El Gobierno de la Ciudad resolvió aplicar la reducción de las juntas de Clasificación Docente por implementación de la Ley que se sancionó en el año 2011 con el rechazo unánime de toda la docencia. Cuando las juntas se conformaban por el voto directo de los docentes la UTE obtenía la mayoría de los vocales electos. Esa mayoría continuará pero reducida pues contaremos con menos instancias para la clasificación. Niveles educativos que involucran a decenas de miles de docentes, como primaria y media, los más numerosos, verán fuertemente reducida su cantidad de miembros de Junta. Otras perderán la especificidad de su modalidad como la educación a artística o de adultos.
Con la aplicación del nuevo mecanismo nuestro sindicato será quien más miembros perderá en las distintas juntas. No obstante, según la Ley, los nuevos organismos se integrarán de acuerdo a la cantidad de afiliados. Como la UTE es el sindicato mayoritario debe conservar la mayoría de los vocales.
Sin embargo, las comisiones de servicio gremiales que históricamente se asignaban de acuerdo a la cantidad de vocales, vienen siendo otorgadas discrecionalmente por el Gobierno de la Ciudad y no parecen tener otra lógica que perseguir a los sindicatos que luchan por los derechos de sus representados. Y, aún más grave, la mesa de condiciones laborales y salariales debe estar integrada por quienes eligen lxs trabajadorxs de la educación y no como ocurre actualmente en que algunas entidades “sindicales” participantes no sólo carecen de afiliados sino que son desconocidas por lxs docentes de la ciudad. Un mecanismo en que la patronal asigna a su antojo derechos de representación gremial atenta contra la democracia sindical, contra las leyes que protegen el trabajo como la de Asociaciones Sindicales y contra la Constitución Nacional en su artículo 14 bis. Los y las docentes elegimos libremente a qué sindicato afiliarnos. Este hecho es el que le da legitimidad a la herramienta gremial. No queremos que el Poder Ejecutivo de la Ciudad, que es nuestro empleador, decida arbitrariamente quién nos representa. Exigimos un criterio transparente para la asignación de delegados paritarios a la mesa salarial y otras representaciones gremiales.