«Somos los mocosos, cuya palabra no cuenta», dijeron en un comunicado. Entienden que el ministro de Educación de la Nación puede destrabar la situación. Citados por la jueza Liberatori, hoy vuelven a reunirse con Esteban Bullrich.
La plaza Jardín de los Maestros, frente al Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación de la Nación, se puebla de jóvenes al comenzar la tarde soleada. Gaseosas, arrumacos, cerveza, risas, cigarrillos y fasito, morrales, sandwiches, instrumentos musicales, snacks, banderas, brazos, mejillas y remeras pintadas con el nombre del colegio o la etiqueta «conchudo». No hay picnic ni excursión. Se canta por la educación pública al ritmo de bombos y redoblantes. Unos quince uniformados y una lejana combi con infantes de la Policía Federal realiza una custodia discreta. Llegan más colegios con otros despliegues y consignas. Están de las artísticas, de las técnicas, de los normales y un par de terciarios que se sumaron el miércoles.
Ya son decenas, centenares, miles. Se agrupan detrás de los trapos coloridos de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), Técnicos Autoconvocados (TA), la Federación de Estudiantes Secundarios y de cada establecimiento, y antes de partir por Rodríguez Peña, delegados del Julio Cortázar, Esnaola, Técnica 27 y Normal 1 leen un comunicado de tres carillas A4 que dice: «Se tiñen de juventud las calles cada vez que se ataca a la educación. Somos los más pendejos, los mocosos, nosotros, cuya palabra no cuenta, somos los primeros en defender nuestro futuro, porque sin futuro, sin nada que perder, nos queda todo por ganar. Más de 60 escuelas tomadas, día a día somos más en esta lucha y no nos quedamos parados.»
«Quieren quitar la doble titulación (…), recortan horas de materias técnico específicas para agregar de formación general (…), el turno noche sufre deserción por los cambios de horario, baja la calidad educativa, desaparecen orientaciones», detallan, y luego exigen suspender la reforma del cambio curricular en todas las escuelas hasta 2014, participar en «jornadas mensuales, obligatorias, democráticas, vinculantes y resolutivas durante 2013″, mantener el piso mínimo de horas y orientaciones y la doble titulación», y una reunión con el ministro Alberto Sileoni «para destrabar la situación ya que él tiene esa potestad».
Arranca la movilización, una más, desordenada por momentos, tensa por otros, y que cuando llegue a la avenida Corrientes ocupará toda una cuadra compacta a lo largo de 150 metros y a lo ancho no sólo en los seis carriles para vehículos sino en parte de las dos veredas, lo que permite dimensionar las presencias. Hay otros adultos que son padres y acompañan de lejos o mezclados entre los hijos.
Desde los edificios sacan fotos, tiran papelitos, aplauden. La marcha va a paso firme, cuando llega al Obelisco gira por la Diagonal Norte y en la Plaza de Mayo toma Bolívar y luego Alsina para desembocar en Paseo Colón y arribar al Ministerio de Educación porteño, donde harán una asamblea con la palabra de un representante por colegio: «Sigamos movilizados, sigamos tomando escuelas», «¿Bullrich dónde está?», «Esta lucha tiene un carácter profundo y tiene que seguir hasta tener una respuesta concreta», «Somos los únicos que podemos torcerle el brazo a este gobierno de mierda que lo único que hace es destruir la educación pública», «Sileoni nos tiene que recibir», «Aplaudamos por el esfuerzo», «Los estudiantes no comemos vidrio», «Seguimos con mucha fuerza», dicen los estudiantes que hoy cumplen tres semanas completas de lucha, con más de 60 establecimientos tomados y una cita a las 11 en el juzgado de Elena Liberatori, donde deberán llevar propuestas para encauzar un diálogo con el ministro de Educación de la Ciudad.
Algunos mocionan entrar por la fuerza al edificio de la cartera educativa, cerrado con planchas de acero. Un grupo de padres y de alumnos forma un cordón que buscará impedirlo, pero al final se desconcentran, rumiando orgullo y satisfacción por la pelea, pero también bronca.»Esto no se acaba acá», advierten. «
Las banderas – Adhesiones
No hubo banderas partidarias entre las de los colegios secundarios y terciarios, pero sí del IUNA (nivel superior) y la FUBA. También se vio con pecheras a algunos dirigentes de ADEMyS. En Plaza de Mayo se sumaron dirigentes de UTE-CTERA.
El trabajoso armado político
La Coordinadora de Estudiantes de Base y la Federación de Estudiantes Secundarios son las que congregan la identificación de unos 50 de los colegios tomados.
Pero otras escuelas ocupadas –y el resto-– no milita en esas agrupaciones, que funcionan con mandatos de las asambleas y no al revés. Cada comunicado, consigna o bandera que se despliega es mocionado, discutido y votado en las escuelas y luego llevado a la de los colectivos. El funcionamiento por momentos se convierte en trabajoso, pero también busca blindarse frente a la injerencia de militantes, burocracias y «aparatajes» de partidos políticos tradicionales.
La CEB no tiene una identificación clara, pero la FES es declaradamente kirchnerista.
En estas tomas y movilizaciones confluyen ambas y también, claro, estudiantes de escuelas que no participan en ninguna de esas agrupaciones e incluso reniegan de otras banderas que no sean la defensa de la educación pública.
Eso explica que ayer y también a lo largo del año hubiera fricciones, desencuentros y peleas menores que sin embargo se disuelven de manera etérea. También desnuda desorganización para comunicar y hasta para marchar.
Ayer, por ejemplo, no estaba claro el comienzo del acto ni el recorrido de la movilización, lo que demoró la caminata más de lo que debía tardar.
Esperando propuestas
El despacho de la jueza porteña Elena Liberatori volverá a ser escenario hoy de la segunda audiencia entre estudiantes que toman escuelas secundarias y el ministro de Educación Esteban Bullrich. Ambos deberán llevar propuestas para entablar un diálogo que destrabe el conflicto por la reforma curricular ordenada por el Consejo Federal de Educación.
Según supo Tiempo Argentino, los estudiantes ya votaron en asambleas exigir que al iniciar la conversación haya un compromiso escrito de que se suspenden los cambios hasta 2014 y que durante el año próximo se realicen jornadas mensuales, democráticas y resolutivas en las que puedan participar.
En la cartera educativa prefirieron el hermetismo y no adelantar nada. Sólo que Bullrich irá como el miércoles acompañado de la segunda línea de subsecretarios y los directores de Educación de Gestión Estatal Maximiliano Gulmanelli y el de Comunicaciones y Relaciones Institucionales Hugo Martini. En los últimos 15 días, Bullrich repitió que no dialogará con escuelas tomadas, pero los estudiantes le recordaron que tampoco lo hizo cuando las ocupaciones no habían estallado. Y aunque Liberatori exhortó a levantar las protestas, los colegios tomados son más que el miércoles y superan los 60.
Las tomas en los terciarios
Estudiantes de los institutos de formación docente Joaquín V. González y Manuel Belgrano participaron ayer de la movilización e informaron que están tomados todos los terciarios. Sabrina Álvarez, del centro de estudiantes del González, dijo a Télam que la reforma curricular también los perjudica porque «nos quieren imponer un único plan de estudios por carrera para la Capital Federal y, de esa manera, se deja de lado la impronta de cada institución y se anula nuestra autonomía».