28.07.2015. Los docentes de UTE denunciaron al gobierno porteño por acoso laboral. Dicen que existe un clima de persecución.
Los docentes agrupados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) presentaron ante el Ministerio de Trabajo de la Nación una denuncia por acoso laboral contra el Gobierno de la Ciudad al obligarlos a presentarse a dar clases durante el receso invernal en los 14 colegios que fueron tomados el mes pasado por los estudiantes, y denunciaron un alto nivel de ausentismo y un clima de tensión en las escuelas.
La denuncia motorizada por el sindicato pretende que la cartera laboral cite a las partes para dirimir el conflicto debido a que “muchos docentes que ya tenían sus vacaciones pagas no van a las escuelas y auditores del gobierno porteño realizan un control policíaco para saber quiénes asisten para luego descontarles los días no trabajados”, dijo Rubén Berguier, secretario gremial de UTE.
El gremialista aseguró que esta situación “jamás se vivió en la ciudad” y que “hay un 70 por ciento de ausentismo docente y de estudiantes” mientras los auditores “realizan una verdadera caza de brujas”.
“Las auditorías se instalaron en las escuelas en una virtual intervención ya que desplazaron a las autoridades de los colegios”, denunció. Además agregó que se busca “generar un enfrentamiento entre estudiantes y docentes, en represalia por las tomas”.
El conflicto comenzó el mes pasado cuando estudiantes agrupados en la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB) tomaron 14 escuelas, entre ellas el Mariano Acosta y varias escuelas artísticas, ante la falta de respuesta respecto a la infraestructura edilicia y a su participación en el programa de reformas en los planes de estudio.
Tras casi un mes de tomas, el gobierno porteño accedió a hablar con ellos y les dio una serie de propuestas para cada colegio.
Para recuperar los días de clases perdidos, el gobierno porteño obligó a los estudiantes y a los docentes –bajo el argumento de que se trata de un receso invernal– a no tomarse vacaciones de invierno y asistir a la escuela.
“Ahora esperamos que el Ministerio de Trabajo tome cartas en el asunto porque es el único lugar donde podemos concurrir, estamos evaluando con nuestros abogados si esta actitud configura delito penal para presentar una denuncia después de la feria”, dijo Berguier.
Indicó además que esta situación “afecta a miles de docentes que ya planificaron sus vacaciones y no están asistiendo a las escuelas. Esto sin duda es una medida de disciplinamiento porque no tiene antecedentes en la educación ni de la Ciudad ni del país”.
Marina Ampuero, del Centro de Estudiantes del Lengüitas, dijo que “los docentes que asisten vienen muy nerviosos porque están muy estresados ya que necesitaban este descanso, hay un clima muy raro en las escuelas” y agregó que los estudiantes están debatiendo qué actitud tomar.