La Mesa de Cultura y Derechos Humanos celebró esta tarde la confirmación de la salida de Darío Lopérfido del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta. “Hasta hace pocos minutos teníamos un ministro de Cultura que era negacionista. En esta misma sala lo declaramos persona no grata y dijimos que si entraba a un instituto de cultura de la Ciudad le íbamos a manifestar nuestro rechazo porque en las escuelas enseñamos Memoria, verdad y Justicia y en el sindicato también”, sostuvo el secretario General de UTE-CTERA, Eduardo López.
“Darío Lopérfido no renunció, lo echamos. Ahora vamos a conseguir que se vaya del Teatro Colón. Dimos un paso adelante: Lopérfido no va a pisar las Escuelas ni los Sitios de Memoria”, afirmó López, en el marco de la Primera Jornada de Intercambio de Experiencias Culturales que se desarrolló esta tarde en el auditorio del sindicato docente.
Con el alejamiento de Lopérfido del Ministerio de Cultura, la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, el Instituto Vocacional de Arte Lavardén, el Conservatorio Superior de Música Astor Piazzolla y el Instituto Superior de Investigación en Etnomusicología ya no estarán bajo la órbita de un funcionario negacionista del genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar.
“Esto es un logro de la condena social, que para nosotros es el concepto fundamental que nos permitió lograr las condenas judiciales a los genocidas. Vamos a seguir exigiendo que este Estado de la Ciudad no tenga un solo componente negacionista y en eso Rodríguez Larreta es cómplice porque todavía lo mantiene al frente del Teatro Colón”, planteó Giselle Tepper, de H.I.J.O.S.
Mabel Careaga, integrante de la Asociación Memoria de la Santa Cruz, destacó la renuncia de Lopérfido como el producto de la militancia. «Aprendimos de nuestras Madres lo que era la lucha colectiva. Gracias a ese aprendizaje y esa experiencia nos juntamos y logramos ya no tener como Ministro de Cultura a alguien que niega la memoria y ve a la cultura como un negocio”, expresó la hija de Ester Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, quien fue secuestrada junto a Azucena Villaflor, María Ponce y a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.
“La presencia del ex integrante del grupo Sushi en el Gobierno de la Ciudad fue un intento de perforar el piso de consenso político en materia de Derechos Humanos logrado aún desde antes de la recuperación democrática, en diciembre de 1983”, había expresado Eduardo López, antes del anuncio.
“Al declarar que el número de desaparecidos en la Argentina era fruto de una negociación hecha en una mesa cerrada con el fin de conseguir subsidios, Lopérfido pretendió socavar la integridad de los organismos defensores de Derechos Humanos”, completó López.
La UTE- CTERA acompañará las próximas acciones que anuncien los organismos de DDHH para garantizar que ningún funcionario en democracia que niegue la existencia del terrorismo de Estado.
Buenos Aires, miércoles 6 de julio de 2016