Le impidieron al gobierno porteño instalar el Centro Cívico en el Borda

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03.01.2013. Los trabajadores festejaron ayer la confirmación de una medida cautelar que suspende las obras ya licitadas.
Entre los motivos, se argumentó que es un monumento histórico nacional y cuenta con un yacimiento arqueológico.

Por: Gustavo Sarmiento

Un nuevo triunfo de los trabajadores.» Así calificaron los dirigentes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) la reciente confirmación judicial de la cautelar que impide al gobierno de la Ciudad instalar el nuevo Centro Cívico en terrenos donde actualmente funciona el Hospital Borda, en el barrio porteño de Barracas. Aún resta definirse la sentencia de fondo, que podría ocurrir en los primeros meses del año.
El 28 de diciembre, la Sala II de la Cámara en lo Contencioso y Administrativo ratificó la prohibición en primera instancia dictada por la jueza Patricia López Vergara para que Mauricio Macri no continúe con el decreto 121/12 sobre la licitación de la nueva sede administrativa «y se abstenga de ejecutar cualquier obra que pueda afectar el funcionamiento de los inmuebles y jardines aledaños», hasta que se resuelva la cuestión o se cumplan «los recaudos procedimentales establecidos en las normas». En este caso el Ejecutivo porteño se encargó de vulnerarlas en más de una oportunidad, al establecer el proyecto por decreto, sin consultar a la Secretaría de Planeamiento Urbano, al Consejo del Plan Urbano Ambiental y tampoco a la Legislatura, como lo obliga la ley de procedimientos de la Ciudad.
Son numerosos los motivos esgrimidos por los magistrados para que no se avance con la megaobra licitada en casi 369,4 millones de pesos a Teximco SA, EMA SA y DAL Construcciones SA. En base a informes de la Unidad Especial Temática de Patrimonio Histórico de la Defensoría porteña y presentaciones de  los propios trabajadores del Borda, dictaminaron que el PRO acciona sobre una zona que cuenta con leyes locales y nacionales de protección ambiental y patrimonial, declarada Monumento Histórico Nacional, lo cual requiere la intervención de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos, hasta el momento nunca consultada por el gobierno de la Ciudad. Seguir con la obra implicaría, según la Sala II, «un riesgo para los bienes tutelados legal y constitucionalmente».
El Ejecutivo porteño tampoco se detuvo en que donde piensan construir se ubica un yacimiento arqueológico urbano, con túneles, sótanos y pasadizos que conectan al Borda con el Moyano. El artículo 2.8.2 de la licitación deja en manos de los privados la decisión sobre «todos los objetos de valor científico o arqueológico». A esto se agrega que no realizaron ningún estudio de impacto ambiental, como lo dicta la Ley 123, para establecer posibles daños en la comunidad hospitalaria y en una escuela lindera de educación especial, el Centro Educativo para Niños con Trastornos Emocionales Severos (CENTES) Nº 1. «No estamos en contra de instalar un Centro Cívico en el sur, pero sí estamos en contra que sea a costa de un hospital o de una escuela», afirmó ayer Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CETERA). Hugo Yasky, titular de la CTA, sugirió que el jefe de gobierno «debe convocar a un consejo consultivo que decida dónde emplazar la dependencia».
Desde el PRO estudian ahora los nuevos pasos para dar, a la espera de la sentencia de fondo a cargo de la jueza Andrea Danas, con la idea de acelerar cuanto antes las obras, en vistas a terminar la nueva sede gubernamental antes de las elecciones 2015. En el debate de la ley sobre la venta del Edificio del Plata con la que se financiaría el nuevo Centro Cívico, legisladores PRO deslizaron, al igual que algunos ministros, que se hará en terrenos «aledaños» al hospital, y no dentro. Sin embargo, las actuaciones del macrismo van a contramano de esta explicación. El actual interventor del Borda y subsecretario de Planificación Sanitaria de la Ciudad, Néstor Pérez Baliño, afirmó que esos terrenos ya habían sido cedidos por el Ministerio de Salud al Ministerio de Desarrollo Urbano. Incluso los planos oficiales reflejan que por un «supuesto error», Salud le entregó a Desarrollo Urbano todo el predio, y no sólo las 2 hectáreas en cuestión. El presidente de la Comisión de Presupuesto en la Legislatura, Rogelio Frigerio (PRO), confirmó a este diario, durante la audiencia, que «se mantiene el lugar pensado originalmente» para el proyecto.
El macrismo también sostiene que se trata de «terrenos en desuso», argumento desmentido en la práctica. Los lugares afectados serían el Taller Protegido 19 (TP 19), el único intrahospitalario, donde se realizan actividades de reinserción como carpintería y herrería. El otro sitio es la cancha de fútbol, también activa, y un tercero aledaño podría llegar a ser la histórica morgue. Los trabajadores del TP 19 cumplen casi cinco meses de acampe allí dentro, desde la madrugada en la que entraron funcionarios macristas, la constructora y la Metropolitana, que volvió a ingresar otras cuatro noches siguientes. A seis les descontaron 53 días de trabajo, y 20 internos fueron desautorizados a seguir yendo a esa terapia laboral. Ayer, los integrantes de la comisión interna anunciaron medidas legales por ambos temas. «Pedimos entrevista con el jefe de Recursos Humanos de Salud y no tuvimos respuesta», se lamentó Marcelo «Nono» Frondizi, titular de la junta interna de TP. Gabriel Cavia, de la Asociación de Profesionales del Hospital, destacó que «el gobierno de la Ciudad sigue incumpliendo leyes como la 448, porque no hacen centros de día, hospitales de noche ni efectores intermedios».
Mientras tanto, las condiciones diarias en el Borda siguen con inconvenientes, enmarcada en un sistema de salud porteño que pasará de ocupar un 21,1% del presupuesto general de la ciudad en 2012, a un 20,9% en 2013. La delegada de ATE Borda, Silvia Painceira, lo graficó en la audiencia sobre el nuevo centro cívico: «En el servicio 18 estamos sin gas hace año y medio, no tenemos puerta en los baños y se caen los techos. El comedor tiene 20 sillas para 34 pacientes, y mientras en la puerta de dirección un cartel decía ‘pintura fresca’, en la ropería y los pasillos del servicio 18 había materia fecal fresca».