Menos nacimientos, menos matrícula: la baja natalidad reconfigura el mapa escolar porteño

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La caída de la natalidad en la Ciudad de Buenos Aires ya se traduce en una disminución de la matrícula en los niveles inicial y primario. Los gremios docentes proponen la creación de nuevos cargos para afrontar el cambio demográfico sin ajustar sobre las escuelas.

En los últimos años, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires atraviesa una silenciosa pero profunda transformación demográfica que ya se hace sentir en las aulas. Según datos oficiales, los nacimientos pasaron de más de 43.000 en 2014 a menos de 25.000 en 2022, lo que representa una caída superior al 40% en menos de una década. Este descenso sostenido en la natalidad, vinculado a cambios en los hábitos familiares, la postergación de la maternidad y las dificultades económicas, comenzó a reflejarse en un fenómeno cada vez más visible: la baja en la matrícula escolar.

En el nivel inicial y primario, las estadísticas muestran una disminución de miles de alumnos en los últimos años del ciclo lectivo. Actualmente, la matrícula varía según la zona: los distritos del centro y norte de la Ciudad son los más afectados, con una caída sostenida desde 2014. En los últimos tres años, el descenso se acentuó especialmente en el nivel primario, sobre todo en el primer ciclo (de primero a tercer grado), con grupos muy por debajo de lo esperable y de lo pedagógicamente recomendable.

Este escenario tiene un impacto directo en la organización escolar, especialmente en las comunas donde la población infantil se redujo de forma notable. A ello se suma otro factor que profundiza la tendencia: la migración de familias hacia el conurbano bonaerense, muchas de las cuales antes trabajaban o estudiaban en la Ciudad, pero hoy optan por radicarse y escolarizar a sus hijos en sus lugares de residencia, principalmente por razones económicas.

La preocupación del sector educativo

El descenso de la matrícula encendió las alarmas en las escuelas porteñas y en los gremios docentes. En los últimos años, el Ministerio de Educación de la Ciudad comenzó a analizar fusiones y cierres de secciones como medida de reorganización del sistema, argumentando “razones demográficas y de eficiencia administrativa». Sin embargo, desde las comunidades escolares sostienen que estas decisiones impactan en la calidad educativa, el empleo docente y la identidad barrial de las instituciones.

Mariana Salinas, coordinadora del nivel inicial en UTE, señaló que la baja de la matrícula comenzó a sentirse hace algunos años y que ahora impacta con mayor fuerza en el nivel primario. “En las escuelas privadas también se nota; muchas están cerrando salas o fusionando grupos. Algunas instituciones lograron reorganizarse con salas multiedad o con parejas pedagógicas, lo que fue un reclamo histórico del nivel”, explicó a El Grito del Sur.

Salinas destacó que, si bien no hubo despidos, la situación genera incertidumbre entre las docentes suplentes e interinas, aunque subrayó que las negociaciones sindicales permitieron “garantizar la estabilidad laboral y priorizar la toma de nuevos cargos a quienes se vieran afectados”.

“Tenemos un proyecto de ampliación horaria para que los jardines sean una opción viable para las familias trabajadoras, esto permitiría la distribución y creación de nuevos cargos contando con más docentes en los jardines que respondan a las necesidades de las infancias y aliviane la sobrecarga laboral generada por las múltiples plataformas digitales y el trabajo extra sino también por la angustia que genera el no contar con suficientes redes, equipos interdisciplinarios que den respuesta a las necesidades de quienes habitan hoy las salas”, sentenció Mariana Salinas.

Propuesta a futuro por parte de la UTE: la creación de nuevos cargos

Desde UTE realizaron numerosas peticiones al Gobierno de la Ciudad y al Ministerio de Educación solicitando la creación de nuevos cargos en el nivel primario, uno de los más afectados por la crisis económica y social. Este nivel enfrenta una sobrecarga laboral constante, donde los maestros de grado trabajan prácticamente en soledad y bajo múltiples exigencias. En muchas escuelas, especialmente en la zona sur, existen grados numerosos y aulas con estudiantes que requieren atención diferenciada, pero sin los recursos necesarios para hacerlo.

“Las escuelas primarias están agobiadas y los docentes se encuentran en un estado de permanente exigencia”, señaló Ana Diasproti, secretaria del nivel primario de UTE.

La dirigente explicó que la propuesta de creación de cargos apunta a “conservar las fuentes de trabajo dándole un nuevo rol a ese docente, ya sea como maestro de apoyo, pareja pedagógica o maestro itinerante que pueda cubrir grupos cuando el titular no está”.

“Es la posibilidad de generar muchos nuevos cargos que la escuela primaria necesita desde hace años. Lo venimos reclamando en cada reunión de condiciones laborales, pero siempre se nos ha negado o postergado. Frente a esta realidad, ya no hay margen para el no: creemos que sí o sí deben crearse nuevos cargos, frente a la posibilidad de fusión de grados”, remarcó Diasproti a este medio.

En la misma línea agregó: “Hicimos muchas peticiones al Gobierno de la Ciudad y al Ministerio de Educación porque el nivel primario tiene un fuerte impacto de la crisis económica. Los docentes trabajan con múltiples exigencias y sin recursos suficientes. Esta es una oportunidad para hacer los cambios que venimos reclamando hace tiempo. Lo volvimos a pedir con firmeza en los últimos meses frente a la posibilidad de fusionar grados. Exigimos que no haya una variable de ajuste, sino que éste sea el puntapié inicial de la transformación que la escuela primaria necesita”.

Consultada sobre qué políticas educativas deberían impulsarse para enfrentar la baja de matrícula sin afectar la calidad ni el empleo docente, Diasproti sostuvo que “vamos a volver a pedir una reunión con el Ministerio para llevar una nota con propuestas concretas: la creación de nuevos cargos, la incorporación de parejas pedagógicas y la designación de personal administrativo o preceptores que se encarguen de las innumerables plataformas digitales. «En lugar de simplificar el trabajo, la tecnología lo ha vuelto más complejo: los sistemas se caen, no hay buena conectividad y los docentes debemos justificar inasistencias o cargar datos duplicados, lo que genera una sobrecarga permanente durante y después de las clases», agregó.

Además, reclamó la creación de la figura del celador de comedor en todas las escuelas con servicio de almuerzo: “No debería ser una tarea del docente cuidar a los niños durante la hora del almuerzo en los comedores. Es un trabajo sumamente desgastante que podrían realizar empleados específicos, generando también nuevas fuentes laborales. Así, los maestros podríamos usar ese tiempo para reuniones pedagógicas e intercambio con colegas, algo que hoy casi no existe por la enorme carga burocrática”.

Por último, concluyó: “Necesitamos que se nos dé respuesta a años de reclamos. Queremos que trabajar en las escuelas vuelva a ser una tarea gratificante, recuperar el placer por dar clases y planificar, y dejar de estar atrapados en la maraña burocrática y digital que hoy nos aleja de lo esencial: enseñar”.

La baja natalidad a nivel global como local, la migración hacia el conurbano y el contexto económico delinean un nuevo mapa educativo para la Ciudad de Buenos Aires. El debate sobre la baja de la natalidad y su impacto educativo excede lo coyuntural. No se trata solo de números, sino de cómo el Estado y la comunidad responden a una nueva realidad social. La disminución de la matrícula plantea desafíos estructurales: cómo garantizar la continuidad pedagógica, sostener los puestos de trabajo y repensar el rol de la escuela pública en una ciudad que envejece y se fragmenta socialmente.

Desde los gremios docentes, la consigna es transformar la crisis en oportunidad. La propuesta de creación de nuevos cargos: maestros de apoyo, parejas pedagógicas o celadores de comedor, apunta no sólo a conservar empleos, sino también a mejorar las condiciones de enseñanza y fortalecer los vínculos dentro de las escuelas.

Fuente: El grito del sur