15.11.2013. Ante los problemas del sistema informático para anotarse en los colegios porteños, el ministerio envió de apuro mil “facilitadores” a las escuelas para atender los reclamos. Ahora, uno de ellos fue denunciado por acosar a una chica que se había ido a anotar, en Flores.
La directora de una escuela del sur de Flores y la familia de una alumna de 12 años denunciaron que la chica sufrió acoso sexual vía Facebook por parte de un empleado del gobierno porteño que actuaba como “facilitador” del nuevo sistema de inscripción online. El hombre, de 30 años, habría entrado a la cuenta de la niña en la red social para dejarle publicaciones obscenas y mensajes en los que la invitaba a “pasar por su oficina” si tenía problemas para anotarse. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tomó el caso de oficio, mientras que los supervisores y el sindicato UTE-Ctera apuntaron que ya habían anticipado las falencias del sistema.
La enigmática figura de esos mil “facilitadores” que el Ministerio de Educación del gobierno porteño envió a las escuelas de apuro el lunes 4 de noviembre para “ayudar” a la inscripción online mostró sus fisuras. Uno de ellos fue denunciado ante la comisaría 38ª por la directora de la Escuela Nº 8 del Distrito 11 y por la familia de una alumna por un supuesto acoso vía Facebook. Por el caso, interviene de oficio la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, a través de Gustavo Lesbegueris, y la Fiscalía de Instrucción Nº 12, a cargo de Martín López Parrondo.
“La nena se fue a inscribir a la secundaria junto a su padre el lunes, y el martes le apareció una serie de mensajes en Facebook en los que el facilitador que la había atendido el día anterior la acosaba. Le empezaron a entrar cosas, seudónimos, publicaciones obscenas. El tipo le puso que le gustaban las ‘paraguayitas’, le mencionaba boliches. Por suerte, la nena es muy lúcida y buena alumna y habló con la maestra y la directora, que me contactaron”, contó Norberto Ares, supervisor del Distrito 11.
“Ahí le dimos parte a la Dirección de Educación Primaria, la mantuvimos ese día en la escuela y llamamos a los padres. La directora les aconsejó que hicieran la denuncia, que la radicaron en la comisaría 38ª, donde luego también hizo lo propio la directora. Al tipo se lo hizo cesar inmediatamente y el Ministerio de Educación porteño bajó gente de la Dirección de Tecnología, a cargo del sistema de inscripción, y mandaron un abogado penalista y una escribana. Para ese momento, el tipo había borrado casi todos los mensajes de un tenor irreproducible y lo único que quedó fue ‘Besotes. ¿Te pudiste inscribir? Si no, pasate por mi oficina’. Igual se habían hecho capturas de pantalla”, continuó explicando Ares.
El supervisor se mostró muy indignado con la situación “como profesional y como ciudadano” y dijo que era una “tragedia” que no se los hubiese escuchado antes cuando querían impedir que el sistema se pusiera en funcionamiento. “Esto demuestra la inseguridad del sistema. La gente lleva fotocopias, DNI, y no sabés con cuántas personas así te podés encontrar. Mi gran enfurecimiento es que con todos los datos de los chicos qué sé yo si no hay otro caso. No sabemos ni cuál es la empresa. Estamos indignados. No sólo como supervisor, sino como ciudadano. Estamos para resguardar la integridad de los chicos y sus familias, que son gente de trabajo y vive en un lugar inhóspito, y encima, no se los cuida. Es trágico. Se hizo la presentación para frenar la inscripción y no nos hicieron caso.”
Por su parte, Lesbegueris, jefe del Area de Derechos de la Educación de la Defensoría del Pueblo, se refirió a la actuación de ese organismo hasta el momento. “Tomamos de oficio la denuncia. Recibimos un llamado y nos pusimos a disposición de la escuela, los docentes y la familia, que están todos conmovidos por esta situación. Hubo un supuesto acoso a través de redes sociales de un adulto contratado o personal de planta que se desempeñaba como facilitador. Hoy fuimos a corroborar la denuncia a ver si tenía asidero y nos encontramos que la denuncia existía y que estaba acompañada por la dirección de la escuela y la supervisión escolar.”
En este sentido, Lesbegueris señaló que el Ministerio de Educación tiene que dar explicaciones acerca de las medidas que se tomaron por el caso y la capacitación que recibieron los facilitadores. “El Ministerio de Educación tiene que dar explicaciones de las medidas que tomó; si es que se hizo un sumario o una investigación interna para esclarecer el hecho. También entiendo que tiene que dar cuenta de la capacitación del personal y de quién dependen. Son mil personas las contratadas por estas licitaciones.”
En tanto, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, volvió a acusar la precariedad del sistema. “Como trabajadores de la educación queremos denunciar una vez más la irresponsabilidad del Ministerio de Educación de la Ciudad, que deja intervenir a personas ajenas a la escuela y a la educación sin antes comprobar sus antecedentes y capacidades para el manejo de la información de los alumnos. Ratificamos nuestros dichos vertidos ante la Justicia cuando el Gobierno de la Ciudad promovió esta forma de inscripción. Nosotros afirmamos que debían ser los docentes y directivos de las escuelas quienes debían llevar adelante la inscripción.”
“Sostenemos que fue una irresponsabilidad mayúscula haber enviado más de mil personas a las escuelas públicas de la Ciudad sin ningún requisito previo y con una capacitación laboral de dos horas de duración el día domingo 3 de noviembre de 2013. Esto demuestra el alto grado de irresponsabilidad e improvisación por parte de la gestión en relación con la escuela pública”, concluyó.
Informe: María Julieta Rumi.