El martes 4 de mayo de 2021 será recordado como el día en que, mientras quedan apenas 81 camas de terapia intensiva en toda la Ciudad de Buenos Aires, la Corte Suprema de Justicia decidió que la salud de la comunidad vale menos que la campaña política de Horacio Rodríguez Larreta.
Mientras el país atraviesa el momento sanitario más crítico desde el inicio de la pandemia, con récords diarios de contagios y fallecimientos y con el mayor índice que ocupación de las camas de Terapia Intensiva, el Jefe de Gobierno consiguió un fallo hecho a la medida de sus deseos electorales, que deja a estudiantes, familias y docentes expuestos a las consecuencias de la segunda ola del virus.
El fallo de la Corte que no es una medida a favor de la presencialidad. Es un atentado contra del dispositivo sanitario del Gobierno Nacional que, a la luz de los contagios que genera circulación, dispuso medidas sanitarias para reducir los casos.
Las y los docentes volvemos a demostrar que tenemos muchísima más dignidad que cinco jueces que fallan desde su casa.
Los jueces firmaron este fallo miserable, sentados en la comodidad de sus hogares, porque tienen miedo de contagiarse, dispusieron que miles y miles de niñas, niños, adolescentes, familias y trabajadores de la educación vuelvan a amontonarse en subtes y colectivos para cumplir el capricho del Jefe de Gobierno y sus ministros Soledad Acuña y Fernán Quirós.
La Unión de Trabajadores de la Educación seguirá luchando junto a las familias que a lo largo de estos días demostraron que no le temen a los aprietes y las amenazas de los funcionarios que piden los listados de las y los docentes que dan clases de manera sincrónica y a través de plataformas virtuales, y también de las y los estudiantes cuyas familias consideran que la mejor opción para preservar la salud de la comunidad es respetar las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno nacional hasta el 21 de mayo.