Desde la Unión de Trabajadores de la Educación expresamos nuestra preocupación y rechazo ante la información publicada por la defensora de genocidas y apologeta del terrorismo de Estado, Cecilia Pando, en su cuenta de twitter según la cual estaría ejerciendo la docencia en el nivel primario de una escuela privada católica de la Ciudad de Buenos Aires. Esta información es preocupante en la medida en que las afirmaciones y acciones públicas de Pando, alguna de las cuales hasta la llevaron a ser condenada por la Justicia, están en absoluta contradicción con los marcos curriculares de promoción de Memoria, Verdad y Justicia y las prácticas educativas de afirmación de los derechos humanos que constituyen una política de Estado.
En la misma semana en que las escuelas argentinas reivindican la memoria a través de distintas actividades pedagógicas y culturales, en que se pintan pañuelos en nuestras aulas y nuestros patios, en que se ratifica el compromiso de la educación pública con los derechos humanos, se produce esta provocación de sectores minoritarios que insisten en defender a los represores de la última dictadura cívico-militar.
Los y las docentes seguiremos enseñando desde una perspectiva de la memoria y los derechos humanos como lo establecen los diseños curriculares, las leyes educativas y la Constitución Nacional.