten en educación”, contó Herbstein.
Por otra parte, una de las profesoras de gimnasia de la escuela, Laura González Young, se lamentó por lo sucedido y convocó a una sentada. “Lo que pasó fue la crónica de una muerte anunciada. El chico iba acompañado de la directora y de buena voluntad se sube a una silla en el tinglado para ver la humedad. Lo hizo como un favor y se mató. En el patio los chicos vieron todo. Ahora hay una investigación policial y la escuela está de duelo. Vamos a tener dos días con jornadas de reflexión y mañana a las 8 vamos a hacer una sentada frente a la escuela en defensa de la educación pública y en reclamo de obras.”
Desde la oposición, el legislador del FpV Francisco “Tito” Nenna presentó un pedido de informes mientras que la legisladora de Nuevo Encuentro Delia Bisutti propondrá un proyecto de declaración.
“Manifestamos el profundo pesar por lo ocurrido y exigimos al Gobierno de la Ciudad que dé las explicaciones pertinentes y agilice las respuestas respecto de la empresa contratada por el Ministerio de Educación para dicha obra. Hoy se debe lamentar la pérdida de la vida de un trabajador por la negligencia de una empresa que no le brindó los recaudos de seguridad necesarios y un Estado negligente que no realiza los controles. Lamentablemente, no es la primera víctima fatal que el gobierno de Macri tiene en su haber por falta de controles del Estado”, manifestó Bisutti.
El dirigente de la UTE (Ctera), Eduardo López, aseguró que “todo accidente que se puede evitar no es un accidente. Queremos que desde el Ministerio de Educación porteño se encarguen del abordaje pedagógico. No se puede naturalizar esta muerte y seguir como si nada hubiera pasado, máxime cuando tiene que ver con las condiciones de trabajo. Nos solidarizamos con la familia de la víctima y con los compañeros. Esta escuela tiene problemas como tantas, pero en este caso termina así”.